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Hacían ya diez minutos desde que Hoseok había comenzado a conducir hacia lo que parecía ser la residencia de Min Yoongi, la cual quedaba bastante lejos de allí. Música techno sonaba en la camioneta, la misma había sido elegida por Jimin, quién estaba más que tranquilo en el asiento trasero usando su celular.

- Aquí tienes Taehyung, gracias de nuevo. - dijo amablemente Yoongi, mientras le extendia el efectivo correspondiente al castaño.

- No hay de que... - susurró bajo, mientras guardaba el dinero junto al fajo de billetes que su padre le había otorgado.

- Yo te lo devolveré mañana a más tardar, Tae, lo prometo...

- Si Jimin, no te preocupes, fue un favor. - le dijo dulcemente a su amigo, guiñándole un ojo, antes de desviar su mirada lentamente hacia el azabache, quien todo este tiempo estuvo mirándolo fijo y sin emitir palabra alguna. - ¿Y tú? ¿Me pagarás ahora o cuando lleguemos a tu casa?

Seguido de esas palabras se escuchó una risa burlesca. - Cariño, ¿Tengo cara de poder pagarte esa cantidad de dinero? - le dijo riendo bajo, cruzándose de brazos.

Taehyung rodó automáticamente sus ojos. - Tienes cara de idiota, pero no viene al caso, necesito esos wons urgentemente.

- Puedo pagarte con otra cosa, hermoso.

- Ni lo sueñes, Jeon.

[...]

Habían pasado dos semanas desde aquel altercado con la policía, su padre lo había regañado al volver a la casa con bastante dinero menos del acordado, pero por suerte todo se quedó en un simple regaño superficial.

Taehyung ahora mismo se encontraba en el hospital, era viernes por la mañana y estaba esperando que su médico personal termine de retirarle el yeso de su brazo, el cual, con unas semanas de rehabilitación, estaría como nuevo.

Por su parte; JungKook, desde que el castaño lo había dejado en la entrada del barrio en el que vivía, no había vuelto a verlo, ni a Jimin, ni a su mejor amigo Yoongi. Prácticamente porque se había ido de la ciudad para poder trabajar en el campo de su abuelo materno, necesitaba dinero rápido, y su abuelo casualmente necesitaba ayuda en la época de cosecha.

Lentamente secó el sudor de su frente, en tanto bebía un gran sorbo de agua fresca, el trabajo de campo era agotador y caluroso, por eso siempre había elegido el camino fácil.

Cuando Jeon cumplió los dieciocho años, luego de haber terminado la escuela secundaria, partió a Seúl en busca de universidades públicas que pudieran aceptarlo sin muchos requerimientos, ya que nunca había sido uno de los mejores promedios académicos, a pesar de ser muy inteligente con lo que si le interesaba.

Su familia siempre lo había apoyado, su padre le enviaba dinero todos los meses para que pueda rentar un pequeño apartamento con todas las comodidades en el centro de la ciudad. Todo había sido color de rosas hasta cumplir ocho meses como estudiante universitario, cuando conoció a un par de estudiantes llamados Jackson y Minho, ambos muy amables, pero con una vida muy diferente a la que Jungkook estaba acostumbrado, no obstante, los tres terminaron siendo bastante cercanos.

Fue allí y con ellos, donde el azabache conoció la droga, el alcohol, y las apuestas... Pronto había comenzado a reemplazar la compra de libros por la de marihuana, el dinero de la renta por la cocaína, y el pequeño sueldo que el gobierno le brindaba a cambio de estudiar, por alcohol.

Fue difícil al principio para el azabache llegar a fin de mes, por lo que esporádicamente fue abandonando la responsabilidad de sus estudios, y su familia fue quedando en segundo plano.

The Race. [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora