Jungkook pierde su primer embarazo y debe afrontar la pérdida mientras que Taehyung intenta que la relación con su esposo no se arruine.
"¿Lo prometes?"
"Um, puedo intentar" masculla débilmente. "No te prometo nada... pero puedo intentarlo"
Y es to...
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"¡Que los cumplas feliz!"
Y el coro calló y Jungkook se acercó a su esposo, besó la mejilla del bebé sentado en su regazo.
"Feliz cumpleaños, mi amor" le susurró a su hijo en el oído incluso si el bebé no entendía del todo, para luego llenarlo de besos.
El segundo año de vida de su hijo lo tenía sensible.
Era completamente comprensible, no sólo porque era padre primerizo y porque no pudieron festejar el primer año de Jiyong porque cayó enfermo y ambos padres buscaron cuidarlo a toda costa.
Sino porque ver a su hijo sentado en el regazo de su esposo, sonriendo y con las pupilas grandes y completamente oscuras como las suyas llenas de estrellas, era algo que no pensó que experimentaría.
Hasta se sentía como un sueño, porque Jiyong saltaba y reía, se sostenía de los brazos de Taehyung mientras este lo abrazaba y lo llenaba de besos, mientras Seokjin se acercaba y le pellizcaba la mejilla de forma suave y le decía que lo amaba. Mientras que Chaerin le estrujaba los cachetes a su primer nieto, e incluso Taeyang tímidamente saludó a su nieto en brazos de su hijo.
Era una escena que Jungkook amaba y admiraba desde donde estaba, alejado con el celular en su mano y la cámara abierta.
"¡Miren todos para acá!" Gritó y le hicieron caso, los presentes lo miraron y se acomodaron alrededor del bebé cumpleañero y el pastel. Sonrisas se desplegaron en los rostros de todos. "¡Sonrían!"
Sacó cuatro fotos, de distintos ángulos y a medida que algunos cambiaban las expresiones.
Jimin fue quien se movió, salió de entre la marea de gente y corrió hacia Jungkook.
"Ve, yo saco la foto"
El dueño del teléfono no replicó, se merecía tener una foto del segundo año de su hijo por lo que dejó su celular en manos de Jimin, cruzó el comedor de su departamento y trató de moverse entre sus familiares, todos dándole espacio porque era uno de los principales de la fiesta, y se sentó en la pierna derecha de Taehyung.
Su esposo le rodeó la cintura con el brazo que no sostenía a su hijo y lo acercó a él.
La imagen eran los tres en el medio, el bebé cumpleañero con sus dos padres. Jiyong mirando a Jungkook, éste mirando a su hijo y Taehyung intercalando entre los dos.
Cuatro años antes, nadie pensaba que aquello sería posible.
Nadie pensó que eso pasaría, pero no porque fueran pesimistas con la pareja, sino porque el amor que flotaba alrededor de ellos tres es tan único que se pensó que no existía.
Si bien el amor de un padre a un hijo no tiene límites, el de ellos ni siquiera tenía precedentes.
Ni siquiera se dieron cuenta cuando sacaron la foto, sólo sintieron el flash sobre sus ojos y luego una oleada de aplausos.
