Capitulo veintisiete

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–Draco llevamos mucho caminando–me quejo mientras no paro de caminar

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–Draco llevamos mucho caminando–me quejo mientras no paro de caminar. –Además estoy harta de esta mierda de venda–digo bufando.

–No seas exagerada, nos hemos bajado del coche hace una manzana Kath–dice agarrándome la mano para que no me caiga en medio de la acera.

A saber a donde me está llevando... Se ha levantado hoy por la mañana y me ha dicho que me vistiera que tenía una sorpresa.
Después nos hemos metido en el coche y me ha puesto una venda en los ojos para que no pudiera ver a donde me llevaba.

–Como me caiga por tu culpa vas a estar en periodo de abstinencia por un buen tiempo–le digo burlona mientras bajo de la acera.

–Aquí la que no gasta la oportunidad de bajarme los pantalones eres tú Kath–dice vacilándome haciendo que le de un golpe en la mano. –Además es tu culpa por ponerte esos tacones, no se como puedes caminar con eso.

–Soy una Rosier, no se que te esperabas, siempre tengo que ir perfecta. Además yo que sé a donde me vas a llevar–rechisto.

–Ya hemos llegado quejica–dice poniéndose detrás de mí y cogiéndome de la cintura.

–¿Puedo sacarme la venda ya?–pregunto impaciente.

–Si, déjame que te ayudo–dice deshaciendo el nudo para que pueda ver.

La luz del sol que brilla en el cielo me ciega por unos segundos antes de darme cuenta de lo que tengo delante.

Una casa. Una casa enorme y preciosa.

–La he comprado–me dice Draco detrás de mi haciéndome que me gire sorprendida.

–Tú estas tronado–le digo llevándome una mano a la cabeza y girándome para volver a verla.

La pared es de losa color crema, tiene bastantes ventanas y unas escaleras llevan a la puerta principal que es marrón y bastante grande.

–Perdón por comprarla sin decirte nada pero quería que fuera una sorpresa. Si no te gusta podemos mirar otra...–dice poniéndose nervioso por lo que lo cojo de las mejillas y le doy un beso callándolo.

–Es perfecta Draco–digo sonriendo. –No me esperaba para nada esto pero me encanta de verdad que si.

Él me sonríe mientras me coge de la mano para ir hacia la puerta. Coge unas llaves del bolsillo del pantalón y abre la puerta principal encontrándonos con un amplio recibidor.
Me coge de la mano para guiarme por la casa, que hay que decir que es mucho más grande de lo que parece por fuera.

–Ya tiene todo amueblado, tú hermano, Blaise y Theo me han estado ayudando a comprar todo estos días–me dice apoyándose en una de las paredes mientras voy hacia el salón.

Este tiene las paredes blancas con cuadros y fotos colgados por ellas y los sofás son negros con varios cojines de distintos colores, también se puede distinguir una gran chimenea que ahora está apagada porque es verano.

–Así que por eso estuvisteis desaparecidos esta última semana–digo sonriente mientras sigo investigando el resto de la casa.

La cocina está a la derecha del salón y también es preciosa.
A la izquierda está el comedor con una gran mesa que caben por lo menos 10 personas situada en medio de la habitación, que es muy iluminada por todas las ventanas que hay. Entre el salón y el comedor hay una puerta de cristal que va a dar al jardín trasero. Este tiene una terraza con el suelo de madera y tiene una mesa redonda y unas cuantas sillas, esta mas elevado que el jardín por lo que hay que bajar unas escaleras para llegar al campo.
En medio del jardín se distingue una gran piscina que tiene unas tumbonas para tomar el sol.
En el piso de arriba hay cinco habitaciones, cada una con su baño y vestidor, y la más grande es la nuestra que tiene un gran balcón por el que se ve la parte delantera de la casa.

–¿Entonces que te parece?–me pregunta cuando acabamos de mirar la casa entera.

–Me parece que eres imbécil por comprar tú solo esta casa, si me lo hubieras dicho antes la comprábamos a medias–digo girándome para mirarlo.

–Y por ese motivo no te dije nada–dice sonriendo. –Quería que fuera una sorpresa.

–Bueno, por esta vez te la paso solo porque estoy demasiado contenta–digo sonriendo mientas lo abrazo.

–Me alegro de que te guste princesa–dice dándome un beso en la frente. –Tenía ganas de venirnos a vivir juntos, además creo que tu padre me iba a matar como me viera otro día más paseándome a las nueve de la mañana por su casa–dice riéndose.

–En eso tienes razón–digo riéndome. –Pero pensé que íbamos a esperar a septiembre a que empezáramos a trabajar.

–No quería desaprovechar la oportunidad–dice dándome un beso en la nariz.

–Bueno, falta traer mi ropa de mi casa y ya estaría–digo sentándome en el sofá.

–La cogemos mañana, no te preocupes–dice mientras se sienta a mi lado.

–Te quiero Draco, te quiero muchísimo–digo cogiéndolo de las mejillas y dándole un beso corto a lo que él sonríe mientras me coge de la cintura.

–Yo también te quiero princesa, eres lo que más quiero–dice mientras me acaricia la cintura y me vuelve a besar.

OJOS DE MERCURIO; draco malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora