ღ Capítulo 33 ღ

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Tan sólo unos pocos días habían pasado desde la proposición de matrimonio. En comisaría todo el mundo hablaba del ruso y frío comisario que sonreía embobado cada vez que su novio le enviaba algún mensaje o le visitaba brevemente.Greco se había ofrecido aquella tarde a arreglar junto con Horacio el lugar donde sería la ceremonia: Una preciosa casona rodeada de áreas verdes y hermosas flores. Todo sería iluminado elegantemente apelando igualmente a un estilo natural y delicado.Por otro lado, Conway se dirigía rumbo al Hogar de Menores a pedir autorización al encargado para sacar a los niños una tarde y llevarles al casamiento de quienes les habían cuidado con tanto esmero y cariño real de todas las maneras posibles.

-Conway, ¿De verdad irá con pistolas a solicitar el permiso para los pequeños?- sentía que tal vez estaba exagerando un poco.

-No me voy a arriesgar a obtener un "no" como respuesta Volkov, esos pequeños irán de todas maneras a tu matrimonio- espetó con total seguridad.

El comisario se limitó a reír ante aquel comentario, le estaba tremendamente agradecido por toda la ayuda prestada, y se encontraba fascinado con la manera en que aquel gruñón superintendente defendía con uñas y dientes a sus niños.Para Horacio y Volkov era todo bastante apresurado, y debían tener todo listo para poder ser visitados en poco tiempo por el personal del Gobierno encargado del proceso de adopción. Necesitaban un lugar en condiciones para criarles correctamente. Decidieron comprar una casa sencilla, preciosamente decorada y con un patio enorme. Ilusionados imaginaban a sus pequeños jugando tranquilamente allí, envueltos en un ambiente repleto de amor y seguridad, como lo merecían.


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El gran día finalmente había llegado, todo el mundo figuraba entre elegantes vestimentas y grandes sonrisas esperando la llegada de los novios, entre ellos, los tres pequeños, quienes inquietos jugueteaban bajo el atento cuidado de Jack.

Murmullos sorprendidos comenzaron a resonar cuando vieron a la pareja entrando junta, de la mano, caminando por el hermosamente ornamentado pasillo. Lucían radiantes, ambos con sus elegantes trajes combinados y un brillo de ilusión posado en sus ojos. Un nudo en la garganta se le formó al comisario cuando les vió allí de pie, agolpando emocionadas lágrimas en su mirada. Toda su familia había viajado desde Rusia para acompañarle en su momento especial. No lo podía creer en absoluto. Si bien tenían conocimiento de todo lo vivido junto a aquel joven profesor, no pensó que de verdad le apoyarían de tal manera. ¡y como no! Si desde aquellas frías tierras esperaban siempre nuevas noticias de su relación con el hombre que también había encantado a la familia...


La ceremonia transcurrió preciosamente entre lágrimas de felicidad, dulces palabras e ilusionadas promesas. Una vez ésta terminó, los novios fueron rápidamente rodeados para ser felicitados y hablar cálidamente.Tras un tiempo en la fiesta, en el jardín de aquella preciosa casona elegantemente decorada, se encontraba Horacio sentado en una de las grandes mesas, rodeado por la totalidad de la familia de Volkov. Escuchaban atentamente sus historias y reían ante sus ocurrencias.Viktor rió a lo lejos, sentado en una banca. Entendía totalmente esa sensación de ser atrapado por los tiernos y graciosos encantos del moreno, y verles llevarse así de bien le emocionaba tremendamente, estaba pasando de no tener familia a ser por fin incluido en una.


Julián en sus brazos, observó aquella escena también, y con una triste curiosidad le preguntó al ruso -¿Tú crees que pueda tener una familia así de linda algún día?-. Aquello removió todo al interior del ruso, quien afianzando su agarre respondió seguro -Eso te lo prometo-


-Vas a crecer en una familia que te ame mucho, que confíe en tus capacidades y sepa que llegarás lejos en lo que te propongas, y sobretodo, una familia que te va a cuidar y proteger de todo mal- el pequeño le miraba atento, pero en su rostro se reflejaba la confusión y tristeza.


-Yo pensaba que algún día mi papi Horacio y tú nos llevarían a casa, es lo que he soñado por mucho tiempo- pequeñas lágrimas aparecieron en sus ojos, sin poder visualizar un futuro lejos de aquellos dos hombres que les habían entregado tanto. Llorando, continuó Julián abriéndose al comisario -No quiero conocer a otros papis, ni que me separen de mis hermanos-

sus sollozos le hacían difícil hablar -Tengo miedo...yo sólo quería que fuésemos felices todos juntos-

Volkacio AU - Teach me how to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora