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En el televisor de la casa de Jungkook se reproducía una película que su amigo Yoongi había elegido, ambos habían decidido cenar juntos y luego verla para matar el tiempo de la noche. Lo que no esperaban en lo absoluto es que se tratase de romance, y con un final más que triste.

- Es una tonta... - susurró con sus ojos llorosos, mientras sorbia su nariz y miraba la pantalla del pequeño televisor frente a él.

El azabache mientras negaba con su cabeza, sacó la película de la pantalla cuando esta llego a los créditos. - No, lo amaba... - susurró bajito, mientras se acomodaba el cabello. - ¿Por qué me hiciste poner una película tan triste? - reprochó.

Yoongi rio entre lágrimas y negó con su cabeza, mientras rellenaba su copa de vino y volvía a acomodarse en el sofá. - No sabía que era tan emotiva, me la recomendó Jimin.

Jungkook solamente asintió en respuesta, levantándose de su lugar y recogiendo los platos que habían usado durante la cena. Ambos habían decidido pedir a domicilio, para celebrar el nuevo hogar del menor. - ¿Que tal estas con él? - le preguntó curioso, encaminándose hacía la cocina que quedaba a unos pocos metros de la sala, y que tenía vista a ella.

El pelinegro se giró en su asiento y lo miró con una pequeña sonrisa. - Pues muy bien, me siento muy feliz a su lado, solamente que a veces siento que no le doy lo que merece.

- ¿A qué te refieres? Yo lo veo muy bien contigo... - dijo convencido, recordando todas las veces que los había visto juntos, momentos en los cuales el rubio había estado más que cómodo junto a su amigo, riendo y divirtiéndose.

- Si, la pasamos muy bien juntos. - asintió al respecto, dándole la razón y sin despegar su mirada de su copa de vino, la cual estaba en una de sus manos.

- ¿Ahora es donde viene el "pero"? - le preguntó, mientras secaba los platos.

Una risa seca brotó de los labios del mayor, mientras formulaba las palabras adecuadas para explicarle a su amigo lo que pasaba por su cabeza. - Creo que si... - susurró, dándole un trago al vino antes de comenzar a hablar. - El otro día hablamos sobre nosotros, me confeso que siente que no le doy importancia, que se siente solo a pesar de estar conmigo.

Jungkook detuvo sus acciones y lo miró, elevando sus cejas en señal de confusión, debido a que, desde su perspectiva, el mayor estaba más que pendiente del menor.

- Y lo entiendo, a veces no estoy tan atento como debería, lo quiero y él lo sabe, pero creo que no le estoy dando suficiente. - el mayor continuó, su mirada perdida en el vino. - Me siento un inútil, Jimin se merece el cielo y no sé cómo dárselo...

Luego de comprender en parte lo que ocurría, el azabache se aclaró la garganta y se acercó nuevamente a la sala. - Creo que el cielo es algo grande, supongo que te está pidiendo detalles que quizás hasta ahora no has tenido... Como por ejemplo enviarle un mensaje de los buenos días a diario, preguntarle como le va con las cosas que le gustan, acompañarlo a los lugares que necesite sin que él tenga que pedirlo. - le explicó, sentándose a su lado. - Nunca tuve pareja, no sé muy bien cómo va todo esto... Pero demuéstrale que te importa todo lo que pasa con él y con su vida, también hazle sentir que está contigo, que solo estuvo antes y nunca más será así.

Otro suspiró brotó de los labios del mayor, quien bebió otro sorbo de vino antes de asentir ante lo dicho por su amigo. - Solo sé que no quiero perderlo. No me sentía así hace mucho tiempo.

Palmeando su espalda y negando con su cabeza, Jungkook le respondió. - No lo vas a perder, porque te explicó lo que necesita de ti para no tener que irse... Solo intenta entenderlo y él se quedara contigo.

The Race. [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora