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Siendo aproximadamente las diez de la noche en la ciudad de Seúl, Jungkook se encontraba con sus manos enterradas en el motor de un auto.

- ¿Como vas con eso? - preguntó Yoongi mientras se acercaba a su mejor amigo, con dos botellas de cerveza en mano.

Un suspiro abandonó los labios del azabache cuando elevó su mirada de donde estaba trabajando, y tomaba un trapo para limpiarse las manos. - Es una basura... - le respondió con fastidio.

- Tranquilo hermano, ya lo harás funcionar... - lo tranquilizó con una sonrisa, pasándole una de las botellas de cerveza.

- Eso espero, ya me tiene harto. - le dijo, mientras abría la botella y le daba un trago. - ¿Ya cenaste?

- Si, vengo de la casa de Jimin... - le respondió tranquilamente, mientras lo miraba. - Y por tu cara tu deberías hacerlo. - le dijo risueño.

Un bufido se escuchó por parte del azabache, asintiendo luego. - Se me fue todo el día trabajando en este auto inútil. Ni siquiera tuve tiempo de ver mi celular... - recordó, buscando el aparato con la mirada, encontrándolo en la mesa de su garaje a unos metros suyo.

- ¿Por qué tan insistente con ese auto? Con el dinero que cuesta arreglarlo te puedes comprar uno mejor... - preguntó confuso Yoongi.

- Ya te expliqué que es importante para mí. - susurró algo distraído ya que leyó un mensaje en su celular que llamó demasiado su atención.

- Y no entiendo porque... - dijo su amigo antes de desaparecer por la puerta que llevaba al baño.

"Numero desconocido; Hola Jungkook, espero que no te moleste que haya rastreado tu número, pero quería preguntarte si no has visto en tu habitación mi pulsera... La llevaba puesta la noche que estuvimos juntos, y tiene mucha importancia para mí. Por cierto, soy Taehyung."

Una sonrisa se apoderó de los labios del azabache, quien notó que le mensaje fue enviado hace aproximadamente una hora y él no lo había oído. También recordó haber encontrado aquella pulsera de oro o bañado de él, muy delicada y hermosa. No es como si muchas personas hubieran visitado la habitación suya aquel tiempo, pero si así hubiera sido, no habría dudado sobre a quien le pertenecía aquella joya. Todo en ella gritaba elegancia, belleza y Taehyung.

"Jungkook; Me interesa saber cómo conseguiste mi número, solo por curiosidad... Y si, encontré tu pulsera, comienzo a creer que la dejaste con el propósito de verme de nuevo."

Comenzó a organizar todas sus herramientas, sin ser verdaderamente consciente de que mantenía una sonrisa ladina en su rostro y un suave brillo en sus ojos.

En otro lado de la ciudad, Taehyung se encontraba en su habitación, mientras miraba una película bastante aburrida sobre romance, justo cuando recibió la respuesta del mayor. Rodó levemente sus ojos al leer el mensaje, mientras comenzaba a teclear una respuesta.

"Taehyung; Pues si así hubiera sido, créeme que no habría dejado aquella pulsera, era de mi madre. Por favor en cuanto puedas avísame e iré por ella."

Dejando su celular a un lado y sintiendo su panza crujir de hambre, se levantó de su cama con la intención de tomar una ducha antes de ir a comer algo a la cocina, no obstante, el sonido de su celular nuevamente lo distrajo.

"Jungkook; Pues... Si aún no has cenado y estas desocupado, puedes venir ahora."

Sin siquiera notarlo un suave sonrojo de apodero de las mejillas del menor, no se esperaba para nada una propuesta así por parte del azabache. Pero no podía mentir, no le disgustaba en absoluto.

[...]

Taehyung no supo realmente en qué momento había ocurrido todo, pero en ese preciso instante se encontraba tocando la puerta de la casa de Jungkook, sosteniendo en una de sus manos una botella de vino de la bodega privada de su padre. Quien aún se encontraba fuera del país en un viaje de negocios.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2023 ⏰

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The Race. [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora