Capítulo 42

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"Te puse en lo alto del cielo."



POV Nayeon

Corrí hacia su casa unos veinte minutos después de verla desaparecer por todos lados.

Reaccioné y supe que debía de seguirla, en veinte minutos alguien fácilmente puede suicidarse con tranquilidad por las calles de Seúl y sentí miedo, no sabía por qué.

Tampoco sabía si el remolino de sentimientos que estaba dentro de mi era solo porque tenía pena por ella y solamente eso. Era como ver a alguien intentar saltar a un vacío y no poder tirarte detrás de esa persona porque también mueres, también caes y también te golpeas contra el suelo. Pero en el momento en que salvé a Mina, el vacío no estaba debajo de ella, el vacío estaba saliendo desde mi pecho como si fuera un huracán y por eso, corrí y corrí hasta sacarla de la carretera.

Presenciar una muerte era una de las últimas cosas que quería ver en mi vida, ver cómo alguien intentaba suicidarse porque la vida no había sido como esa persona quería.

Una de las peores cosas era que yo había sido una de las millones de razones por las que Mina, esa noche, quisiera que un camión le pasara por encima y eso ocasionara que ella se fuera; se fuera para no volver.

Suicidarse, sería algo que nunca haría, dejarlo todo solo por muchas malas jugadas. Puede que el valor y fe que una persona se tiene desaparezca cuando todo el mundo te dice que debes matarte y que no vales nada pero, ¿Dónde queda la esperanza de ser alguien que si puede salir de toda la mierda que está viviendo? Esa esperanza, esa luz que te dice que todo al final se va a arreglar, que todo va a ser mejor, que va a ser como empezar desde cero, un inicio con páginas en blanco para completar con las cosas que haremos cada día por más que sean cosas estúpidas.

No estaba lejos de la casa de Mina cuando me detuve a respirar y caminar un rato. No era la mejor persona en atletismo pero no era que no tuviera resistencia física sino que el hecho de que mi mente estuviera pensando en otra cosa, me sacaba la concentración de mover las piernas velozmente para alcanzar a aquella chica... aquella chica rara e intentar salvarla de lo que está viviendo.

Al ver su casa con las luces prendidas, supe que alguien estaba en la misma tanto como podía ser su padre como no, pero si la persona que estaba ahí era Akira, todo sería más sencillo; le contaría que encontró a su hija a punto de ser atropellada por un camión y que la salvé, (no es necesario mencionarle el hecho de que fue elección propia que el camión le pasara por encima, hay cosas que pueden ser omitidas de la historia.) y que si ella no estaba en la casa había que llamar a la policía o algo por el estilo para encontrarla y asegurarse de qué esté bien.

Mi corazón empezó a latir con fuerza cuando toqué el timbre y después la puerta, esperando que alguien me abra. Por haber corrido no me di cuenta del frío que hacía en Seúl. La temperatura había bajado muchísimo y yo estaba temblando como estúpida.

La puerta se abrió y subí mi mirada, la cual estaba clavada en el piso y apareció Mina con su pijama puesta. Ella se me quedó mirando unos segundos, me examinaba de pies a cabeza pero no de una buena manera, realmente parecía como si me detestara y no la culpaba por ello.

Mina se hizo a un lado y asentí con la cabeza antes de entrar, era como una manera de decir gracias. No sabía qué iba a decir, no esperaba encontrarme con ella aquí... Realmente no lo esperaba.

Elevé mi vista para mirarla fijamente a los ojos y ella me ignoró. Entendía lo que estaba haciendo, no sabía cómo mirarme después de lo que presencié hace tan solo unos minutos. Uno de sus secretos más guardados y más íntimos fue descubierto hoy casi a media noche y no era como contárselo a un amigo o a un perro, era como contárselo a un enemigo para que después se lo dijera a todas las personas que conocía y hacerla quedar mal. Para hacerla sentir débil y vulnerable como lo era en ese momento. Estaba preparada para hablar pero ella no me lo permitió.

Let Me Die - Minayeon [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora