𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 › sungsun

ㅤ▸ OO5

Sungwoo confundido

AL DÍA SIGUIENTE.
JUEVES.

Como las siguientes dos horas, Sunoo seguía ignorando a su profesor que no sabía ni que sucedía a su alrededor. Cuando Sungwoo pasaba por la butaca de los alumnos para supervisar, el chiquillo ni siquiera se molestaba en tapar los escritos que tenía. Eran dibujitos de él en donde recibía un golpe en la entrepierna pero lo más gracioso es que Sunoo era la persona que le pegaba y por si no fuera poco también escribió Suwon abajo del dibujo, ¿acaso escribió a propósito su nombre mal? ¿qué sucedía?

—Ya basta, Sunoo. Vas a hacerle un agujero en el rostro al profesor de tanto mirarlo. —le mencionó en tono de burla su compañero Jay, el mencionado lo miró con un semblante serio dándole a entender que no le daba gracia. —Yah, lo siento. No te diré nada.

Faltaban cinco minutos aproximadamente para salir al receso, todo iba bien, al parecer el maestro Sungwoo había olvidado la reseña que encargó así que no tenía porque preocuparse. Claro, no tenía si no fuera porque la voz de Yang Jungwon resonó por todo el salón.

—¡Profesor! ¿va a revisar la tarea?

—¡Cállate, Jungwon!

—¡Eres un tonto!

—¡Bocón!

Un montón de abucheos y comentarios enfadados llegaban a los oídos de Jungwon que avergonzado volvió a escribir los apuntes del pizarrón.

—Silencio. Comenzaré con la revisión, gracias por recordarme la tarea, joven Yang. —le dijo sentándose de vuelta en la silla de su escritorio, tomó la lista y comenzó a llamar a los alumnos uno por uno. —Bien, pase primero Lee Youngbin.

El alumno mencionado tragó saliva nervioso mientras se acercaba para poner una excusa pero por suerte el sonido del timbre lo salvó, rápidamente todos salieron como alma que lleva el diablo sin siquiera escuchar al profesor.

—Alto ahí. Acérquese un minuto, joven Kim.

—¿Qué? —le respondió de mala gana Sunoo acercándose hasta al escritorio del profesor.

—¿Por qué ha hecho un dibujo de mi golpeando mis partes íntimas? ¿acaso le hice algo? Es el cuarto día y parece que me odia.

—¡Yah! ¡no se haga el tonto profesor, Sungwoo! Usted sabe muy bien lo que pasó. —respondió con un semblante de enfado que hacía al profesor temerle y mirarlo sin entender, ¿cómo es que los ojitos de esa cosita podían causarle temor?

—Por favor, expliqueme. ¿Le he faltado el respeto? Si es así, le ofrezco mis más sinceras disculpas.

La voz tímida y tenue del profesor le hizo guardar silencio un momento a Sunoo quien pareció pensarlo un росо.

—Acepto sus disculpas, profesor Sungwoo. Pero quiero que sepa que me indignó mucho lo que dijo y además que me tomara por tonto. —le reclamó cruzándose de brazos mientras el contrario seguía sin entender.

—¿Cuándo sucedió eso? —el castaño lo miró confundido por la pregunta.

—Pues hace dos días y ayer también, ¡Usted estaba ahí! ¡En la fiesta de bienvenida!

Y Sungwoo comprendió todo a la perfección, era su hermano menor Junhoon haciendo de las suyas de nuevo. Su hermano menor y él se llevaban un poco mal por algunos problemas que sucedieron hace tiempo, para ser directos, Junhoon le quitó la novia a Sungwoo y desde ahí no se toleraban tanto como antes.

—¿De casualidad tenía el cabello morado?

—¡Sí! Y me sorprendió que volviera al anterior color negro de nuevo, ¿cómo puede hacerlo tan rápido? —cuestionó sentándose arriba del escritorio, Sungwoo tuvo el instinto de querer bajarlo de ahí y sentarlo en su regazo pero se contuvo.

—Espera, ¿Acaso dijo cabello morado y después negro?

—Sí... ¿Por qué? Profesor, basta de bromas.

El mayor maldijo por lo bajo y miró al chiquillo que parecía no comprender lo que sucedía. Sungwoo entendía que Junhoon hiciera eso, total siempre le hacía sus bromitas y era un total descarado que no conocía la prudencia. Bien, él también lo era fuera de su fachada de maestro inocente pero, ¡él jamás le jugó bromas así a Junhoon! Era una traición sucia.

Lo que no lograba asimilar era que su hermano mayor Sunghoon se prestara para esos jueguitos, él siempre fue alguien recto y serio, ¡Diablos, él ni siquiera tenía sentido del humor! Por eso no le cabía en la cabeza que su hermano fuera capaz de algo así.

—Joven Kim, si no le molesta quiero que se quede al finalizar las clases un momento.

—¿Para qué? —preguntó Sunoo con curiosidad mientras bajaba del escritorio con lentitud.

Sungwoo sacó su móvil llevándoselo al oído y miró con una intensa seriedad al contrario para luego decir:

—Quiero que conozca a mis dos lindos hermanos.