Capítulo 41

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"Es imposible, ya lo sé. Perdóname."



-Oh, mira qué tierna era. -dijo Mina mirando hacia la foto en el cuadro que visualizaba. -Le faltaba un diente, era muy hermosa. -soltó una risa y siguió viendo las otras fotos que había en la pared, antes no se había detenido a mirarlas.

-Esta, -señaló una fotografía con su padre. -Fue cuando su padre la llevó a pescar por primera vez, mi pobre bebé estaba tan asustada, tenía a penas cinco años. -Nayeon llegó a su lado y abrazó a su madre por la cintura y le dio un beso en la cabellera. -Y se me aferró a la pierna diciendo: "Oh, tengo miedo mami, ¿qué pasa si algún pez gigante nos come? -las mejillas de Nayeon se tornaron rojas.

-No es necesario contar los detalles de aquel día. -dijo la coreana mientras miraba hacia el cuadro. -Es vergonzoso.

-Nayeon, todos tenemos momentos vergonzosos en nuestra vida de pequeños al igual que Mina. -dijo el padre de la castaña y apoyó las manos en los hombros de su hija.

Mina sabía con certeza que anécdota estaba por contar su padre y no quería que contara esa historia de cómo se había quedado aferrada a la pierna de su madre un día antes del jardín, era jodidamente vergonzoso.

-Un día antes de que ella entrara al Instituto en la parte de Jardín de niños, se aferró a la pierna de Sachiko y no la soltó en todo el día entero. Se había quedado aferrada a su pierna hasta cuando nos tuvimos que ir a dormir, así que ella durmió con nosotros y al despertar aquella mañana, seguía en el mismo lado y de la misma posición. - su padre le dio un sacudón y Mina cerró los ojos respirando con tranquilidad, odiaba esa historia, la hacía verse como un niña caprichosa.

-Oh, y al otro día, supongo, que no quiso soltar a tu esposa de la pierna como una pequeña caprichosa. -dijo Seah mirando a Akira, quien asintió. -De hecho, conozco una historia parecida. -dijo, mirando a la pelinegra.

-No soportaré esto, mamá. -dijo Nayeon y estiró su mano hacia Mina quien la tomó. -Llámame cuando la cena esté lista, saldremos a caminar ¿bien?

Akira rió y soltó a su hija no sin antes darle un beso en la mejilla.

Desde hace unos días que su padre había estado demasiado cariñoso con ella y a Mina le agradaba, pasaba más tiempo con él y eso le encantaba. Las horas de trabajo de Akira se redujeron, todas las noches empezaría a llegar a las nueve de la noche y esa idea había alegrado a Mina intensamente.

Nayeon tomó a la castaña de la cintura y la besó antes de salir por la puerta. Akira y Seah se quedaron mirando como sus dos hijas se besaban, a Mina le dio vergüenza como era de esperarse pero, se dejó llevar por el momento. Su novia mordió su labio y se alejó un poco de ella, la miró por unos segundos y volvió a besarla.


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Eran como las ocho de la noche cuando salieron a dar una vuelta para alejarse de aquella casa donde, seguramente, seguían hablando de todas las historias vergonzosas que alguien puede tener siendo pequeño. Nayeon de pequeña era muy cómica y muy miedosa, vivió casi siempre con su madre después de que sus padres se separan. Su padre no era el mejor de todos los tiempos pero aún así lo quería.

-Así que... -dijo Mina. -¿Pensaste que un pez iba a comerte?

-¡Tenía cinco! -se quejó Nayeon estirando las manos a sus costados, para eso tuvo que soltar la mano de Mina. -Era una bebé apenas, no sabía que los peces no comían humanos.

Let Me Die - Minayeon [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora