Let Me Die - Minayeon [Adaptación]

Capítulo 35

"Es imposible, ya lo sé; Sólo Abrázame."

Mina se había pasado la semana yendo a la casa de Nayeon, se quedaba a cenar con ella y luego, regresaba con Akira.

Seah era una gran madre, Nayeon nunca le había contado sobre ella, tampoco nada de su historia y una de esas noches en las que se quedaban en la cama hablando de cualquier cosa, salió ese tema... Su familia.

Los padres de Nayeon se divorciaron cuando ella era pequeña, tenía siete años cuando su padre se fue de la casa, había muchos problemas económicos, conflictos y peleas entre la pareja que formaban en ese entonces, así que decidieron separarse pero después de eso, no se llevaban mal. Seah tuvo a Nayeon siendo una adolescente con muchos problemas familiares y con ella misma, era una chica que solía tomar alcohol, no le importaba nada en la vida.

No sabía que la madre de Nayeon había tenido una vida fuerte y dura: su padrastro la violó de niña y ese fue el trauma que la llevó a drogarse, tener amigos malos y esas cosas... Pensó en el aborto de su hija, también en suicidarse; Nayeon le explicó cómo había sido ese momento:

Se había parado en medio de la calle cuando un camión pasaba por esta, por suerte el vehículo iba despacio y no la atropelló, días después de aquel incidente se enteró que tenía una vida dentro de su vientre y se sintió agradecida, estaba feliz pero seguía perdida. Era su hija, y junto a su novio en ese momento no esperaban tener un hijo... Tenían dieciocho años. 

Seah pensó que Nayeon era la bendición de sentirse feliz después de que su padrastro abusó de ella pero, seguía pensando en cómo su vida cambiaría. Dejaría de salir, tendría que quedarse en casa y jamás podría ir a la Universidad y obtener un título.

La madre de Seah se separó de lo que era su esposo y quedó soltera, Seah amaba tanto a su madre como a su padre, en el tiempo que les contó sobre que iba a tener un hijo, sus padres la apoyaron en cada cosa que tuviera que pasar por el embarazo. Era joven y no sabía sobre esas cosas, no pensaba que después de haber tenido relaciones usando preservativos tendría un bebé.

Según Nayeon, su papá no fue el mejor padre que hubiera deseado, muchas de las veces se olvidaba de ir a buscarla en el Instituto o los fines de semanas no iba a buscarla a la pequeña casa donde vivía con su madre, pero pasando los años, él se casó y empezó a ser un buen padre. Nayeon nunca le tuvo rencor, lo quería muchísimo pero tal vez no tanto como a su madre, que era como su mejor amiga.

Mina sabía que Nayeon tenía una hermanastra que era más hermana que hermanastra, realmente era tierna según ella.

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Fue con la psicóloga días después para la sesión que tenía programada con ella, la había cambiado a todos los viernes por la tarde... Al llegar, todo seguía de la misma manera: naranja.

Se rió para ella misma, unos simples y estúpidos colores le habían hecho un completo lío en la cabeza, era algo loco pensar en eso... En como con los colores te identificabas. Sana sin duda era naranja, siempre estaba alegre, era algo que repartía por el mundo. Podía ser una maldita a veces, pero siempre teniendo la misma simpatía con cualquier persona con la que hablara.

-Tu padre me llamó hace unos días. -dijo Jihyo cuando Mina cerró la puerta de la sala. -Quería saber qué me habías dicho el primer día que hablamos.

Mina se le quedó mirando fijamente.

Sabía que había un contrato en el cual decía que todas las cosas que se hablaban quedaban en este lugar, en estas cuatro paredes de un color que significaba algo. Y entonces, una duda le llegó a la cabeza: el contrato podía ser falso ¿no?