ღ Capítulo 5 ღ

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El llegar hasta el lugar donde el superintendente les había ordenado a toda la malla policial ir, hizo que su tensión previa se intensificara aún más. Todo lo que veía era cientos y cientos de niños pequeños en uniforme, siendo calmados y controlados por los que parecían ser sus maestros. El nudo en el estómago de Volkov se transformó en náuseas. ¿Un aviso de bomba en una escuela primaria? Sintió que se le nublaba la vista, pero el firme agarre que ejerció Greco en su brazo le hizo reaccionar y caminaron a pasos veloces hasta en interior de la escuela.

Buscaba a Conway entre sus compañeros que merodeaban ordenadamente por el sector. No sería difícil, todos portaban el traje de Geo con sus cascos y máscaras excepto su superior que probablemente estaría vestido con su camisa blanca y pistoleras como de costumbre.-Volkov!- oyó a lo lejos, reconociendo a su jefe que le llamaba a viva voz. Al llegar hasta su posición preguntó -Conway, instrucciones?--Ya está la zona peinada, no hallamos nada aún, sospecho que el aviso fue falso, en tal caso debemos investigar el origen de la llamada para proceder al arresto inmediato del sujeto- dijo en tono preocupado.

- 10-4, en ese caso nos retiramos?- preguntó más tranquilo el comisario. -Si, si...antes intenten calmar la multitud de afuera, y que reingresen al establecimiento de forma segura.- espetó el superintendente mientras se dirigía nuevamente hacia la zona interior del colegio.

A paso lento y tranquilo Volkov caminó hasta la entrada principal de la escuela, en busca de su compañero. Sin embargo, lo que vió le cortó la respiración, y sus latidos retumbaron violentamente en sus propios oídos.

Estaba Greco, sin su casco puesto, animadamente conversando con el ya conocido profesor, Horacio. -No puede ser- soltó en un susurro cargado de nervios. La idea de encontrarle había pasado por su cabeza, claro está. Pero jamás pensó que de verdad sí ocurriría, y menos de esta forma, viendo como justamente su compañero, amante del chisme, era quien se le había acercado. Sin darse cuenta, Viktor ya estaba de camino hacia los recién nombrados, haciendo que Greco le sonriera al de traje policial, pero notando que el joven profesor no se inmutaba ante su presencia. Fue ahí cuando recordó que estaba completamente cubierto, vestido así era irreconocible, así que se quedó de pie cerca de ellos para oír la conversación pero pasando inadvertido para Horacio.

El otro comisario ya sabía que se trataba de Volkov, por lo que no perdió la oportunidad de ponerle incómodo y nervioso. Con una sonrisa le preguntó a Horacio -disculpe, no ha visto por aquí a Viktor Volkov? El comisario que usted conoce bien-

El peliazul abrió sus ojos a más no poder, y sus mejillas se tiñeron de carmesí. - p-pues no...él...él vino acá hoy?- su voz temblorosa y llena de ansias y esperanza causaron ternura en ambos comisarios.-Claro! Vinimos en el mismo patrulla! Me dijo de hecho que esperaba verle aquí!- Los puños del ruso se apretaron, le hubiese encantado que llegaran a la cara de Greco de hecho, pero no podía revelar su identidad ahora, no después de estar ahí parado todo este tiempo.

-¿Cómo?- la voz del de cresta fue casi inaudible, -¿está usted tomándome el pelo?-

-Claro que no! Él me ha contado de usted, le agradas mucho- El de barba usó el tono más inocente posible. Viktor no aguantaba más, era ya suficiente. Se sentía expuesto y humillado. Se iría sólo en el patrulla, que el otro se las arregle por las suyas. Camino al vehículo, algo le detuvo, era un rostro conocido que le hizo frenar sus pasos de golpe. Julián. El pequeño alumno de Horacio, a quien éste cuidaba, estaba allí de pie junto a sus compañeritos de clase.

Volkacio AU - Teach me how to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora