Capítulo Nueve: Todavía Tengo Sangre En Mis Botas

708 10 0
                                    

El Burro se encontraba junto a otro grupo de restaurantes en la esquina de Pennsylvania, en ángulo con la intersección de la Calle Veinte con la Primera


Avenida Noroeste. La familia Ruiz y Porfiro estaban sentados al otro lado de la calle en un pequeño parque de forma triangular.


Sojee saludó con la mano. -Ponte en la cola de espera para conseguir una mesa-,


dijo. -Voy a buscarlos.


Millie, obediente, se unió al pequeño grupo de espera fuera de la puerta. La pareja


de su lado, dijo: -Nos están tomando los nombres-, por lo que metió la cabeza y le


dijo a un joven estresado. -Seis, por favor. No fumadores.


-Bien-. La miró como si estuviera completamente loca, pero ella sabía que varias personas estaban listas para salir y que las mesas se montaban rápidamente. -¿Qué nombre?-, preguntó.


-Rice-, dijo.


-La llamaré.


Volvió a salir. El grupo se estaba acercando a través de la calle con Sojee al lado de un hombre robusto y con bigote, Porfiro y por el otro lado los Ruiz. Las niñas, dos niñas con uniforme escolar, se aferraban a su madre, que estaba tratando de conseguir que caminaran más rápido antes de que cambiara la luz del semáforo.


Cuando llegaron a la acera, Sojee vino por delante y dijo, en voz baja: -Las niñas


tienen miedo de mí, de mis tics faciales.


Millie sacudió la cabeza y de forma espontánea abrazó a la mujer. -Eso debe ser duro.


Sojee pareció sorprendida y sus ojos estaban sospechosamente brillantes cuando Millie la dejó ir.

-Yo sólo quería saber por qué están asustados. Tal vez debería esperar aquí.

Millie sacudió la cabeza ligeramente. -No-. Se volvió hacia Porfiro, que acaba de


llegar. -Hola, Porfiro, soy Millie-, dijo, tendiéndole la mano.


-Me lo imaginaba-, dijo, sonriendo. Le estrechó la mano y luego les presentó a los Ruiz. -Esta es la Señora Ruiz y sus hijas, Juanita y Nuk. Juanita, la mayor de las dos, tenía el pelo oscuro brillante y ojos castaño oscuro.


Las dos niñas tenían la misma estructura facial y sus ojos eran idénticos, pero la


piel de Nuk era mucho más clara, y tenía el pelo muy rubio.Albina. Millie sonrió y dijo:

-Hola. ¡Con mucho gusto! Me llamo Millie.


Las niñas se escondieron detrás de su madre, quien asintió un poco y dijo: -¿Que soñaste?

Reflex - Steven GouldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora