Jungkook pierde su primer embarazo y debe afrontar la pérdida mientras que Taehyung intenta que la relación con su esposo no se arruine.
"¿Lo prometes?"
"Um, puedo intentar" masculla débilmente. "No te prometo nada... pero puedo intentarlo"
Y es to...
Gracias por los 9k 😭 y por todos los mensajitos dándome apoyo después de mi crisis, me ayudaron mucho ♡
Una vez más, perdón por el atraso.
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Taehyung abraza el osito sobre su pecho y abre el primer ojo.
Lo primero que siente es la aspereza en la alfombra sobre su mejilla y divisa el rayo de sol colándose por las débiles cortinas.
Aspira el aroma que yace en la habitación, a talco y perfume de bebé, y se percata en dónde se ha quedado dormido. Usa una de sus manos para frotar su frente mientras que con la otra, se aferra al peluche en su brazo.
Con trabajo porque todo su cuerpo le duele, Taehyung se endereza y termina sentado en la alfombra dónde yacía durmiendo. Su vista cuesta adaptarse a la iluminación del lugar, pero una vez lo hace observa conmovido su alrededor. El mismo sentimiento ambiguo lo envuelve completamente, llena cada recobeco de su alma y lo hace flotar en el dulce almíbar que lo rodea.
Ya no tiene miedo de hundirse.
Porque el color verde esperanza brilla con el resplandor del sol, las mariposas dibujadas en la pared cobran vida y revolotean sobre él, percibe el suave aroma de las flores; los peluches le devuelve la adorable mirada y puede sentir la armonía visual que el arcoiris de ropa colgada en el ropero.
Aspira profundamente, y oh, joder, que bien se siente finalmente respirar.
Estira su cuello de lado a lado jadeando ante el tirón que surge desde el músculo de su omóplato izquierdo y bosteza mientras estira los brazos hacia arriba. Dormir en el piso no fue su mejor idea, pero fue lo más tranquilo que ha dormido en meses y no se arrepiente de haberlo hecho. Sus brazos caen y su vista sube, buscando en el gris del cielorraso alguna señal divina.
Y cuando la encuentra, sonríe.
"Gracias por dejarme entrar, mi cielo" y al decir aquello, sus ojos aún dormidos dejan que las lágrimas se acerquen demasiado a la córnea.
Se pone de pie, maldiciendo hacia sus adentros cuando las piernas hormiguean y debe pisar con fuerza para despertar su pie izquierdo. Pero no puede enojarse en aquella habitación, así que sacude la cabeza y se agacha para tomar el peluche. Limpia al osito mientras camina hacia la cuna, se detiene a centímetros del mueble y lleva el peluche hacia su boca, frunciendo sus labios para dejar un dulce beso en la cabeza, imaginando que era la frente de su bebé.
"Te dejo tu peluche" dice al aire y deja el juguete sobre la cuna y arrastra una pequeña manta amarilla hasta tapar el cuerpo del osito. "No te enojes conmigo, bebé"
Le sonríe una última vez antes de caminar hasta la puerta y abrirla. Admira cada parte de aquella hermosa habitación y sale de ella, tirando del picaporte para cerrar ese cuarto.
El silencio fue su única compañía mientras cocinaba su desayuno y una vez listo, lo llevaba a la mesa para comer mirando fijamente a la ventana. Por primera vez en días, su café le sabe dulce y realmente disfrutó comer la mermelada de fresa en sus tostadas. Se tomó su tiempo porque tenía licencia ese día, no vería al señor Kim hasta entrada la tarde y no había planeado nada para ese día más que la diluida promesa de Jimin de cenar con él.
