más que amigos

30. Explosiones (II)

Miré a Eva la cual me había seguido como si en eso se le fuera la vida. Ahora mismo, si me hubiesen preguntado a qué le tenía miedo, hubiera respondido que a Eva.

-Hugo, ¿qué ha pasado? -Se acercó a mí sin hacer ningún ruido en sus pisadas. -¿Por qué os habéis pegado? -Preguntó en un susurro.

-Por ti. -Dije sin más miramientos. ¿Para qué mentir? Ya no tenía sentido, ella sabía perfectamente lo que yo sentía por ella, cuánto la quería.

-Hugo... Sé que te sonará absurdo, pero... No sé porque te peleas con Rafa, sabiendo que yo te quiero a ti, no a él. -Aquello sí que me hizo gracia, pensé que se estaba burlando de mí. Se me escapó una risita histérica, pero a la vez burlona. Se supone que se iba a casar con él, ¿Cómo no iba a estar loco de celos?

-Mira Eva, olvida que esta noche hemos estado juntos, olvídalo todo. Tú tenías razón, es mejor no volver a vernos. Tú te vas a casar... Supongo que Rafa es lo que te conviene. -Las palabras de Rafa me habían calado completamente, supongo que tenía razón... Él podía darle muchas cosas que yo no podría darle jamás... ¡Pero si yo vivía con Flavio y Sam! Ni siquiera tenía casa propia... Además, ¿y si me había mentido con lo de que me quería? Ella me había dejado una vez...

-Hugo, yo decido lo que me conviene, no tú. -Sonaba triste, nerviosa. -Siento lo que te he dicho esta mañana, perdóname. Dejaré a Rafa... Por ti... Yo solo quiero estar contigo. -Se me cortó la respiración, sobre todo al escuchar el tono desesperado que hacía servir al decirme todo aquello. Pero no la creía, no la creía porque Rafa tenía razón. Desconfiaba de Eva y ahora más que nunca.

De repente noté los brazos de Eva rodear mi cuerpo y apoyó su cara en mi pecho. Aquello no era justo, no podía usar esa táctica para que me ablandara ante ella. Moví mis manos hacia delante y la cogí por la cintura, intentando soltarla de mí. Eva parecía una lapa, pero lo peor no fue aquello, lo peor fue que se puso de puntillas y me besó en los labios. Bueno... Lo peor fue que yo me dejé, y le correspondí con ilusión.

***

No lo había podido resistir, tenía que besarle como fuera, sino me iba a dar algo. Aunque, desgraciadamente, él me apartó con fuerza unos segundos después que él me correspondiera con interés.

-No, Eva; no. -Pensé en Rafa, y en lo malo que podía llegar a ser a veces.

-¿De qué habéis hablado Rafa y tú? -Tenía la certeza que Rafa le había dicho algo que a él le había hecho reflexionar, pero negativamente. ¿Qué pasaba, nos habíamos cambiado los roles? Esta mañana era yo quien no quería volver a verlo, y ahora era él quien lo decía. Nunca estaríamos de acuerdo en nada.

-Eva, no se trata de si Rafa me ha dicho algo, o no me ha dicho nada. La cuestión es que ni aunque quisiéramos... esto no funcionaría por nada del mundo. -Parpadeé repetidas veces al escuchar aquello. Ahora era yo la que no entendía absolutamente nada. -Fíjate, estamos aquí... Acabamos de besarnos, y ni siquiera hemos pensado en que tu prometido está al otro lado de la puerta... Las cosas no se hacen así. Me siento mal conmigo mismo, es mejor que las cosas sigan como antes... Si quieres podemos seguir siendo amigos. -Me extendió la mano hacia delante, pero yo no estaba dispuesta a aquello, así que le di un pequeño golpe en ella, completamente rabiosa.

-¡Te estoy diciendo que dejo a Rafa por ti, y tú me dices que ahora no quieres nada conmigo! ¿Entonces por qué te acostaste conmigo? ¿Por sexo, nada más? -Si hacía falta me arrastraría por el suelo... Pero puede que aquello fueran las consecuencias malvadas de no haber hecho caso a mi corazón años atrás.

-¡No digas tonterías! -Me soltó con desprecio. Yo me enfurecí aún más.

-No son tonterías... Pensaba que lo de anoche cambiaría las cosas.

***

-Pero si fuiste tú la que dijiste que mejor que no nos viéramos más... ¡Venga, Eva; por favor! -Reí por no llorar, aquello me parecía ridículo. -Además, ¿de verdad piensas que acostándome contigo iban a cambiar las cosas? ¿Pensabas a lo mejor que ya no estarías prometida, que no tendrías este anillo en el dedo? -Casi gritaba, y aquello pareció asustarla. Le cogí la mano con fuerza, y saqué el dedo donde tenía puesto el anillo un poco más afuera que los otros. -¡Esto es lo que me fastidia y lo que me impide hacer lo que desearía con toda mi alma! -Se sobresaltó todavía más. -Yo no quiero cambiar las cosas, si todo ha salido así... Será por algo. ¿Y si estamos confundiendo las cosas? -Frunció el ceño... -¿Y si en realidad no estamos enamorados? -Me costó decir aquello, por eso se me quebró la voz a mitad de camino. La quería muchísimo, pero puede que no fuera suficiente como para llevar una boda al traste.

-¿No crees que merezca la pena? -Se le derramó una lágrima por la mejilla, y yo aparté la vista para no tener que verla llorar. En realidad me sentía confundido por todo el tiempo que habíamos pasado sin vernos y Rafa había acabado de abrirme los ojos.

-Vale, sí... Te quiero muchísimo... ¿Pero es suficiente?

***

Cogí su cara entre mis manos, y le acaricié las dos mejillas.

-Es suficiente, es suficiente... -Dije con dulzura. Si antes el desesperado era él, ahora era yo la desesperada. Al tener a Rafa al lado y poder compararlos, me había dado cuenta que no podía vivir más tiempo sin él y que Rafa podía pasar a la historia...

Me puse de nuevo de puntillas dispuesta a besarle, aunque Rafa estuviera mirando por la mirilla. Solo me dio tiempo a rozar sus labios con suavidad, porque él enseguida me cogió por los brazos y me echo hacia un lado, mientras apartaba sus labios de los míos.

-Hasta aquí hemos llegado, Eva. -Mi respiración era entrecortada, y no podía casi respirar.

Nunca me había sentido así, nunca me había sentido tan enamorada de él, como en ese momento. Se derramó otra lágrima por mi mejilla, esta vez mucho más grande que las anteriores. Se giró sobre sí mismo y comenzó a bajar las escaleras con paso lento y firme, dejándome llorando como una tonta en medio del portal.

Toda la culpa la tenía Rafa, estaba segura que él había hablado con él, que le había dicho algo... Se iba a enterar, o a lo mejor la que se iba a enterar iba a ser yo.

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💔