STAY WITH ME | taekook

13. Carolina

Taehyung le sonríe y le envuelve el cuerpo por detrás, las manos sobre su panza, acariciándola lentamente y besando su oreja con los labios tersos.

Jungkook está flotando en el cielo. Perdiendo la capacidad de sus cinco sentidos, robando los vestigios de amor que el tacto ajeno deja en su piel, olfateando el dulce aroma de su colonia, probando el sabor de su propia saliva cuando es besado y tocado de esa forma por ese hombre, observando en el cielo las misma estrellas que se reflejan en sus ojos. Saciandose de él, entregando su cuerpo para ser acunado de aquella manera. Desea y es deseado.

Él, él, él, él.

"Ven, Eleonora en mi máquina voladora~" canta el mayor en un susurro sobre el hombro ajeno, ambos mirando la vista desde su balcón. "Que sube y sube, y sube más~"

Jungkook despierta empapado en sudor y con la respiración agitada, y al momento de enderezarse una puntada lejana de dolor golpea con su frente, agudizando la migraña. Llevó la mano a su sien y presionó allí, intentando amenizar el dolor. La camisa pijama tiene los primeros tres botones desabrochados, su pantalón está enrollado hasta las rodillas y sus medias desaparecieron. Esta vez pudo dormir, no las ocho horas reglamentarias, pero con seis eran suficientes para intentar funcionar y sobrevivir al día. Se estira y bosteza, alzando sus brazos hacia arriba.

Y allí es cuando percibe que su celular suena en su mesa de luz.

Toma el aparato entre las manos y atendió la llamada, llevando el teléfono a su oreja mientras se despoja de las gruesas mantas encima suyo, sintiendo alivio inmediato al no tener algo que le eleve la temperatura del cuerpo. Carraspea la garganta y afianza la voz.

"¿Hola?"

"Jungkookie"

Oh, no. El aludido se toma del puente de la nariz, dejando salir el aire retenido en sus pulmones y debatiéndose si quedarse el día en cama o ser un adulto con todas las letras y hacerse cargo de su puesto laboral. Debe hacer los quehaceres del hogar, trabajar, hacer la compra del mes y preparar la cena. Sin contar las miles de situaciones que estaba procrastinando intencionalmente como la de organizar los malditos papeles hospitalarios o el martirio de pensar qué hará con las cosas del bebé.

Realmente prefiere volver a dormirse y ni siquiera considerar la idea de levantarse la próxima vez.

"Jungkook-ah" vuelve a repetir la voz femenina al otro lado de la línea haciendo que el muchacho despierte en sus cinco sentidos.

"Hola mamá" contesta rascando sus ojos con el dorso de su mano en un intento de despabilarse. "¿Cómo estás?"

"Te estuve llamando, Jungkook. ¿Por qué no contestaste antes?"

"Estaba durmiendo" se defiende y se pone de pie, caminando hacia el armario para sacar sus pantuflas y se funde en ellas, caminando hacia la cocina.

"Son la una de la tarde" le reprocha su madre.

Jungkook se frena y quita el celular de su oreja, dejándolo a una distancia prudente para mirar la hora y confirmar, para su mala suerte, que se había pasado el mediodía durmiendo, obviando todas las alarmas puestas en el camino. Mierda, ahora seguramente tendría que coordinar sus horarios si quería llegar a terminar siquiera la mitad de sus obligaciones a tiempo, sin agobiarse en el proceso.

Maldición, ¿no había algo que hiciera bien?

"Me quedé dormido" se excusa recibiendo un bufido del otro lado de la línea. "¿Qué ocurre mamá? Tengo mil cosas que hacer y no puedo estar tanto al teléfono, lo sien-"

"La semana que viene es navidad y aún no me has confirmado si vienes a Busan" le corta de mala manera. Jungkook traga saliva. "Porque por supuesto que vendrás, ¿no es cierto?"