Capítulo 44

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Mientras Eiji se alista para ir a la entrevista, no puede evitar que las manos le tiemblen, y se regaña una y otra vez diciéndose a sí mismo que no debería ser tan ridículo. Toma la mejor ropa que tiene y se arregla lo más posible, no va a desayunar porque tiene un nudo en el estómago.

Al salir Skip le pregunta si desea que le acompañe, a lo que Eiji se niega alegando que él está muy bien.

Toma el autobus y mientras este avanza, se da cuenta que cada vez está más cerca de su destino, uno inevitable, que jamás pensó que ocurriría.

Al fin Eiji se para en la puerta de la enorme empresa de modas, respira dos veces e ingresa.

—Bue... Buenos días, tengo una cita con el señor Aslan Jade Callenreese.

Eiji saluda amablemente a la recepcionista, quien responde el saludo con una sonrisa, y le indica por dónde debe ir.

—Solo siga por donde le indiqué, el señor Callenreese ya lo está esperando.

A Eiji se le para el corazón, se supone que él llegaría antes que Ash, ha llegado casi 20 minutos antes, no creyó que Ash se le adelantaría. "Valentía" se repite a sí mismo, no puede ser tan malo ver a un ex, debe actuar normal y demostrar que lo eligieron bien, además, viene a trabajar, no a distraerse con otras cosas.

Cuando llega a la planta alta, la secretaria de Ash, Jessica, lo recibe.

—Señor Okumura, buenos días, en este mismo momento lo anuncio.

Eiji ve como la rubia toma el teléfono y le indica a Ash que Eiji está justo afuera de la oficina.

Jessica se levanta y lo acompaña, una vez en la entrada, la rubia abre la puerta y le indica a Eiji que pase.

Eiji decide dejarse de tonterías, respira bien y pasa tratando de parecer confiado.

Y entonces lo ve, Aslan está sentado en el enorme escritorio, ha cambiado, bastante, lleva el cabello mucho más corto que cuando era adolescente, su cuerpo se ha puesto más fuerte, y se nota la madurez en su rostro. Lleva un par de lentes que le quedan muy bien. Pesé a todo, Eiji admite que está tan guapo como siempre, quizá más.

—Buenos días, señor Callenreese
—saluda Eiji con una voz de ratón.

Lo llama de manera respetuosa porque ahora es su jefe y no se han visto en años, no tiene la mínima intensión de que Aslan lo encuentre atrevido solo por el hecho de que fueron novios, Eiji es todo un profesional y no le va a llamar "Ash" tan confianzudamente.

Aslan lo mira fijamente por mucho tiempo, tanto, que Eiji se pone un poco incómodo.

—Buenos días, señor Okumura.

Ash le responde de la misma manera respetuosa.

—Siéntate— le dice Ash indicándole el asiento frente a él.

Eiji abre la silla y se sienta, coloca suavemente las manos sobre su regazo.

—Fuiste seleccionado porque tu carpeta es muy buena, si bien es cierto que no cuentas con la experiencia necesaria, tienes otros puntos a favor.

Eiji se preguntaba cuáles son esos puntos, ya que no cree que su carpeta fuera la mejor de todas, de todas maneras no dice nada, ya que por él mejor, ahora tiene un empleo con buen sueldo.

—He visto tu trabajo, no se parece nada a lo que hacemos aquí, pero supongo que otro punto de vista nos dará ideas para mejorar.

—Daré mi mejor esfuerzo— dice Eiji con seguridad.

—Estoy seguro de eso— Ash le responde mirándolo directamente a los ojos y Eiji baja la mirada, nunca se la ha podido mantener.

Después de eso, Ash le indica todo acerca del trabajo, horarios, protocolos, descanso, etc. No hablan acerca de nada personal, ni siquiera se preguntan cómo están o que ha ocurrido con ambos, Eiji piensa que es mejor así.

—¿Tienes alguna duda?

—No, me ha quedado todo claro.

—Bien, acompáñame, te mostraré dónde vas a trabajar y cuál será tu oficina.

Cuando salieron, Ash le indico a Eiji que saliera primero y cuando lo hizo, el rubio le tomó suavemente por la cintura para guiarlo, hecho que a Eiji casi le provoca un infarto.

La mano de Aslan está en su cintura mientras caminan y Eiji no puede evitar ponerse nervioso, no es que él sea un exagerado, pero puede jurar que mientras avanzan, toda la gente que pasa por ahí se les queda mirando.

Llegan a la oficina de Eiji, y este nota que está muy bien decorada, la oficina es de un color verde claro, Ash le dice que  revise bien los materiales que tiene y que le avise si es que le hace falta algo.

Cuando Eiji abre los cajones, se encuentra con un montón de bolígrafos, pinturas y lápices, además de una computadora de última tecnología que parece ser nueva. Es la primera vez que le dan una oficina tan bonita y completa. Luego, Aslan se lo lleva abajo, donde van a tomar las fotos, le presenta a sus compañeros y le indica todo lo que debe hacer, Eiji está listo para trabajar.

—¿Alguna pregunta?—dice Ash.

—No, empezaré ya mismo.

—¿Seguro?

—Sí.

—Bien, si necesitas algo no dudes en pedírmelo, si no estoy puedes hablar con Jessica, mi secretaria.

—Claro.

—De igual manera si alguien o algo te hace sentir incómodo, puedes decírmelo.

Lo haré, no te preocupes responde Eiji  y no entiende por qué Ash no se va de una vez y lo deja trabajar.

—Bien, te dejo entonces— dice Ash.

—Ok.

Finalmente, Ash regresa a sus labores.
Aslan se encierra en su oficina y le dice a Jessica que no desea ser molestado a no ser que sea algo muy importante o si el nuevo fotógrafo necesita algo.

Jessica mira a la otra secretaria.

—¿Ves? Te lo dije hay algo con el señor Okumura— le dice Jessica a su compañera.

—No quería creerte pero ahora que lo dices, es muy raro que él mismo lo haya acompañado a la oficina, y ¿viste cómo le puso la mano en la cintura? ¿Cuándo nuestro querido jefe ha hecho algo así? Si siempre es frío con todo el mundo y hoy parecía tan entusiasmado, mostrándole todo al nuevo.

—Supe que algo estaba pasando desde que el jefe lo contrató, yo misma revisé todas las carpetas y jamás hubiese esperado que él sea el elegido habiendo otros candidatos mejor preparados, además, el jefe mandó exclusivamente a decorar la oficina y a que compren una computadora nueva en solo un día. Nunca ha hecho algo así— indicó Jessica tratando de no hablar tan alto.

—¿Crees que lo contrató porque le gustó el chico?

—No lo sé, podría pensarse que no por que vamos, todos conocemos su carácter, además de que es muy responsable y jamás ha mezclado su vida personal con el trabajo, pero con las cosas que ha hecho últimamente, no lo sé— dijo Jessica mientras tecleaba algo en su computadora— de todas maneras el fotógrafo es guapísimo, tampoco sería raro que lo encuentre atractivo, eso es normal, pero de eso a que le dé atenciones especiales, es algo que jamás, nunca, esperaría de Aslan Jade Callenreese.

—Quizá solo estamos exagerando.

—Puede ser... ah y otra cosa, me ha dicho que le avise si el señor Okumura necesita cualquier cosa.

Ambas secretarias se miraron dudosas, y decidieron dejar de hablar, ya que si Ash se daba cuenta, ambas tendrían problemas, ya han tenido la oportunidad de ver a su jefe enojado.
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Es temprano, pero Ash ya se ha servido algo de vino, está sentado en su escritorio y no está trabajando, solo piensa en una cosa.

—Eiji.





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