–¿Que tal llevan Theo y Alec la paternidad?–les pregunto a mis dos amigas mientras me siento en el sofá lentamente ya que mi barriga ya estaba demasiado crecida.–Tu hermano está como loco con Mattheo, dice que es su réplica exacta–dice Nora sonriendo mientras bebe un sorbo de café.
Estábamos las tres en casa de Nora ya que los chicos habían acompañado a Draco a comprar sabe dios que para los bebés.
–Theo es demasiado sobreprotector con Gina, cuando crezca y le empiecen a gustar los chicos se va a volver loco–dice la pelirroja riéndose.
–El otro día Nora trajo a Mattheo a casa y amenazó a Alec que cuando fueran los niños mayores que su hijo se andará con cuidado como tocara a Regina.–Están chalados–dice Nora riéndose.
–¿Quienes están chalados?–dice Blaise entrando por la puerta con los tres padres del año.
–Vosotros, la paternidad os está afectando demasiado–digo riéndome.
–Hombre como tiene que ser, y más si tienes una niña tan guapa como mi hija. ¡Cuando crezca podría ser hasta modelo!–dice Theo sentándose al lado de Lyn.
–De lencería–le susurra Blaise a Draco con expresión divertida.
–Te he escuchado Zabini–dice Theo fulminándolo con la mirada haciendo que Draco suelte una carcajada.
–¿Nos vamos ya?–digo mirando al rubio.
–Como quieras princesa, estoy a tu disposición–dice Draco sonriéndome.
–No se que has hecho con el Draco que conocíamos hermanita, no hay quien lo reconozca–dice mi hermano burlesco.
–El amor es lo que tiene Rosier–dice Draco antes de cogerme de la mano y levantarme del sofá.
–Bueno nosotros nos vamos–digo sonriendo. –Vamos hablando chiquillos.
Nos despedímos y llegamos a casa.
–Ir de compras con esos tres y dos bebes te deja muerto–dice Draco tirandose en el sofá.
Yo suelto una risa y me siento lo que hace que él apoye su cabeza en mis muslos mientras yo le acaricio el pelo. –¿Y que comprasteis?
–Ropa, juguetes, chupetes y mil cosas más–dice jugando con mis dedos. –¿Tú que tal te encuentras?–pregunta levantando la mirada.
–Estos días estoy bien aunque ya lo sabes Draco, me preguntas cada hora que como estoy–digo sonriendo mientras le beso los nudillos de las manos.
–Es que quiero que tú y mis dos hijos estéis perfectamente, sois lo mejor que tengo–dice mientras le acaricio el pelo.
No puedo evitar sonreír ampliamente. Me encanta cuando Draco se pone ñoño y en estos últimos meses la verdad es que me estaba tratando como una reina. Me da muchos mimos, cocina, me trae el desayuno a la cama cada mañana, me ayuda a vestirme y todo eso sin rechistar ni una sola vez. Tenía cero dudas de que iba a ser un padrazo.
–Estas hecho un romanticón–digo sonriendo. –Me tengo que duchar, ¿tú tienes hambre?
–No mucha pero si tú tienes le digo a Zeely que prepare la cena–dice refiriéndose a nuestra elfina.
Zeely era una de las elfinas de la familia Rosier que mi padre me había cedido tras enterarse de que estaba embarazada para que ayudara en la casa y nosotros no tuviéramos que hacer todo.
Todos los elfos que trabajaban en la mansión Rosier eran elfos libres, que tenían su sueldo y vacaciones, todos ellos trabajaban para nosotros por voluntad propia ya que no ataban obligados.
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OJOS DE MERCURIO; draco malfoy.
Fiksi PenggemarDraco Malfoy enamorado, imposible. Era imposible que el principe de Slytherin se enamorara. Hasta que llegó Katherine, la princesa de la serpientes, la única chica de Slytherin que no cayó en los brazos del arrogante, mujeriego y apuesto joven Malfo...