Capítulo 12

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Ryan

Me levanté temprano al día siguiente, prácticamente me obligué a mi mismo a salir de la cama, quería quedarme abrazando a April, pero tenía que hacer algunas cosas.

Le deje una nota junto a una rosa. Aquella decía:

"April.

Sali a planear el mejor día..."

April

Tenía frío, miré el reloj y eran las 6:21 muy temprano, volví a abrir los ojos y recordé que no estaba en mi habitación. La ventana estaba abierta.

–¿Ryan?– susurré aún adormilada, me senté en la cama y empecé a buscarlo.

No estaba aquí, quise tomar mi teléfono, pero ví que una rosa estaba a mi lado,  la tomé en mis manos y tenía una nota pegada afuera.

"Vuelve a dormir pequeña, y por si no viste hay una rosa en mi lado. Vuelvo pronto.

P.D. no abras la carta hasta que estés sola en tu casa.
-Ryan."

Me deje caer otra vez en su cama.

......

–April...– alguien me sacudía despacio. –April.

–¿mmm?– abri un ojo para ver, Ryan me sonrió y me beso la frente.

–Te dije que volvieras a dormir pero no pensé que dormirías tanto.

–¿Que hora es?– me froté los ojos y bostece.

–Son las 12:57 dormilona. Mama ya tiene el almuerzo.

–Ojala tu madre no se enoje por no bajar a desayunar.

–No, pero si te oye decir "tu madre"– hizo comillas con sus dedos –no te perdonará así que dile mamá.

–Eso me haría tu hermana– le sonreí, el puso cara de horror.

–O talvez mi esposa....– me quede atónita mientras él iba caminando hasta la puerta –Vamos que nos esperan abajo– el se reía.

....

Ryan estaba raro, sonreía mas que de costumbre. Pero no le di tanta importancia, el almuerzo con su madr... Con su mamá fue muy divertido, nos la pasamos molestando a Ryan, evadimos el tema de que me quedé a dormir en el cuarto de Ryan.

–Bueno mamá nos vamos– tomó las llaves del auto y me jalo apenas me levante de la mesa.

–¡Adios!– reía por como estaba Ryan.

–Sube al auto.

–Oh dios... Sabes manejar auto ¿pero no sabias manejar una bicicleta?– rodo los ojos.

–¿Quieres ir en bicicleta?– negué riendo y entré al auto.

–¿A donde vamos?– el auto de Ryan era muy espacioso.

–Sorpresa– me miró un segundo y devolvió su vista al camino.

–Oh no...

–Oh si.

En el camino nos la pasamos cantando y bromeando de cualquier cosa.

Vi que nos alejabamos mucho y recorde que su mamá dijo que nos vería mañana.

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