Eran las once de la mañana cuando los rayos solares golpeaban su nuca mojada por el agua de la ducha, las gotas se deslizaban por todo su cuerpo, enjuagando los vestigios de la noche pasada. El poco alcohol que había ingerido estando en compañía de su mejor amigo, ahora ya no formaba parte de su sistema, por lo que no podía encontrar una excusa muy creíble aun del porque se encontraba en el baño de Jungkook, luego de haber tenido una noche de poco descanso junto al mismo.
- ¿Desayunas? - la voz del azabache se escuchó a través de la puerta que separaba el baño del resto de la casa que Taehyung había conocido hace pocas horas.
Con sus ojos cerrados por culpa del impacto de las gotas que caían sobre su rostro, Taehyung comenzó a recordar cómo es que se encontraba en aquella situación.
Horas antes, sus manos se encontraban aferradas a la cintura del azabache cuando este subió la velocidad de su motocicleta, sin saber cuál era exactamente el rumbo que estaban tomando. En aquel momento el menor decidió confiar. Al parecer estaba comenzando a notar que la presencia ajena no le desagradaba tanto como en un principio pensaba.
Al llegar, todo paso muy rápido, ambos tenían el recuerdo de la noche en la que sus cuerpos se conocieron, por lo que no dudaron en hacer el mismo recorrido que sus manos hicieron aquella vez. Quizás el alcohol ayudo a que eso suceda con tanta ligereza. Sea como sea, Jungkook despojó al castaño de todas sus prendas en cuanto este le dio a entender que podía hacerlo.
Lo siguiente en suceder fue que sus bocas se encontraron en fogosos besos, a veces eran largos y otras no tanto. Pues estaban ocupando sus mentes y cuerpos en otros movimientos. Las caricias eran alternas entre el cariño y la lujuria, siendo esta ultima la que ambos lograban comprender a la perfección, quedando rezagada la restante, casi que siendo ignorada a propósito.
Cuando el momento de estar recostados llegó, el menor subió su propio cuerpo sobre el contrario, besando sus labios con deseo y pasión, mientras que sus manos bajaban por su abdomen, acariciando y apreciando cada curvatura que sus músculos otorgaban. Tomó su miembro con una de sus manos y comenzó con un suave vaivén que deleitaba al azabache, quien recorría el cuerpo del contrario, apegándolo a él en un intento de fusionarse.
- ¿Tienes condones? - susurró un agitado Taehyung, separándose de sus labios solo para poder hablar, abriendo sus ojos pesadamente para mirarlo.
Recibiendo un asentimiento por parte del mayor, lentamente fue recostado en la cama, teniendo vista de cómo Jungkook se incorporaba de la posición en la que se encontraban y caminaba unos pasos hasta un mueble de cajones dentro de la habitación. De uno de estos, el mayor tomó con sus manos un par de sobres metálicos y volvió a dirigirse hasta la cama.
- Compre lubricante... - dijo el azabache, teniendo la voz ronca debido a la situación en la que se encontraba. - El que dijiste que te gustaba.
Sorprendentemente, Taehyung sonrió por el detalle en vez de hacer alguna broma o comentario sarcástico al respecto. - ¿Fui tu primera vez con un hombre? - preguntó en un susurro, mientras miraba los movimientos del contrario, encontrándose boca arriba en la cama y solamente vestido con su ropa interior.
Mientras dejaba el lubricante y los condones junto al menor, Jungkook comenzó a repartir besos por el cuerpo del castaño, comenzando por su cuello y descendiendo lentamente. - No exactamente, pero se podría decir que sí. - susurró en su oído, antes de bajarle el bóxer y dejarlo a un lado.
Fue en aquel momento en el que ambos se miraron a los ojos, estando desnudos y tocándose mutuamente, sintiendo que el tiempo dejaba de fluir y que ya no importaba.
- Mmm... Me gustaría saber a qué te refieres. - exclamó coqueto Taehyung, mientras tomaba el lubricante y lo abría, para poder derramar un poco sobre la mano del mayor, quien estaba esperando con su mano extendida.
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The Race. [KookV]
FanfictionAmbos hostiles y con aires de grandeza. Jeon JungKook y Kim Taehyung eran dos jóvenes que jamás se hubieran cruzado de no ser por un pequeño incidente en una noche lluviosa. Conocían lo que era el dolor, también la frustración de no poder cumplir su...