Eiji ha mantenido contacto con sus amigos Yut y Sing a lo largo del tiempo que ha estado en Japón, incluso algunas veces Yut se las ingenió para convencer a sus padres de que le permitan vacacionar en la ciudad natal de Eiji, pero, al pasar los años, los deberes, los estudios o simplemente las obligaciones de cada uno, interfirieron para que cada vez Yut y Sing pudieran viajar menos, así que el único contacto que pudieron mantener con Eiji, fue enviarle mensajes de vez en cuando o darle algún "like" en ciertas publicaciones del peli negro.
Eiji incluso ha mantenido contacto con Alex, y de igual manera, al principio se enviaban mensajes casi a diario, hasta que las circunstancias hicieron que se alejaran virtualmente, pero, se llevan lo suficiente para verse en caso de que el destino los pusiera otra vez uno frente al otro.
Eiji sale ese viernes del trabajo muy feliz y aliviado, ya que se ha quemado las pestañas para realizar una buena labor y al fin ese día ha tenido un poco de tiempo libre, está muy contento de ver a sus amigos.
En cuanto a Aslan apenas y le ha visto, es lógico ya que él es el vicepresidente, pero las pocas veces en que han coincidido, Aslan le ha dado un saludo cortante, entonces Eiji ha entendió el mensaje y piensa que es mejor así, mejor no involucrarse demasiado con un ex novio-jefe, nada bueno puede salir de eso.
Mientras Eiji está parado afuera del edificio, un carro de lujo se para frente a él, cuando se abre la puerta puede ver a Yut y Sing, Eiji ingresa al auto y lo primero que hace es abrazarlos.
Yut sigue tan elegante y guapo como siempre y Sing ha crecido tanto que en altura, ha soprepasado a Aslan.
Los tres se ponen al tanto de la vida de cada uno y ambos amigos casi pegan el grito al cielo cuando Eiji les cuenta dónde está trabajando.
—Te juro que esto es bastante inesperado, pero tomando en cuenta que tú mismo solicitaste trabajar ahí, no debió sorprenderte tanto, Eiji, en fin, ¿cómo fue tu encuentro con ese tipo?— preguntó curioso Yut.
—Pues, yo diría que bastante indiferente, si te soy sincero no tengo nada que contarles porque apenas y hemos hablado.
Eiji habla tranquilo de Ash, ha madurado, y no quiere ni tiene por qué ocultarle a sus amigos su relación con Aslan.
—Me alegro, Eiji, sabes que me sorprendió mucho el cambio que tuvo Ash en la escuela cuando te fuiste, mejoró bastante en notas y después cuando lo vi en la misma universidad y facultad que yo, casi me da un infarto, en fin me alegra que no tengas tanto contacto con ese tipo, podrá haberse convertido en un empresario pero sigue siento el mismo idiota.
Yut no le cuenta a Eiji la tragedia que sucedió con Ash, siente que no vale la pena si igual ahora ya ni se llevan bien, en la escuela hubo todo tipo de chismes, se dijo que Aslan intentó suicidarse por la partida de Eiji, otros dijeron que lo hirieron por un conflicto de drogas, incluso se dijo que una de las personas que había sido burlada por Ash en el pasado, lo mandó a matar.
Al principio los rumores corrieron de un pasillo a otro hasta que finalmente a todos les aburrió y dejaron el tema de lado.
Eiji tampoco pregunta mucho acerca de Ash, no es como si sus amigos lo quieran, decide cambiar de tema, ese día quiere relajarse.
Finalmente llegan al bar, es un lugar tranquilo donde pueden bailar o simplemente beber.
Eiji y sus amigos toman una mesa y enseguida un mesero se acerca a ellos, Eiji nunca ha sido bueno para beber así que sólo pide una bebida casi sin alcohol.
—Bueno, Eiji ¡Bienvenido a New York!—dice Yut y Sing lo secunda alzando su bebida.
Han pasado un par de horas y Eiji está un poco mareado, siente ganas de ir al baño y lo hace cuando sale de ahí siente que alguien lo toma del brazo.
—Eiji.
Eiji trata de enfocar bien a la persona que lo ha saludado y no puede creer quién es.
—Shorter.
—Creí que había visto mal pero sí que eras tú ¿cómo has estado? ¿Ya te acostumbraste otra vez a la ciudad?
Eiji está lo suficientemente mareado como para no notar que a Shorter no le sorprende verlo ahí.
—Ah sí, vine con Yut y Sing.
—Ya veo— dice Shorter.
—¿Tú qué haces por aquí?
—Soy accionista de este bar, tengo un restaurante pero también vengo a veces para ver cómo están las cosas— dice Shorter casual— te enviaré unas bebidas gratis.
—Gracias, bueno, vuelvo con mis amigos, si gustas puedes unirte a nosotros.
—Me gustaría, pero yo también estoy con unos amigos.
—Si quieres puedes decirles que vengan también, así somos más y podríamos pasarla mejor.
A Eiji le sorprende lo que dice, ya que él ni siquiera sabe quiénes son los amigos de Shorter, quizá es el alcohol lo que lo ha puesto más relajado y confiado.
—Les preguntaré, si es así ya iré a tu mesa.
—Bueno— dice Eiji y se retira.
Shorter está con unos amigos de su negocio, podría unirse al grupo de Eiji y su primo y pasar una buena noche pero, hay otra persona que también querrá unirse a la mesa de Eiji.
Ha hablado con Ash y sabe por lo que está pasando, desde que eran jóvenes le ha aconsejado y Ash nunca le ha hecho caso, tampoco lo escuchó cuando le dijo que no contratara a Eiji y como predijo, Ash está otra vez deprimido, ahora porque Eiji casi ni le habla y le ignora, Ash se lo ha comentado y le ha dicho cómo eso le afecta.
Shorter siente pena por su amigo y decide ayudarlo esa vez, toma el celular y le marca, al tercer pitido Ash responde.
—Hola, cabrón ¿por dónde estás?
—pregunta Shorter.—Pues en mi departamento, voy a ver una película.
—¿Quieres venir a tomar unos tragos?
—Sinceramente no, estoy muerto de cansancio, lo único que quiero es tirarme en mi cama, ver algo y dormir hasta el medio día.
—Estoy con unos amigos la vamos a pasar bien, anda, no seas perezoso, ven ¿ya te cambiaste?
—Sí, ya me puse la pijama, Shorter, enserio que no tengo animo de hacer nada.
—Ah oye y ¿cómo van las cosas con Eiji?
—Pues igual, cada día me ignora más— dice Ash suspirando— tampoco es que haya tenido muchas oportunidades de hablarle.
—Pues, te tengo una buena noticia, Eiji está en el bar que te digo, nos encontramos aquí y me ha pedido que me una a él con mis amigos, así que si quieres tu oportunidad para hablarle, es mejor que levantes tu trasero de tu cama y vengas.
—Yo... No sé.
—¡Puta madre, Ash! ¿Podrías dejar de cagarla? Antes hiciste muchas estupideces y ahora sigues igual, si quieres ver a tu querido Eiji es mejor que vengas porque si no aclaras las cosas hoy, dudo mucho que lo hagas en tu trabajo, cabrón, en fin tú decides.
Shorter cuelga y Aslan se queda frío, sería un mentiroso si negara que quiere ver a Eiji, que se le acelera el corazón cuando lo ve y que le destroza el alma la indiferencia de este. Sería un total mentiroso si dijera que en estos años lo ha olvidado porque lo cierto es que lo sigue amando, como cuando era solo un adolescente, ahora ya no tiene nada que le impida estar con él, ni sus padres, o su futuro incierto, ahora puede darle a Eiji todo aquello que no pudo, ahora puede hacer las cosas mejor.
Shorter tiene razón, debe dejar de hacer estupideces.
Aslan deja el control remoto a un lado y se va a cambiar de ropa, si se apura en media hora puede estar en el bar.
ESTÁS LEYENDO
¿Te gustan los chicos malos, Eiji?
RomanceUstedes se expresan de él de esa manera pero, de todas formas, ¿qué es lo malo?