Jungkook pierde su primer embarazo y debe afrontar la pérdida mientras que Taehyung intenta que la relación con su esposo no se arruine.
"¿Lo prometes?"
"Um, puedo intentar" masculla débilmente. "No te prometo nada... pero puedo intentarlo"
Y es to...
Muchas gracias por los +1k, no sé cómo pasó pero gracias, gracias, gracias <3
Perdón por no llegar con el capítulo para el cumpleaños de Yoongi, prefiero tomarme los cinco días que generalmente tardo en actualizar y traerle algo medianamente de calidad jeje Ahora tengo más tiempo libre así que voy a intentar actualizar más seguido
Gracias por todo uwu,plis no me dejen :(
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si no fuera por el reloj en su muñeca, Taehyung no sabría qué hora ni qué día era.
Y sólo lo dedujo cuando al bajar la vista, divisó los números bajos titilando en la pantalla con el lunes veintiséis como fecha. Eran la una de madrugada según el aparato análogico le indicaba y lo único que hizo fue bostezar, estirando los brazos hacia atrás y dejando que la rigidez yacente en sus hombros se desplace.
Joder, el trabajo en computadora es mucho más exigente de lo que alguna vez imaginó.
Se quitó los anteojos y talló sus ojos sintiendo la saturación del cansancio filtrándose por cada poro de su piel. Apartó la silla de la mesa, se pone de pie y caminó hasta la cocina, abrió una de las alacenas de arriba y extrajo de ella el vaso de vidrio grueso, chato y ancho, perfecto para el licor. Caminó lentamente de vuelta, con el cuenco de vidrio bailando en su mano, y se acercó a la vitrina donde guardaba el alcohol, su mirada vacilando en qué mierda tomar para seguir despierto.
El Bourbon luce prometedor ante sus cansados ojos, así que tomó la botella e hizo uso de su boca para quitar la tapa, volcando con experiencia el licor en su vaso. Dejó todo en su lugar y se dirigió al enorme ventanal del otro lado del departamento, aquel que no daba al balcón, dando pequeños tragos al vaso de alcohol en su mano durante el trayecto.
Una vez cerca, Taehyung admiró la vista de la ciudad de Seul aún despierta a pesar de la hora y el frío.
Un lugar tan grande que de sólo mirar la inmensidad en dónde se encuentra hundido lo hace sentir impotente, pequeño y asustadizo. Un trago. Donde las personas normales viven vidas normales, tienen trabajos normales, tienen problemas normales. Otro trago. Una ciudad tan magnánima que el nacimiento de alguien más, que el fallecimiento de uno, son sólo números anotados en una lista de estadísticas. Otro trago más. Donde hay tantas personas conviviendo entre sí que sus problemas quedan como rezagados, casi inexistentes y claramente poco importantes para el resto. Un último trago. ¿Quién es Taehyung en toda esta inmensidad?
Cuando quiere darse cuenta, el vaso en su mano está vacío y se vuelve sobre sí mismo, dirigiéndose en busca de más cuando ve con atención aquella puerta cerrada a su derecha.