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¿Lo sabes?

—Entonces, ¿Qué me cuentas? ¿No se supone que hoy debes impartir clase como tutor?

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—Entonces, ¿Qué me cuentas? ¿No se supone que hoy debes impartir clase como tutor?

Junhoon dejó su teléfono en la mesa de la sala y miró a su hermano mayor.

—Hoy toca clase pero Ddeonu no vendrá porque estará ocupado en algo, probablemente venga el fin de semana para tomar sus clases. —respondió jugando con la pajilla de su limonada, Jake se rascó el cuello nervioso por el plan que tenían, estaba seguro de que terminaría por arruinar todo.

—Oh, ¿de verdad? Que interesante.

—¡Muy interesante! —repitió Jake en voz alta, Sunghoon le dio un golpe disimulado en la pierna porque ahora estaba actuando demasiado obvio. Aunque le agradece a los cielos que Junhoon no sea tan listo como para notar algo.

—¿Y qué cuentan ustedes? —les cuestionó el pelimorado observándolo con detenimiento, especialmente a Jake que no dejaba de reírse de cada cosa que decía. —Oye, amigo. ¿Qué cosa es tan graciosa? No es muy lindo reírse de las personas, ¿sabes?

Sunghoon maldice en voz baja pero en ningún momento deja su estado de tranquilidad, sólo espera que Jaeyun no abra su bocota o entonces no tendrán ninguna pista sobre la cita.

—¡N-No! Yo... No me reía de ti. —se excusó Jake más nervioso que nunca, miró unos cuantos segundos a su jefe gruñón el cual le susuraba algo como: Piensa en algo para distraerlo, es un tonto pero no tanto. O al menos eso fue lo que entendió. —Lo que sucede es que yo me encuentro nervioso porque es la primera vez que veo alguien como tú, ¡c-como usted!

Junhoon alzó una de sus cejas de manera interrogativa y Jaeyun sintió que el alma se le saldría del cuerpo por esos ojos que le observaban, ¿por qué había sugerido sabotear las citas? Era un pésimo plan, uno muy malo.

—¿De qué hablas? Todos los días le observas la cara al tonto de mi hermanito Sunghoon, ¿cómo qué es la primera vez que ves a alguien como yo? —se rió con ganas el trillizo menor, demasiado divertido con las ocurrencias del empleado de su hermano, Sunghoon suspiró aliviado.

Su hermano aún no sospechaba nada.

—Oh, sí, yo... Me refería a su personalidad extravagante. —se excuso jugando con sus manos muy nervioso, el trillizo menor dejó la pajilla de su limonada y se relamió los labios confundido.

—¿Me dices extravagante por el cabello morado? ¿Eso qué tiene de extravagante?

—Joder, Junhoon. —gruñó Sunghoon con fastidio y le lanzó uno de los cojines del sofá, Jake tomó de su bebida para evitar soltar otra palabra que lo pusiera en evidencia. —Cierra tu bocota y deja a Jake en paz, de cierta forma entiendo que él esté así. Tú sacas de quicio a todos.

—En especial a ti, querido hermanito.

—¿Ya lo sabes, no? —cuestionó el pelinegro irritado, bebió un gran trago del whisky que estaba en el vaso de cristal y suspiró con frustración. —Creo que te subestime un poco.

𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 › sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora