Eiji se despierta desorientado, le toma unos segundos asimilar dónde está y con quién. Poco a poco va analizando a su alrededor, está en su habitación, ya casi anochece y está encima de alguien, alza la mirada y se encuentra con el rostro de su novio. En un principio siente miedo por la situación en la que se encuentran, pero una vez que ha despertado bien, entiende que no hay nada de que preocuparse.
Lo ha hecho con su novio, no fue una situación extraña, no hubo anticipación ese día, ni siquiera se despertó pensando que perdería su virginidad. Se siente feliz de que sea así, fue lindo y de cierta manera muy normal. Ash lo mira y acaricia su rostro, nadie dice nada porque ninguno sabe qué decir, están un poco incómodos.
Ash es el primero en hablar.
"Ugh... Bien, sé que esto es lo más obvio para preguntar pero necesito saberlo ¿qué tal estuvo?"
Eiji aprieta los labios, es que él mismo se siente raro, le duele un poco los muslos y caderas pero está muy feliz, tanto que siente una opresión en el pecho, recuerda esa sensación, parecida a cuando era niño y su padre los llevaba de vacaciones, Eiji se ponía tan contento que ni siquiera podía dormir.
"Pues me dolió, pero mucho menos de lo que pensé que iba a hacerlo, leí toda clase de cosas, estaba asustado pero finalmente llegué a disfrutarlo. Me gustó"
Eiji mira a Ash respirar aliviado y después de besarse un poco más, el rubio decide regresar a su casa, una vez solo Eiji se tira sobre su cama y se tapa la cara, abraza su conejo de peluche y rueda sobre él. Siente que debe darse un baño pero no quiere porque el olor de Ash se le ha pegado en el cuerpo, si se ducha se le irá, aun así lo hace, se baña y logra relajarse.
Cuando sale de la ducha y se quita la toalla, se mira al espejo, ve las marcas que Ash le ha dejado en el cuerpo y siente que desde hoy su cuerpo ya no le pertenece, ahora es del lince.
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"Al principio de una relación de pareja se producen sensaciones con un altísimo nivel de intensidad fruto de los altos niveles de dopamina, testosterona y norepinefrina que segrega nuestro cerebro y que nos hacen sentir eufóricos, hiperactivos y provoca pérdida de apetito. También se han registrado bajos niveles de serotonina, que es la responsable de la obsesión por el objeto de nuestro amor. Pero biológicamente, nuestro organismo no puede soportar esta situación durante mucho tiempo, por lo que provoca el descenso de esa sobrecarga química."Eiji cierra la página que estaba leyendo justo en el momento que llegan sus amigos, almuerza con ellos dos o una vez a la semana porque no quiere que su relación con el lince afecte su amistad, quiere mantenerse equilibrado.
Yut se sienta junto a él y como siempre empieza a hablar de sus amoríos que nunca duran mucho, Sing últimamente no suele platicar mucho en sus conversaciones, Eiji quiere que vuelvan a llevarse bien como antes. Mientras Yut habla Eiji no puede dejar de pensar en lo que ha leído, no tiene un motivo real, simplemente él es así, le molesta, se enoja consigo mismo, es como sus tías que buscan " dolor de cabeza" en Google y creen cuando en los resultados sale "tumor de cerebro"
Es un exagerado y debe trabajar para dejar de serlo.
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Eiji y Ash están en el parque, en una sucia banca cerca de unos juegos que nadie ha usado por años, el lugar es horrible, pero a ellos les encanta estar ahí, como el lugar es feo, casi no pasa nadie por ahí, como no hay casas ostentosas, no hay ladrones y como es un lugar abierto, no hay vagos. Es un lugar perfecto para ellos, ya que pueden besarse y tocarse sin que nadie los moleste."Entonces Yut dice que no quiere tener hijos nunca, dice que odia los niños"
Eiji está sentado sobre las piernas de Ash, el rubio le besa el cuello mientras Eiji le cuenta sobre sus amigos, pero los besos del lince no le dejan concentrarse.
"Ash, basta ya que no puedo hablar"
"Bien, bien... pero bueno, no es para menos, tu amigo es un mimado, jamás podría tomar una responsabilidad como un bebé, un hijo no es cualquier cosa. Las personas piensan que con darle cosa materiales a sus hijos es suficiente, saben cuánto pesan o a qué curso van, pero no les interesa nada más, los niños son para que sean felices"
Es la última cosa que Eiji hubiese pensado que Ash dijera, tiene muchos motivos asombrarse por las palabras de su novio.
"Tú... ¿Quieres tener hijos?"
Ash, dijere su vista al horizonte, piensa un poco.
"Pues supongo que sí si es contigo ¿tú no quieres?"
"Sí me gustaría, cuando seamos más grandes, pero somos chicos, Ash no podemos."
"Podríamos adoptar uno, aunque me gustaría alguien como tú, algo así como una mini versión de ti, Eiji"
Eiji se queda perplejo, jamás imaginaría que Ash le dijera algo tan lindo.
"¿Por qué quieres que sea como yo?"
"Porque eres un buen chico"
La tarde termina muy bien, con ellos dos tomados de las manos, Ash deja a Eiji en su casa, cuando entra empieza a hacer tu tarea, tiene poco pero no puede concentrarse bien por lo feliz que está, es tan feliz que teme que se termine, de alguna forma sabe que su relación será puesta a prueba cuando tenga que irse a la universidad, no cree que su relación termine, siempre puede estudiar fotografía en New York, no se verán tan seguido como ahora pero de alguna forma funcionará, quizá Ash quiera estudiar en su misma universidad y puedan estar juntos. Puede que sea así.
No, quiere que sea así, no quiere que pasen cosas que lo separen de Ash, por primera vez no quiere aceptar simplemente su destino, tiene que sacudirse de una vez por todas y luchar por lo que quiere, quiere ser valiente como Ash, siente que él lo inspira a ser alguien mejor. Lo primero que debe hacer es decirle a su mamá que quiere estudiar fotografía.
Durante la cena, Eiji decide que es ahora o nunca, "valentía" se repite una y otra vez.
"Mamá, quiero decirte algo muy importante"
Su madre lo mira asustada, termina de masticar lo que tenía en su boca y pone la cuchara a un lado.
"Mamá, yo... yo no quiero estudiar medicina, no me gusta"
Eiji suelta de golpe sus palabras, ha bajado la mirada así que no sabe la expresión de su madre. Cuando por fin se decide a mirarla lo recibe una expresión que no esperaba.
"¡Por Dios, Eiji casi me matas de un infarto, no vuelvas a hacerme eso! Creí que pasó algo malo"
Eiji no entiende la situación y cree que no ha sido claro con su mamá, así que repite otra vez lo que quería decir.
"Mamá yo no quiero estudiar medici..."
"Sí, sí, ya entendí, bueno no podemos hacer nada si es tu decisión, Eiji pero eso sí, debes estudiar algo, no puedes estar de vago y es tu último año, debes decidir ya"
Eiji perplejo responde.
"Yo ya sé qué seguir, quiero ser fotógrafo"
Su madre vira los ojos, suspira entre enojada y resignada.
"Bien si eso quieres, pues que sea así, aunque no entiendo como desperdicias tu inteligencia, y toda tu participación en enfermería"
"Nunca me gustó ir allá, solo lo hice porque tú me lo dijiste"
"Bien, ya entendí, debes empezar a prepararte si eso es lo que deseas, Eiji ya lo sabes, nunca me has decepcionado y de paso sería bueno que alientes a tu novio a buscar algo qué hacer de su vida, eso de que no sepa ni a dónde va y viene no me gusta"
"Bueno"
Responde Eiji y sonríe, es que su madre no lo entiende Ash no es un flojo ni holgazán, solo está decepcionado de muchas cosas, necesita alguien que lo quiera tal como es y Eiji lo hace, no le cambiaría nada, nunca.
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¿Te gustan los chicos malos, Eiji?
RomanceUstedes se expresan de él de esa manera pero, de todas formas, ¿qué es lo malo?