Capítulo 19

990 129 110
                                    

Eiji quiere saber qué fue lo que sucedió, ¿cuándo? ¿cómo? Y sobre todo... ¿por qué? Trata de recordar, investiga hasta en lo más profundo de su cerebro, recapitula cada palabra, cada acción, cada respuesta, pudo haber sido todo y a la vez nada.

No entiende, no quiere entender, si lo hubiesen dejado habría sido sin duda muchísimo mejor, le habría dolido, pero por lo menos no estaría tan confundido como ahora.

No se puede concentrar, no tiene hambre, lo único que ocupa su mente es Ash, Ash y la última mirada que le dio, Ash ignorándolo, Ash pasándole el brazo a la chica rubia.

No le ha visto en el colegio, parece que lo está evitando a toda costa, él quiere hablar, pero Ash es cruel, no le dice nada, no le llama, ni siquera ha sido capaz de terminar lo que sea que tuvieron, si no fuera por los mensajes y fotos que tiene, juraría que ha imaginado todo lo que ha vivido con el rubio.

Y todo pasó tan rápido, duro y sin anestesia, nadie le avisó, ni le anticiparon, aun peor, pasó delante de sus amigos, no pudo explicar porque ni él sabía que estaba pasando.

Estaba en el centro comercial con Yut y Sing, compraban helados ya que Ash no le había contestado el mensaje cuando le había pedido salir, desde su última cita, no habían podido casi verse, entre malos entendidos con respecto a "te espere, y como no llegaste me fui" "sí, es que el maestro nos obligó a quedarnos y para cuando salí ya te habías ido" "te escribí en la noche" " estaba cansado y me quedé dormido" ni siquiera habían podido hablar correctamente, Eiji piensa que esa fue la razón, aunque en el fondo sabe que no es eso.

No ha podido hablar con Ash, no le ha visto y cuando le invitó a salir, no recibió respuesta, por eso fue con sus amigos.

Ahí es cuando sucedió eso que lo dejó en shock, Eiji pide su helado, se sienta con sus amigos en una de las pequeñas mesitas, están hablando y al otro lado de la calle distingue dos cabezas rubias, una de ellas le resulta familiar, demasiado, enfoca la mirada y es ahí cuando Eiji deja de respirar por un momento.

Ash Lynx está con unos chicos que no conoce, Ash está riendo con ellos, Ash está caminando abrazado con una chica rubia. Quizá por la intensidad de la mirada de Eiji, Ash voltea y ambos se miran, el lince no tiene expresión, solo lo mira y lo ignora, como si no fueran nada.

Eiji se quiere morir, Yut nota lo que pasa y también observa al rubio seguido de Sing.

"¿Qué ya terminaron?"

"No"

Responde Eiji a punto de llorar.

"¡Hijo de puta!"

Sing deja el helado a un lado y se levanta de su asiento, Eiji sabe perfectamente lo que va a hacer y lo detiene porque no quiere que se arme una pelea.

"Eiji, ¿qué diablos está sucediendo? ¿Quién es esa tipa?"

El pelinegro está tan o más confundido que sus amigos no sabe qué decir, solo quiere llorar, le tiemblan las manos, y las lágrimas se le escapan una tras otra.

Yut no puede más y lo guía a su auto, lo llevará a su casa.
Una vez ahí Eiji llora, sus amigos quieren consolarlo pero no saben qué decir porque no saben exactamente qué está sucediendo, así que llegan a la conclusión que han tenido todo este tiempo. Ash Lynx es un hijo de puta que solo estaba jugando con Eiji. Sing quiere ir a golpearlo, obliga a Yut que le de su dirección, Eiji no lo permite, no sin antes hablar con Ash.
Sale al balcón y le marca.

Un pitido... dos pitidos... tres pitidos...

Marca una y otra vez hasta que el teléfono está apagado y al fin lo comprende.

¿Te gustan los chicos malos, Eiji? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora