Capítulo 34

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La última semana de clases, Eiji ha estado trabajando duro para terminar el colegio con las mejores calificaciones, no ha visto a Aslan ya que el rubio mismo le ha insistido que se concentre en los estudios, Ash afirma que ya tendrán tiempo de verse y estar juntos. Eiji ha querido objetar lo que dice, pero no puede porque eso implicaría que el rubio sepa la verdad, una que no le deja dormir y que apenas lo deja estudiar para los exámenes.

Es viernes por fin y ese día, Eiji termina las clases, los de último año, antes que el resto del colegio.

—Ha sido terrible— le dice Eiji a uno de sus compañeros cuando deja el lápiz al fin terminando su última prueba. La situación se ha tornado muy estresante, incluso una de sus compañeras ha roto en llanto durante el día y se sorprende que él no haya hecho lo mismo. Todos los días Ash le ha estado enviando mensajes deseándole buena suerte, por otro lado, su mamá ha estado haciendo todos los preparativos para dejar el país, incluso ya ha mandado algunas de sus pertenencias a Japón.

Eiji sale de la escuela y va a su casa, lo único que quiere es dormir, Ash le ha invitado a algo así como un día de campo al otro día, así que quiere estar descansado.

Eiji está llegando a su casa, da la vuelta y se encuentra con una moto conocida y a alguien  reposando sobre ella.

—Eiji, hola— dice Alex quitándose el casco— le pregunté a un compañero tuyo, dijo que los de último año ya no tienen que ir a clases así que… ¿damos una vuelta?— le pregunta Alex, extendiéndose otro casco, Eiji acepta y se va con Alex.

Toman un camino hacia un parque un poco lejano y ahí, Alex se detiene, ambos chicos se bajan, Alex le invita a caminar hacia un claro rodeados de árboles, ahí toman asiento.

—Entonces ¿cómo te ha ido? ¿Qué tal los exámenes?

Eiji le cuenta brevemente de las pruebas y trabajos que ha tenido que entregar, mientras habla puede observar que las heridas ocasionadas por la pelea con Ash se han ido curando, está contento.

—Me alegra que te esté yendo bien y que al fin hayas decidido quedarte con ese hijo de puta, cierto, no debería hablar así de tu novio, lo siento.

—No te preocupes— le dice Eiji moviendo la mano para restarle importancia a las palabrotas de Alex— estoy feliz de que te estés recuperando, me hubiese gustado ir a dejarte en tu casa.

—Nah, no tienes que preocuparte por eso, llegué bien, además tu amigo me ayudó a ir, pero debo decirte que ese chico es un demente, me quiso besar estando yo todo golpeado, tuve que ponerle un freno, aún hasta ahora me sigue llamando y ya le dije que deje de hacerlo.

A Eiji no le sorprende, Yut siempre ha sido de esa manera, tiene que salirse siempre con la suya.

—Lo siento es que… bueno así es él, discúlpalo no lo hace con mala intención.

—¡Qué va! Ese tipo es una bestia, ¿qué hago yo con sus buenas intenciones? Espero no volver a verlo nunca.

Eiji solo sonríe, no puede decir nada acerca de eso, la conversación va bien, hasta que Alex le pregunta dónde va a estudiar, entonces Eiji no puede más, quizá es por toda la presión a la que estaba sometido, que se tira a los brazos de Alex a llorar.

—Eiji ¡puta madre! ¿Por qué estas llorando así? ¿Te sientes mal? Deja te llevo al hospital.

—No, no me siento mal— dice Eiji secándose las lágrimas, yo… yo me voy a ir Alex, me voy a ir Japón y no voy a volver.

Alex se queda callado, asimilando las palabras que acaba de escuchar y entiende todo.

—El cabrón de Ash no lo sabe ¿cierto?

Eiji de queda en silencio.

—Eiji ¿por qué demonios no se lo has dicho? ¿Cuándo te vas?

—Pienso que en un mes o quizá menos, aún no lo sé.

—Pero Eiji ¿qué estás esperando? ¿Que falte un día para hacerlo? ¿O acaso es que quieres vengarte de él?

—Claro que no, no quiero eso, tengo miedo de hacerlo, yo no quiero irme Alex, no quiero.

Eiji se limpia la nariz que está toda roja Alex tiene pena de él, su rostro siempre le ha parecido adorable desde que lo conoció cuando casi lo atropella con la moto.

—Ya, ya, entiendo, mira la vida es una putada, hay cosas con las que no puedes luchar y esta es una de ellas, bien podrías decirle a tu mamá que no te vas y hacer todo lo posible por quedarte pero ¿qué implicaría todo eso? No es una buena idea, es una mierda lo sé, más bien no sé, no tengo idea de qué putas puedo decirte, pero tienes que ser fuerte y sobre todo, decirle a Ash lo que está pasando. No seas cobarde, debes decírselo, ya verán los dos qué hacer, se supone que se quieren ¿no?

—Es que, no sé lo que va a pasar, tengo miedo de que todo acabe, no quiero que acabe.

—Eso es algo que puede pasar, no me mires así tienes que ser realista, a menos que ambos decidan seguir juntos aún con la distancia, incluso si es así va a ser muy duro, oye pero pase lo que pase, tú debes hacer lo correcto y hablar con él.

—Lo sé, yo… lo voy a hacer.

—Te entiendo pequeño saltamontes— dice Alex mientras lo abraza, acaricia su cabeza y le da un pequeño beso en la frente— estas cosas del corazón son una mierda, por eso no es bueno enamorarse, uno siempre sale sufriendo, aún así, muchos se lanzan a ello, oye, no me gusta que llores, esa carita que pones me rompe el corazón— Alex le toma de las mejillas con ambas manos y lo obliga a mirarlo a los ojos— Eiji, yo siempre he pensado que eres de esas personas que hacen lo correcto y debes hacerlo ahora, aceptar las consecuencias y vivir con eso, si necesitas a alguien para conversar no dudes en llamarme, aunque admito que también se me hace feo saber que te vas, te tengo mucho cariño. La vida es así, Eiji, casi nunca vas a tener lo que quieres, debes superarlo— mientras se miran, Alex baja un poquito la cabeza y finalmente sella sus palabras con un beso suave en los labios de Eiji.

Ya finalizando la tarde, Alex deja a Eiji en su casa, su madre lo felicita por haber aprobado todo con un buen promedio, ya solo queda la ceremonia de graduación, Eiji sube a su habitación y se encuentra con el mensaje que esperaba. Ash también le felicita y le confirma la hora para su día de campo. Eiji decide contarle todo el día de mañana.

¿Te gustan los chicos malos, Eiji? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora