Uno de los pasatiempos de Eiji siempre ha sido estar tirado en su cama horas y horas pensando. Últimamente lo ha hecho con más frecuencia.
Su noviazgo, sus sueños, sus metas, los estudios, el hecho de que ya está convirtiéndose en un adulto y Ash.
Se engañaría a sí mismo si negarse su amor por él, tiene claro que es un tonto pero gracias a Alex se siente un poco mejor porque ahora cabe la posibilidad de que Ash no esté mintiendo. Bien, tiene dos opciones perdonarlo y volver o no perdonarlo y borrarlo de su vida, tiene claro también que debe decidir ya, de otro modo, Ash también la pasaría mal y Eiji no es de esas personas que buscaría venganza en contra de él.
Alex...
Alex y su confesión, le gusta Alex, es agradable, simpático y tiene una única forma de ser, pero no cree poder tener una relación a su lado. Eiji no puede ni quiere inmiscuirse con alguien solo porque está solo o se siente mal. Debe ser claro con Alex, e indicarle cuáles son sus sentimientos, además, como el mismo Alex le ha dicho, no debe darle muchas vueltas al asunto, será sincero, está seguro que él va a entender, se lo ve muy maduro.
Eiji gira sobre su cama, no tiene qué abrazar, antes se dormía con el peluche que Ash le había regalado pero al haberlo tirado, tiene que "hacerse bolita" solo.
Extraña mucho Ash, casi quiere olvidarse de todo con tal de volverlo a abrazar, de sentirlo de disfrutar su olor.
"Ash"
Duerme pensando en él.
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Ash ya no quiere beber, no tiene sentido tomar y embriagarse hasta ya no recordar porque durante el proceso lo único que puede pensar en Eiji y eso le hace sentir peor, no, no va a beber ni una sola gota de alcohol, no tiene sentido, además si lo hace puede llegar a cometer una estupidez como aparecerse en la casa de Eiji Okumura o aún peor... ir a buscar al cabrón de Alex para darle una paliza.
Tiene muchas ganas de golpearlo y masacrarlo solo por el hecho de haber puesto los ojos en Eiji, aunque pese a todo, gracias él es que pudo ver Eiji en aquella fiesta y recapacitar de las idioteces que estaba haciendo, además si llegase a hacerle algo Eiji jamás se lo perdonaría y la jodería mucho más y no, Ash Lynx no está para perder puntos.
Sus días han sido una mierda, en el colegio, con sus padres y Eiji, aunque gracias a su depresión no ha hecho nada malo en la escuela y sus padres hasta se han asombrado, acostumbrados a los castigos que le daban por su comportamiento les resulta impactante que su hijo esté tranquilo. A él todavía le falta un poco para pensar en universidad, pero ya está considerando la idea de hacer lo que sus padres digan. La carrera de Finanzas no es algo que él quiera seguir, pero se le da, es bueno con los números y si tener un plan para su futuro y portarse bien es lo que necesita para estar con Eiji lo va a hacer.
Es un sentimiento salvaje que jamás ha experimentado, incluso a veces le gusta, porque se siente vivo pese al sufrimiento que le causa no tenerlo, él, siempre harto de su monótona vida, siente que la sangre le hierve cuando piensa en su pequeño y hermoso japonés. Él le ha hecho sentir de todo, cariño, ternura, felicidad, gozo, ira y hasta celos. Es una emoción única que no quiere perder. Está loco, siempre se dice eso a sí mismo, tiene problemas y probablemente necesite terapia pero, para qué, no quiere, solo desea a Eiji de regreso para demostrarle todo el amor que siente.
Toma el celular y escribe un mensaje.
"Te extraño, sé que la jodí"
Después de 10 minutos no hay respuesta, no importa mañana podrá verlo.
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Ash de sabe perfectamente bien el horario de clases de Eiji, ese día sale un poco más temprano, así que lo espera en su casillero. Tiene claro que le han dicho que no pero no puede evitar seguir intentando.
Lo ve de espaldas, Eiji está guardando sus libros, Ash debe actuar rápido antes de que se vaya o llegue alguno de sus amigos.
"Eiji"
Ash se ha parado justo detrás de él y puede ver cómo encoge la espalda con tan solo escuchar su voz.
Eiji voltea y le da una especie de sonrisa.
"Hola, Ash"
Aslan no sabe si en realidad está enloqueciendo, pero nota que Eiji ya no está tan molesto como antes, es un cambio sutil en su mirada.
"¿Co... Cómo estás? "
"Bien, terminé mis clases iba a ir a casa"
"¿Puedo acompañarte?"
Eiji no responde, solo asiente con la cabeza.
Mientras camina por la calle, ninguno habla, es una situación un poco incómoda aunque Ash se conforma porque es mejor eso que tener el rechazo rotundo de Eiji.
Siempre le han gustado los momentos en que están juntos y no hablan.
"Si te soy sincero, planeaba no hablarte nunca más y si fuese por Yut y Sing estarías tres metros bajo tierra, no creía en tus palabras, hasta que alguien hizo que cayera en cuenta que podrías decir la verdad"
"Es que estoy diciendo la verdad"
"Sí, puedo comenzar a creerlo pero eso no significa que vamos a volver y todo olvidado, me siento muy lastimado, necesito tiempo, Ash"
Ash siente tranquilidad y emoción por lo que escucha, al fin tiene un poco de esperanza de volver con Eiji, debe ser paciente, algo muy difícil en él que ahora mismo desea lanzarse sobre él y besarlo.
"Bien, yo te esperaré"
Siguen caminando, comentando de vez en cuando cosas triviales, Eiji no le pregunta sobre la chica rubia y Ash no investiga acerca de la relación que Eiji mantiene con Alex.
Se detienen cerca de la casa de Eiji, Ash no quiere ir hasta la puerta por temor a encontrarse con la madre de su ex, no sabe qué es lo que sabe la señora Okumura de su relación fallida y definitivamente si se la encuentran... ¿qué dirá, Eiji? No, no quiere meterlo en problemas. Eiji también entiende por qué es que Ash no se acerca a su casa y se quedan ambos a casi una cuadra de distancia.
Se miran de frente, Ash lo toma de la cintura y lo abraza.
"Joder, te juro que estoy poniendo de todo mi puto esfuerzo por controlarme, déjame por lo menos abrazarte, me conformo con esto"
Eiji le devuelve el abrazo y se siente bien, lo extraña.
Quiere darle un beso y en esta ocasión, no se siente tan mierda como la otra vez. Es su vida, y él sabrá lo que hace con ella, debe aprender de sus errores y por lo pronto, quiere disfrutar de ellos.
Es él quien busca los labios de Ash y el rubio lo sigue.
Está vez el beso no es alocado, es lento pero muy apasionado, Ash pasa sus manos por toda la silueta de Eiji siempre apretando debajo de los brazos y en la cintura, sabe perfectamente que ese beso no significa que ya está todo bien con Eiji, solo están disfrutándose el uno al otro.
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¿Te gustan los chicos malos, Eiji?
RomanceUstedes se expresan de él de esa manera pero, de todas formas, ¿qué es lo malo?