07. To Be So Lonely

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Taehyung esperó tranquilo delante la puerta de su jefe, tambaleándose nervioso.

"Taehyung-ssi" el nombrado se dió la vuelta y se inclinó inmediatamente al reconocer al asistente del señor Lee caminando por el pasillo.

"Buenos días, Yoongi sunbaenim"

El pelinegro sonrió y se inclinó una vez estuvo frente al más alto.

"Buenos días Taehyung-ssi" caminó hasta su escritorio, posicionado al lado de la puerta del despacho del jefe, y dejó los documentos sobre las demás pilas de papeles, quita la silla de debajo de la mesa y se sienta en ella. "Me alegra que hayas vuelto"

Taehyung traga duro al darse cuenta de que hasta Yoongi sabe el motivo de su ausencia en las últimas semanas, porque los ojos del asistente caen y aprieta los labios en una fina línea recta.

"Lamento toda la mierda que estás pasando" le dice sin filtros y sonríe un poco. "Espero que todo se solucione"

El empleado asiente con la cabeza, un poco cansado de la avalancha de condolencias que ha recibido en los últimos días.

Todo había empezado el lunes, cuando apenas se incorporó, un pequeño pastel lo esperaba en su escritorio con un par de flores y varios de sus compañeros dándole ánimos. Para Taehyung fue un poco embarazoso porque, a pesar de que todos conocían a Jungkook de las fiestas que la empresa organizaba -a las que Taehyung obviamente lo llevaba- y que sabían que su esposo estaba esperando un bebé, el asunto del aborto era un tanto más personal. Tampoco era grato tener personas que se lo están repitiendo una y otra vez.

La situación siguió el martes cuando el personal de limpieza, a quién Taehyung solía regalarle dulces cuando tenía la oportunidad, le entregaron un paquete enorme de sus caramelos favoritos. El miércoles, Jimin fue testigo de cómo el mismísimo Lee Jaebeom le dedicó una sonrisa y palabras de consuelo. Hoy era el turno de Min Yoongi de darle sus condolencias.

Y aunque agradece los gestos, internamente siente que recibe más atención de la que puede controlar.

Ahora entiende porque Jungkook aún no quiere volver al trabajo.

"Gracias, Yoongi sunbaenim" Taehyung musita  por lo bajo.

Yoongi mueve la mano en el aire, restando importancia al asunto y con la otra se coloca los lentes colgados en el borde del cuello de su suéter.

"Deja el '-nim' de lado, me hace sentir que tengo cuarenta" ese comentario logra sacarle una sonrisa a Taehyung y el secretario sonríe por inercia. "En fin, ¿qué necesitas que haga por tí, Taehyung-ssi?"

"Um, el señor Lee me dijo que pasara por su despacho" le explica y el pelinegro abrió los ojos.

"Oh, cierto. Me lo había comentado. Ahora está hablando por teléfono, pero cuando termine puedes-"

"Kim" interrumpe una voz proveniente de adentro de la oficina y Taehyung tembló.

Miró al asistente y este le hizo señas con la mano y la cabeza indicando que podía entrar. Taehyung hizo acopio de coraje y tomándose un segundo para llenar sus pulmones de oxígeno, empujó la pesada puerta de madera entrando en la sala.

Jaebeom está sentado detrás de su escritorio completamente concentrado en leer el documento en su mano, tanto que ni siquiera levantó la vista al escuchar a su empleado entrar. Se lamió los dedos y pasó de hoja en hoja, analizando con vista de halcón los números y estadísticas que manejaba su empresa.

Sin saber que hacer, Taehyung permaneció a un costado de la puerta, debatiéndose mentalmente si debía avanzar o quedarse donde estaba hasta que se lo indiquen.

STAY WITH ME | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora