Volkacio AU - Teach me how to love

ღ Capítulo 13 ღ

Exactamente una semana había pasado desde la última que se vieron. Tiempo que en vez de servirles para aclarar sus ideas, les tenía a ambos aún más confundidos respecto a lo que sentían. Sagradamente, a diario se llamaban por teléfono mientras Viktor cocinaba su cena en casa y Horacio corregía pruebas de sus alumnitos y preparaba material para sus clases. Pese al deseo de ambos por verse, Horacio estaba escaso de tiempo debido al cierre del año escolar, momento en el cual más trabajo tenía; por ende, el comisario aprovechó para hacer horas extra y dedicarse de lleno a su trabajo, como siempre, intentando impedir que a su mente vuelva una y otra vez la imagen de aquella sonrisa que le quitaba el aliento sin querer reconocerlo.

Era día martes, antes del mediodía, y Viktor recibió una llamada por parte de Horacio. Desconcertado por la hora, contestó de inmediato. -¿V-Viktor?- su voz temblorosa del otro lado hizo entrar en estado de alerta inmediatamente. -¿P-Podrías venir a mi c-casa cuando tengas un momento p-por favor?-- ¿Horacio, se encuentra usted bien?- Confundido y preocupado preguntó, mientras salía de comisaría en dirección a su vehículo, algo no andaba correctamente.- P-pues sí y no... tengo miedo Viktor, ven, te lo suplico- susurrando... terminó sus palabras en llanto, Volkov lo podía oír a través de la llamada, haciendo que en su estómago se hiciera un nudo. Ya iba en camino a aquella dirección donde le dejó la última vez que se vieron.Avisó por mensaje a Greco y a Conway de su posición, explicando lo ocurrido. Ambos aseguraron que estarían atentos a cualquier cosa y no dude en avisarles de lo que sea.

Con sus manos sudadas de nervios bajó del vehículo y se dirigió a la puerta del hogar del joven profesor. Tocó y un acelerado Horacio le abrió. Tras soltar un suspiro desesperado, le miró directo a los ojos y el peligris pudo notar miedo y tristeza en ellos. Con vergüenza, el de cresta le preguntó en voz baja -¿Te puedo abrazar?- Sus ojos aún brillaban por haber llorado recientemente. Viktor no dejó pasar un segundo más, y recibió al peliazul en sus brazos, aún preocupado sin entender qué ocurría, pero disfrutando de sobremanera aquella unión.Horacio escondió su cabeza en el cuello del contrario y éste le rodeó con fuerza por la espalda, dejando suaves caricias para calmarle.

Posando ambas manos en las mejillas de Horacio, el comisario buscó su mirada, y pidió suavemente -Horacio, cuénteme qué ocurre- acercó su rostro aún más, y continuó -Dígame que pasa, estoy aquí para lo que necesite--Es Tomy- Comenzó su relato, refiriéndose al mayor de los tres muchachos que Horacio cuidaba. -Esta mañana me llamaron del hospital-

Los ojos del comisario se abrieron completamente por la impresión. Y le miró atento para que prosiga. Pero el de cresta se detuvo, en silencio, y con nervios acariciaba sus propios brazos abrazándose a sí mismo.-Tenía golpes por todo el cuerpo, todo lleno de moretones...y- tragó duramente -Y le habían apuñalado- a estas alturas sus manos estaban cerradas con firmeza sobre sus propios brazos, haciéndose daño a sí mismo mientras intentaba detener su llanto.Volkov sintió que sus oídos se tapaban y no era capáz de escuchar nada a su alrededor. Aquella noticia era algo que no esperaba encontrarse, definitivamente no. Rápidamente tomó las manos de Horacio y las separó de sus brazos para que no siguiera dañándose.

-Pero, y ¿Cómo se encuentra, dónde está, por qué ocurrió eso, y qué hay de sus padres?- Atropelladamente el comisario le llenó de preguntas, elevando en desesperación el tono de su voz. Horacio le hizo un gesto de bajar la voz, y ante un confundido Volkov explicó: -Lo traje a casa después de que le curaran, está durmiendo en la habitación- Viktor asintió entendiendo y siguió escuchando, -debería estar mejor, ven, acompáñame a la cocina- dijo mirando a todos lados como si las paredes escucharan.