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Es justo

—¿Q-Qué?

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—¿Q-Qué?

Sunghoon sintió que su alma salía de su cuerpo, ¡maldita sea la hora en que aceptó suplantar a su hermano!

—Sí, no intentes negarlo porque Sungwoo me lo dijo. —mencionó Sunoo mirándole con diversión, la expresión del empresario era todo un caso, incluso divisó sus mejillas rosas.

—¿Y ese tonto cómo lo supo? —cuestionó Sunghoon ofendido mientras se quitaba las gafas y revolvía su cabello con urgencia, pasó toda la humillación de fingir ser Sungwoo para nada.

Bueno, al menos recibió un beso de esa cosita pelinegra llamada Sunoo.

—¡Aigoo, Sunghoon! El ofendido debería ser tu hermano por intentar sabotearlo.

—Sí, bueno. En mi defensa, Jake me dió la idea. —se excusó el pelinegro saliendo del carrito chocón, le tendió la mano a Sunoo para ayudarlo a levantarse. —Hey, ¿cómo lo supiste?

—Llamé a Sungwoo además me dijo que vió a todos en tu automóvil. —rió el pelinegro con fuerza, se llevó las manos al vientre mientras observaba la cara indignada del empresario.

Sunghoon caminó a un lado de Sunoo, ambos iban a pasos lentos por el parque de atracciones.

Aún había un montón de gente divirtiéndose por el lugar, era bastante bueno.

—¡Yah! Qué gran estafa ha sido esto.

—Es justo, Sunghoonie. —murmuró con burla disfrutando de la indignación del otro, sus expresiones eran graciosas.

—Bueno, yo...

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Sunoo dejó un beso en su mejilla.

—Fue una buena cita, Sunghoon.

—¿Te digo algo? —susurra el pelinegro muy cerca de él, la respiración de Sunghoon se siente cálida. —Casi compro todo el carrito de algodones sólo para no hacer fila.

Sunoo suelta una risita y niega ante las palabras del mayor, no puede creer que pensara en hacerlo.

—Eso no es muy negociante de tu parte.

—Shh, soy un experto en las inversiones, Kim Sunoo.

Sunghoon traga saliva antes de acercarse de nuevo al pelinegro, parece dudar unos cuantos instantes pero finalmente deja un beso en su frente.

—... Y hoy he hecho mi mejor inversión.

—¿Cuál es? —cuestiona el pelinegro con confusión, Sunghoon está en una cercanía que le pone nervioso.

—Invertir mi amor en tí, esa ha sido mi mejor inversión hasta ahora.

Aproximadamente después de unos veinte minutos, Sunghoon llega a su mansión y estaciona el automóvil feo de Sungwoo afuera

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Aproximadamente después de unos veinte minutos, Sunghoon llega a su mansión y estaciona el automóvil feo de Sungwoo afuera. Ya había dejado a Sunoo en su casa en un buen horario y todo había salido muy bien.

—¡Jefecito! —exclama Jake con emoción, Sunghoon casi se burla a muerte cuando pudo observar su pijama de ositos de peluche y una mascarilla en su rostro.

—¿Y a ti qué te pasó? ¿Y por qué estás aquí? Tu horario de trabajo pasó hace una hora, Jake.

Cuando el moreno hace el amago de responder, Chaewon aparece de igual forma con una mascarilla en el rostro y ni hablar de Junhoon que él trae una morada que hace combinación con su cabello.

—Estamos en una pijamada y que yo recuerde, no te invitamos. —exclamó Chaewon con un tono de burla en su voz, Junhoon suelta una risita.

—Genial, me corren de mi propia casa. ¿Qué sigue? ¿Que usen mi black card?

El silencio se instala en la sala de la mansión y Junhoon se apresura a romper el hielo con sus bromas.

—¿Cómo te fue, hermanito? ¿Intentaste comprar un negocio por allá? —bromeó el pelimorado desde el sofá balanceando sus pies con diversión.

La expresión de Sunghoon lo hace delatarse, Chaewon explota en risas y segundos después, Junhoon se une.

—¡No puedo creerlo! ¿De verdad intentabas comprar un negocio?

—Calla, niña. La fila era una tortura.

—¿Ddeonu estaba feliz, hyung? —cuestiona Junhoon con interés, en sus manos tiene una bolsa de dulces que come con rapidez.

—Él dijo que fue una buena cita. —murmuró el pelinegro con timidez, Jake corrió hacia su jefe para envolverlo en un abrazo.

—¡Qué bien, jefecito! Lo hizo muy bien.

Sunghoon frunce el ceño en el abrazo y se aparta de inmediato.

—Fuera, no soy tu oso de peluche.

—¡No se ponga tímido, bebé jefecito!

El empresario refunfuña y mantiene su distancia fuera del afectuoso de su empleado.

—Oh, olvidé un detalle. Sunoo sabe
que soy Sunghoon.

—Un trabajo, tenías un trabajo. —exclamó Chaewon con enfado acercándose hacia el empresario, con su dedo índice picó el pecho del pelinegro. —No eres Sunghoon si no la cagas.

—¡Hey, mocosa! Yo no he hecho nada. —protesta de inmediato, Junhoon le lanza un cojín desde el sofá, tiene un puchero de enojo en su cara. —Ha sido Sungwoo el tonto que le dijo, lo supo desde un principio porque algunas personas que ven mis ojos no entendieron las palabras esconderse y no hacer ruido.

—¡Fue tu culpa desde un principio por sabotear!

—¡Jake me dió la idea!

—¡Oiga, jefeito! —reclamó el moreno desde el sofá también, a su lado Junhoon lo abrazaba fingiendo que lo estaba consolando.

—En fin, ¿qué dijo? —cuestionó Chaewon retirándose la mascarilla del rostro, Sunghoon le sonrió victorioso.

—Dijo que fue una cita muy buena, la mejor, totalmente inolvidable.

—¿Dijo eso?

—No pero igual fue inolvidable. —respondió tirándose al sofá, estaba agotado pero satisfecho de la cita que había tenido con ese chico precioso. —Ah, también dijo que era justo que Sungwoo nos estafara.

—El timador fue timado, eso no es muy negociante por parte tuya, hermanito gruñón. —rió el pelimorado recargado en el hombro de Jake, por otra parte, el moreno comía gustoso las galletas que le había preparado la empleada de la casa.

—Sunoo dijo algo similar —suspiró Sunghoon recordando y sonrió con timidez, maldita sea, era perturbador la manera en que sus sentimientos cambiaban.

—¡Yah, Sunghoon! Me da miedito que sonrías como tonto.

—Cállate, Junhoon.

—¡Esperen, esperen! ¡Tengo que hablarle a Ddeonu porque es mi turno! —exclamó el trillizo menor con emoción, se levantó del hombro de Jake y subió las escaleras para perderse en su habitación.

—¿No sientes celos?

Sunghoon dirigió su mirada a la pelirroja, a veces Chaewon era demasiada directa con las cosas.

—Es mi hermano, no mi enemigo.

—Pero técnicamente es tu competencia, él también está intentando obtener el amor de esa cosita pelinegra. —murmuró Chaewon observando al mayor, el empresario frunció el ceño y negó.

—Eso no va a cambiar que es mi hermano, lo que Sunoo decida, lo respetaré. Incluso si elige a alguno de mis hermanos, siempre les desearé lo mejor.

• • •

No planeaba actualizar porque consideraba que era un poco tarde, pero igual lo hice <3

𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 › sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora