[5]

68 6 0
                                    

En la cabeza del castaño esa noche iba a terminar de otra manera, seguramente con el y Jimin comiendo hamburguesas con papas fritas, mientras miraban el amanecer y hablaban de la vida, con la cantidad de razonamiento que solo un par de borrachos con resaca podrían tener. No obstante, no todo había salido como su mente había imaginado.

Desde su pequeña charla con el azabache, las cosas se pusieron algo calientes, y no en el sentido que él hubiera querido.

- ¿A estas alturas sigues creyendo que ganas en las carreras porque eres bueno? Enano, nadie pasa los sesenta kilómetros por hora cuando corren contra ti... Y yo, no soy de poner las manos al fuego, pero apuesto lo poco que me queda a que es porque tu papi se encarga de que así sea. - le escupió con sinceridad y crueldad, mirándolo a los ojos. - Y más te vale no pasarte de listo conmigo, porque tu padre no me da miedo, yo no tengo nada que perder.

Algo dentro de Taehyung tembló, quizás era la verdad en las palabras ajenas lo que lo hacía quedarse helado y hasta algo dolido. No es que el no supiera cómo funcionaban las cosas, la mayoría de las veces era todo más que evidente ante sus ojos, pero oírlo de alguien que realmente no conocía, lo hacía sentir impotencia.

- N-no me das miedo... ¿Te crees muy rudo solo por tener ropa negra y tatuajes? No vuelvas a amenazarme porque sabemos quién es el que está en desventaja aquí.

Lo único que pudo oír, fue la risa ronca de Jungkook, seguida de un golpe seco en su hombro, el cual se debía a que el mayor paso por su lado, golpeándolo intencionalmente con bastante fuerza.

A pesar de que estaba muy enojado, prefirió quedarse quieto, no quería generar más conflictos, o no por ahora.

- Oye grandulón! Te apuesto a qué Taehyung te parte el culo en una carrera de cien metros! - gritó su amigo Jimin, quien estaba un poco pasado de copas, pero muy al tanto de lo que acababa de decir.

Aquello, de alguna manera hizo que el azabache frenara en seco, girándose nuevamente y mirando a ambos menores, al igual que todos los presentes allí. No siempre alguien retaba a Jeon, y no era algo que alguien quisiera perderse.

- ¿Ah sí? - le pregunta tranquilamente, sonriendo de costado. - ¿Cuál es la apuesta?

Él castaño rápidamente trago con fuerza, parpadeando repetidas veces, tenía un brazo quebrado, esto no podía estar sucediéndole a él.

Pero efectivamente sucedió, ¿A caso algo o alguien iba a impedir qué Taehyung corriera con un brazo menos? Los reglamentos no existían allí... Y es por eso que veinte minutos después, el azabache montaba un Chevrolet Camaro, el cual había sido prestado por su mejor amigo Yoongi. Mientras que el pobre Taehyung estaba sudando frío en su Honda génesis.

Una pequeña multitud rodeaba ambos coches, los cuales ya estaba en la línea de salida, era un trayecto simple, recto y de cien metros, el que primero llegue, ganaba.

En este tipo de encuentros, se sabía a ciencia cierta cuales eran las buenas rachas y cuáles eran las malas, parecía simple pero no lo era. Todo se definía en la salida, dependía completa y únicamente de como el piloto lograba acelerar en esas milésimas de segundos. Si las ruedas traseras patinaban, la carrera estaba perdida.

Por suerte para el castaño, siempre había sido bueno en las salidas, pero en todas esas ocasiones había tenido dos manos, y ahora no tenía ni la más mísera idea de cómo comenzar sin que el auto se vaya contra un costado, pues la prioridad ahora mismo era la palanca de cambios, el volante estaba a su libre albedrío, solo podía rezar que no se mueva por sí solo en los primeros metros.

JungKook sabía que podía ganar con los ojos cerrados, eso no le gustaba, pero tampoco le gustaba perder, mucho menos lo haría contra aquel niño riquillo que se había hecho el valiente. Tampoco era ningún idiota, el premio era bueno, y lo necesitaba, ¿Debería tener empatía por el pobre manco? por supuesto que no.

Fue en ese entonces, cuando la joven de piernas largas y torneadas se encaminó entre ambos vehículos, sosteniendo dos banderas verdes, sus caderas se movían de lado a lado, provocando silbidos en uno de los sectores de la multitud, Taehyung solo pudo rodar los ojos en desagrado.

Cuando ambas banderas estuvieron en lo alto, ambos encendieron los motores, estos rugieron con fuerza un par de veces, haciendo a todos gritar.

- ¿Crees que Kim gane? - Yoongi le preguntó en un susurró al rubio, quien bebía tranquilamente una cerveza.

- Por supuesto que sí, es pan comi... - Pero el pequeño Park no pudo terminar la frase, algo había acaparado su atención, o más bien, alguien. - ¡Oye, oye! ¡No! - gritó intentando meterse a la pista al visualizar a un hombre con traje abrir el auto de su mejor amigo, bajándolo casi en el aire.

Taehyung no comprendió ni por asomo lo que ocurría, solo supo que la policía había entrado al lugar dos segundos después de que uno de los hombres de su padre se lo llevará de allí, dejando su auto a la deriva, al igual que al pobre azabache, y a la dichosa carrera que debía ganar.

- Mierda... - jadeó Jimin al ser esposado por un oficial de policía, mientras veía como subían a JungKook y a Yoongi a la patrulla frente a él.

Si, sin duda sería una noche sin hamburguesas.

The Race. [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora