Capítulo 56

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-Vamos a estar juntos de ahora en adelante ¿Cierto?

Eiji suspira, estar en los brazos del rubio le recuerda que esto es lo que quiere, desea empezar de nuevo y esta vez, estar con Ash de manera apropiada. Ambos han sufrido bastante ya.

-Sí-responde Eiji en medio de un suspiro-vamos a estar juntos.

Escucha a Ash soltar una risita, y le sorprende, nunca le ha oído soltar una "risita".

-Me alegra que al fin después de tanto tiempo podamos estar juntos sin problemas. Pero eso sí, Eiji, cómo se te ocurra irte otra vez yo...

-Vale, vale, no me voy a ir.

-Bueno, igual si es que te quisieras ir ahora sí puedo seguirte hasta el mismo infierno.

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Después de haber estado acostados por un rato, ambos deciden que es hora de levantarse y Ash invita a Eiji a desayunar a un restaurante cercano a su departamento. Ya le ha dicho que se mude a vivir con él.

-Te digo que cuando vi que eras el vicepresidente financiero, casi me da un infarto. La verdad no esperaba que hicieras lo que tus padres querían. Yo te imaginada viajando por todo Estados Unidos.

Ash suelta una carcajada al imaginarse la situación.

-¡Qué va! Si hubiese hecho eso estaría como viviendo como un indigente sin oficio ni beneficio.

-¡Ash! No digas eso, no todas las personas en situación de calle es porque no tengan oficio o algo aparecido.

-Eso lo sé, pero en mi caso sí que hubiese sido porque no me dio la gana de aprovechar las oportunidades... a propósito, apenas voy notando que has comenzado a llamarme Ash.

-Ah, no lo había notado-dice Eiji mientras toma su taza de café-¿Fue difícil? -pregunta Eiji.

-¿Qué cosa?

-Tomar una decisión.

-Bastante, pero no me arrepiento. Por cierto ¿Cómo está tu hermana, tu mamá?

-Bastante bien, mi hermana está en su segundo año de universidad , mi madre sigue trabajando pero tiene pensado jubilarse pronto y ayudar a mis abuelos.
Se va a morir cuando sepa lo de nosotros.

-Bueno, ahora quizá ya piense que soy un buen partido.

Eiji no responde, porque sabe que es cierto.

-¿Y los tuyos cómo están? Me refiero a tu familia.

-Mis padres están bien, tenemos tres empresas, mi hermano y yo nos hacemos cargo de dos, mi papá y mi madre en cambio están a cargo de la más pequeña, también dejaran de trabajar pronto. Ah por cierto, mi hermano se divorció hace unos años, supongo que la "mujer ideal" para mis padres no era la misma que para mi hermano. Ellos eligieron a alguien "de nuestro círculo" -dice Ash recalcando las comillas con los dedos.

-¡Vaya! Debe ser estresante venir de una familia acomodada como la tuya.

-Claro, no todo siempre es color de rosa pero, nosotros no siempre tuvimos dinero.

Eiji se queda con la tostada a medio comer, siempre pensó que la fortuna de los Callenreesse venía de generaciones.

-Mentira.

Ash suelta una carcajada.

-No te estoy mintiendo. Cuando era niño vivíamos en una pequeña casita en Cape Cod, mis padres tenían un restaurante, no nos iba mal pero tampoco éramos ricos. Era una familia muy normal, mi madre cocinaba en el restaurante, íbamos a la escuela del pueblo, y yo estaba en el equipo de baseball, típica familia americana. ¿Sabes? Recuerdo haber sido muy feliz en esa época, mi mamá era bastante cariñosa con nosotros, mi padre siempre ha sido un poco indiferente pero de cualquier manera nuestra familia funcionaba bien, mis padres se querían y lo demostraban a cada momento, yo sentía que no me faltaba nada. Hasta que un día, mi papá compró un boleto en el Power ball y ¿Qué crees? Ganó 400 millones de dólares ¿Te imaginas eso? Yo por ese entonces tenía ocho años, sabía que algo muy bueno había sucedido en mi familia porque ese día fuimos a un restaurante de lujo a festejar, pero yo no entendía la magnitud de lo que había sucedido, lo empecé a notar después.

Ash le da un sorbo a su jugo mientras Eiji lo escucha con atención, alentándolo a continuar.

-Lo noté cuando nos cambiamos de ciudad, compraron una casa enorme, cuando me pusieron en una escuela muy cara y también cuando la actitud de mis padres cambió.
Recuerdo a mi madre sermonearme todos los días, diciéndome que tenía que cuidar con "quién me juntaba" o "que algunas personas ya no eran iguales a nosotros" como ambos son contadores fundaron la primera empresa y ahí fue donde definitivamente se convirtieron en otras personas. Uno pensaría que con tanto dinero lo que menos habría son problemas pero al contrario, mis padres cada vez peleaban más y más yo me preguntaba ¿Por qué no se separan? Ya de adulto entendí que había mucho dinero en juego y lo que a ambos les convenía era seguir juntos. Llegué a odiar a mi familia porque pese a que me daban todo lo necesario, sentía que cada vez controlaban cada aspecto de mi vida, la comida, las amistades, hasta mis gustos y no de una forma saludable, creo que fue por ese entonces que me puse "rebelde" con ellos.
Hacía exactamente todo lo opuesto a lo que querían, por eso terminé en nuestra escuela, que es pública ya que fui expulsado de muchas privadas.

-Vaya, ¿Por qué nunca me contaste eso?

-Porque no lo creí necesario, además tú nunca me presionaste o cuestionaste el por qué de mi actitud, sentía que contigo no tenía necesidad de dar explicaciones porque me querías tal cual, nunca quisiste saber por qué era como era y eso a mí me encantaba. Nunca quisiste que fuera otra persona, me amabas con mis virtudes y defectos, más defectos ahora que lo pienso. Fue la primera vez que estuve cómodo con alguien.

Ambos se sonríen.

-No sé en qué punto exacto de mi vida adquirí ese carácter de mierda, creo que fue entre los 12 o 13, ya sabes la pubertad es una putada, la voz se me puso horrible y la ropa cada vez me quedaba más chica, no me entendía ni yo mismo, me daba rabia porque yo quería volver a ser tan feliz como lo era en Cape Cod.

-Espera, Ash ¿Es por eso que siempre decías que querías fugarte conmigo allá?

-Sí, quería que seamos los dos felices en el lugar que me vio crecer sin que nadie nos molestara, solo tú y yo tomando sol en la orilla del río y comiendo comida chatarra hasta empacharnos ¿a qué es muy cursi? ¿Cierto?

-Sí, es muy cursi.

Dice Eiji riendo

-Oye, que te abro mi corazón y tú te burlas.

-Es solo qué, me parece increíble saber todo eso.

-Y no es todo, créeme, ya irás conociendo más cosas, pero por lo pronto, quiero que te vengas a vivir conmigo si es posible hoy mismo.
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