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¿Sungwoo?

Sunoo estaría mintiendo si dijera que aquella sesión de historia con los dos hermanos no fue vergonzosa, ¡Claro que lo fue! Tener a Junhoon podía soportarlo aunque lo colocara nervioso pero tener al intimidante y gigante Sunghoon era otra cosa, su...

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Sunoo estaría mintiendo si dijera que aquella sesión de historia con los dos hermanos no fue vergonzosa, ¡Claro que lo fue! Tener a Junhoon podía soportarlo aunque lo colocara nervioso pero tener al intimidante y gigante Sunghoon era otra cosa, su mirada prácticamente gritaba a todo pulmón: te odio. No estaba seguro pero al menos así lo interpretaba él, su voz era gruesa, sus gestos elegantes. Era como un completo sueño si le quitas la actitud de mierda pero no todos tenemos lo que queremos, ¿No es así?

—¿Estás aprendiendo algo, Sunoo? —le cuestiona Sunghoon soltando el libro de texto para mirarlo directamente con esos ojos que traspasaban su alma, ¿Era normal sentirse desnudo cuando el empresario lo miraba? Era algo inevitable, sus miradas eran más discretas que las de Junhoon pero eso no le quitaba la intensidad en la que lo miraba.

—Eh, sí. Logré comprender muchas cosas que no sabía.

—¡Cómo que los olmecas no son europeos! Eso me dejó muy sorprendido, ¿Estuve siendo estafado mis veintitrés años de vida? —suelta Junhoon negando con fingida decepción, una sonrisa maliciosa se posa en sus labios antes de acercar su rostro muy cerca de Sunoo. —Bomboncito, ¿Tú me ayudarías a saber más? Mi hermano te enseñó varias cosas y yo también quiero saber, no escuche sus palabras por estar observando tu belleza.

El pelinegro se atraganta con su saliva muy sonrojado, niega eufórico ante la propuesta y Junhoon hace pucheros.

—No prestaste atención a mis palabras por observar como bobo la cena que prepara Soojin, ¿Sabes que no es para ti, cierto? No metas a Sunoo en tu poca capacidad para prestar atención.

—¿Todo eso es para ti? Sunghoon... —cuestiona el pelimorado con asombro por la gran cantidad de comida que se preparaba en la cocina, entrecerró sus ojitos mirándole con enojo. —Ojalá que a Soojin se le caiga la comida antes de que la comas por no querer compartir, desgraciado egoísta.

—No es para mi, idiota. —responde el azabache tranquilamente colocándose los lentes de lectura, tomó los apuntes del estudiante para analizarlos. —La cena es para Sunoo, supongo que cuando llegue a su casa será tarde. ¿Pediste permiso o prefieres que llame a tu casa y me presente con tus padres?

—Yo avisé, no te preocupes, Sunghoon. ¡Y no es necesario la cena! Hablo en serio.

—¡Joder, Sunghoon! Casi me pegas un susto, te pareces al lerdo de Sungwoo. —comenta Junhoon mirándole con horror, aprovecha el estado de Sunghoon para pegarse un poco más al pelinegro.

Sunoo se ríe a carcajadas de ambos hermanos, Sunghoon se quita los lentes rápidamente avergonzado con la comparación de su bruto hermano.

—Apuesto a que ni siquiera sabes el significado de la palabra lerdo, Jun. —comentó Sungwoo desde la puerta dejando su maletín cerca del perchero, se acercó al sofá que estaba al frente de los dos hermanos para ocupar asiento. —No puedo creer que me insultes incluso cuando no estoy, ¿Qué clase de hermano eres?

—Soy el hermano guapo.

Sungwoo se encogió de hombros acomodándose las gafas un poco más arriba de su nariz.

—Si eso te hace ser feliz entonces deja que tu mente quiera creer lo que quiera. Buenas noches, joven Kim. Es un gusto verle, siempre lo es.

—Buenas noches, profesor Sungwoo. ¿Usted vive aquí también? —le cuestiona con curiosidad y frunce el ceño cuando Junhoon hace sonidos de ronquidos.

—No vive aquí, al parecer se ha invitado solo. —responde el empresario por Sungwoo quien le dedica una mirada molesta, chasquea la lengua como su gesto típico dispuesto a contradecir a su hermano.

—Técnicamente la casa es mía también así que puedo venir cuando quiera, está estipulado. ¿No leíste, hermano?

Ambos hermanos están mirándose con tensión, en cualquier momento Sunghoon lo mandaría a la mierda y Sungwoo no se dejaría. Mientras tanto, Junhoon aprovechaba para utilizar sus encantos a cada oportunidad.

—Oye, bomboncito. ¿No te has puesto a pensar en que si compartes conmigo la cena que hizo Soojin para ti entonces es una cita? —lo persuade el hermano menor de los Park con una sonrisa pícara en sus labios, se gira un poco para observar a sus hermanos y celebra internamente cuando los nota aún en sus cosas de celos. Que maravilloso que él sabía cuándo compartir y cuándo no. —Yo sé que te gustaría una cita conmigo.

Sunoo se lleva instantáneamente las manos a su regazo para evitar que el descarado tutor volviera a sentarse en sus piernas, de ninguna manera.

—Puedes quedarte en la cena, no tengo intención de comer. —responde con simpleza sin tomarle mucha importancia, se asusta un poco cuando a Junhoon le brillan los ojitos y se lanza a su regazo para besarle las mejillas.

Captan la atención de los otros hermanos al instante, Sunoo es un manojo de nervios entre la mirada potente de Sunghoon, el chasquido de lengua de Sungwoo y los constantes suspiros de Junhoon quien está en su regazo.

Okay, ya no lo soporta más.

Una vez más empuja a Junhoon de sus piernas y se levanta con rapidez del sofá, guarda las cosas de su lapicera en distintos bolsillos de su mochila. No está pensando coherentemente por los grandes nervios que tiene, una vez listo se dispuso a caminar hacia la puerta pero la voz de Sunghoon lo detuvo.

—¿A dónde crees que vas? Es tarde, niño. Esperame que te llevaré a casa, además es viernes y hay mucho tráfico por las noches.

—¡Auch, Sunoo! ¿Por qué siempre me empujas? —se queja Junhoon entre falsos sollozos que obviamente el adolescente pelinegro cree, con preocupación se acerca hasta el pelimorado ignorando las palabras de Sunghoon.

—¿Estás bien? Lo siento, no fue mi intención, Jun.

—Tienes que darme un besito, me lastimé los labios.

—Oh, eres un mal mentiroso, hermano. Ni siquiera caíste al suelo, actor de telenovelas dramáticas —soltó Sungwoo bufando por la atención que recibía su hermano menor ¿Por qué era tan suertudo?

—¡Bien! No me lastimé los labios pero sí quiero un besito tuyo. —vuelve a intentar Junhoon tomándolo de la mano para jalarlo hacia él, ambas respiraciones están cercas de nuevo pero Sunoo lo suelta antes de que pueda suceder algo.

Sunghoon y Sungwoo se ríen, cuando ambos se dan cuenta sólo se dedican una mirada de desagrado.

—Yo me iré a casa, mi madre me espera y es tarde.

El pelinegro vuelve a colocarse la mochila en su espalda mientras escucha las quejas sin sentido de Junhoon. Como por ejemplo, ¿Por qué hay personas que colocan primero la leche y luego el cereal? Si claramente se coloca el cereal y después la leche.

Oh, Jun. Nunca lo sabremos en verdad.

—Vámonos. —le dice el empresario azabache y antes de que Sunoo pueda objetar algo lo toma de la mano caminando hacia la puerta, les da una mirada de advertencia a sus hermanos antes de irse.

—Bueno, ¿Qué crees que es primero? ¿El cereal o la leche?

—Si el cereal es para Sunoo entonces mi leche.

Junhoon le mira mal.

—Ese no fue un buen chiste, eres un depravado.

—¡Oh, vamos!

𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 › sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora