01. Falling

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Bajó el bolso lentamente dejando que caiga en el suelo, junto con la correa.

Por un momento no reconoció el departamento. No parecía ser el mismo cálido hogar a donde deseaba llegar desesperadamente luego de cada jornada laboral, el lugar que tanto había luchado trabajando y ahorrando, centavo a centavo, con su novio en ese tiempo para comprarlo; el lugar donde pensaba criar a su hijo.

Eran los mismos muebles, el mismo color de pared, los mismos adornos. Pero era, de cierta forma, un lugar extraño para él.

Jungkook respira profundo, notando el aroma a vainilla en el ambiente, calmando un poco el temblequeo de sus manos.

"Compré velas aromáticas" le dijo su esposo entrando en la puerta con el resto de las cosas y dejándolas en el piso. Caminó hasta la cocina y abrió la heladera revelando la cantidad excesiva de comida. "Compré tu leche de banana, yogur de frutilla por si te cansas de la banana; un par de chocolates porque aunque tienes una dieta que seguir, te puedes tomar un permitido; y un par de gaseosas" le dijo guiñando el ojo.

"Um... gracias" musita el menor por lo bajo.

"Espera, hay más" Taehyung caminó hasta la alacena y la abrió, mostrando el interior. "Compré galletas, un par de cereales, frutita y muchas verduras. Como el doctor Kim dijo" se acercó a su esposo y se mantuvo a una distancia precavida. "Limpié el departamento, puse sábanas nuevas y toallones limpios" lo miró a los ojos. "Está todo en orden, Kook"

Jungkook asintió mordiendo su labio inferior.

"Me gustaría tomar una ducha"

"¿Quieres que te ayude?" inquiere el mayor suavemente y hace un puchero cuando su esposo niega con la cabeza.

"P-puedo solo"

En realidad no, pero quiere un momento a solas.

Durante casi una semana estuvo rodeado de personas, monitoreando cada uno de sus movimientos, toqueteándolo y preguntándole incesantemente su estado, agobiando su mente y cuerpo hasta el cansancio. Y lo último que quería era que lo toquen, incluso si se trataba de Taehyung, no estaba de humor para compartir la ducha.

"Ten cuidado" le advirtió con tono dulce acariciándole la mejilla derecha con suavidad.

Jungkook se estremece.

Asiente con la cabeza y comienza a caminar rumbo a la habitación. Al abrir la puerta del baño, inmediatamente se tensó y dejó caer al suelo la ropa limpia que había agarrado.

Miró al piso con temor.

Está limpio. Sin rastros de sangre.

El inodoro brillaba de blancura, los azulejos recobraron su color azul marino y la alfombra de salida de la ducha había sido cambiada. Olía a desinfectante, uno agradable no como el del hospital, y todo estaba ordenado. Los cepillos estaban sobre el estante, no tirados en el piso como él recuerda; la toalla de mano limpia y lavada, no cubierta de sangre como él la había dejado; el picaporte limpio, sin la huella de su mano en rojo impresa en él.

Todo está normal, como si nada hubiera pasado.

"Kook" Taehyung se frenó a mitad del pasillo al ver a su esposo tieso en la puerta del baño.

El aludido no se dio la vuelta, pero lo miró por arriba del hombro.

"Tú... ¿Tú lo limpiaste?"

El mayor tragó duro.

Claro que lo había limpiado él, y claro que había visto rastros de sangre. Casi lloró al ver como el trapeador se teñía de rojo a medida que barría con la sangre seca del azulejo. Las manos de Jungkook por todos lados fue lo más difícil de limpiar, le tomó horas quitar la suciedad de entremedio de la cerámica y tuvo que buscar tutoriales en Youtube de como quitar la sangre de las toallas blancas.

STAY WITH ME | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora