Capítulo 9

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“Entonces, ¿ya son novios?”

Fue a visitar a Shorter y desde que llegó el chico no ha dejado de interrogarlo acerca de Eiji, obvio que algo más pasa entre los dos pero no quiere admitirlo.

“¿Puedes dejar de joder?”

Le pregunta Ash fastidiado, Shorter no se molesta por eso, lo conoce bien y sabe que el rubio lo aprecia pese a su mal humor; así que solo lo ignora y sigue interrogando porque su curiosidad es grande.

“Ya admite que sales con Eiji, te ves con él todas las tardes, tienen citas, le compras cosas y se besan en callejones oscuros; eso para mí es una relación en toda la extensión de la palabra.”

Ash lo mira enojado, odia cuando Shorter lo fastidia, pero tiene razón, tiene “algo” con Eiji, ese algo que lo tiene irritado y feliz desde que empezaron lo que sea que tienen.
Cree que no es una relación normal porque ni siquiera ha empezado como tal, no es como si hubiese ido a declararse  a su casa con flores y chocolates, pero definitivamente lo que hacen ahora tampoco es una cosa sin importancia. Tiene que sentir algo por  Eiji, de otro modo no habría estado en medio de la ciudad cargándolo y aguantando sus niñerías en la tienda de útiles escolares.

“Dices que hoy te ha invitado a su casa, ¿vas a ir?”

Y no tiene respuesta para esa pregunta porque no quiere ir a pesar de ya habérselo confirmado a Eiji, ¿quién diablos podría negarse? Con esa carita tierna y esos ojos llenos de esperanza, simplemente fue y le dijo “Ash, ¿quieres ir a mi casa hoy? Y no, no era de esas propuestas que ya le han hecho antes, agregando un “estaremos solos” seguido de un guiño de ojo. No se imagina a Eiji metiendo a tipos a su casa para follar con ellos, entonces es lógico suponer que lo que desea es presentarle a su familia.

Le aterra la idea, cree que están yendo demasiado rápido.

“No sé si vaya”

Responde por que en serio no quiere ir.

“Pero ya se lo confirmaste, te vas a ver cómo un total cabrón si no vas”

Es totalmente cierto, y pese a que tiene un carácter del demonio, ya le ha dado su palabra. Está haciéndose a la idea cuando Shorter lo interrumpe.

“Oye, aquí en Facebook dice que hoy es el cumpleaños de Eiji”

Y no puede ser peor, una porque no tenía idea de que era cumpleaños del chico con quien tiene “algo” por lo tanto no le ha comprado un regalo, ni siquiera lo ha felicitado. Entonces va a ir a casa del muchacho, donde seguramente le han hecho una fiesta de cumpleaños, va a conocer a su familia y para colmo llegará sin obsequio.
Se siente como un cretino.

“No tenía idea”

“Oye pero, ¿qué no lo tienes en Facebook?

“No”

Responde y piensa que esas cosas eran exactamente las que quería evitar. Se despide de Shorter directo a afrontar su destino.

Llega, suspira y le envía un mensaje diciéndole que está afuera. No escucha ningún ruido o autos estacionados que puedan dar a pensar que hay algún festejo.

Eiji sale, vestido de una manera nada especial, se ve como cuando estás en casa con ropa cómoda. Trae una camiseta blanca y unos shorts negros, que le quedan muy bien. Entran en la casa y no ve globos o personas.

“¿Y tu familia?”

Pregunta para estar seguro.

“Te había dicho que mamá es enfermera, así que tiene turnos largos, a veces tiene que trabajar durante las noches y mi hermana está en casa de una amiga, dijo que tenía un proyecto o algo así”

¿Te gustan los chicos malos, Eiji? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora