17. Hasta que nuestros caminos se junten

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Cogía todas las cosas que encontraba por el comedor y que eran suyas, entonces las guardaba dentro de una caja de cartón que tenía colocada encima de la mesa. Miraba cada uno de los CD's para ver cuáles eran suyos y cuáles eran míos, y no debían ser movidos de su sitio.

-Quédate la edición completa de ABBA, sé que en el fondo te gustan más que a mí. -Me miró durante unos segundos y después volvió a dejar el CD en el sitio que le correspondía, en aquel mueble destartalado de madera vieja.

-No, gracias. Prefiero a The Weekend. -Me miró con sorna y a continuación comenzó a mirar los libros que habían justo al lado de los CD's.

-Casi todos son míos. -Le dije divertido. Estaba sentado en el sofá, con los pies en la mesita pequeña de delante, pero me acomodé mejor y estiré todo mi cuerpo en este.

-No, los de arte son míos. -Notaba un deje frío y distante en su voz, tono que había usado desde la pelea en el restaurante, una semana atrás. Comenzó a coger cada libro de arte que se encontraba en la estantería.

-Algún día iré a ver tus pinturas a una galería, estoy seguro. -No me respondió, siguió cogiendo sus libros con aire cansado. Yo tragué saliva, al comprobar cómo me ignoraba totalmente. Finalmente, llegó al lugar de los álbumes de fotos, donde había unos dos o tres llenos de fotos nuestras; de pequeños, hasta ahora.

-Puede que debiéramos quemar todas las fotos. Solo sirven para traer recuerdos que yo ya he olvidado. -Apreté los puños con fuerza. Si quería quemarlos los quemaría solita.

-¡Haz lo que te dé la real gana! -Me levanté del sofá hecho una furia y me dirigí hacia ella, que me miraba sin ninguna expresión en la cara. -¡Haz lo que te dé la gana, pero yo no voy a quemar nada! ¿Me has entendido? Y si las quemas... -Me tembló la voz. -Te vas a arrepentir toda tú vida.

-Hugo... -Bajó la vista al suelo, parecía cansada. -No te enfades, pero si queremos empezar de cero va a ser mejor que las quememos, o que las tiremos a la basura... Ya da igual... Ya no quiero tener nada que ver contigo, aquí se acaba todo. -Moví la cabeza negativamente y me moví nervioso de un lado a otro. No la entendía, no la entendía, no la entendía... Estaba desesperado, completamente desesperado.

-¿Por qué no reaccionas? -Le pregunté, pausadamente. -¿Por qué no lo piensas mejor? -Le cogí las manos y las envolví en las mías, mi tonito desesperado parecía ponerla nerviosa. -No te haré caso, no te hablaré, no me meteré en tú vida... Pero por favor... No te vayas. Yo te quiero mucho, Eva. Siempre hemos estado juntos... No concibo mi vida sin ti, no puedo vivir sin ti...

Podía parecer una especie de declaración de amor, y supongo que lo era, pero era más una declaración de necesidad. La necesitaba, por una extraña razón la necesitaba a mi lado. Pero lo que le había dicho no pareció afectarle lo más mínimo, porque apartó mis manos de las suyas, fue hacia la caja de cartón y la cerró con celo. Yo me quedé mirándola, totalmente ido.

-Quédate con los álbumes de fotos... -Cogió la caja con fuerza y me miró, por última vez. -Esta es la última caja, Rafa me espera abajo... En el coche. -Los ojos me empezaron a brillar, unos segundos más y no podría aguantar más tiempo mis lágrimas. -Espero que todo te vaya bien, y que acabes pronto la carrera. Estoy segura que serás un gran fotógrafo, ya verás... A lo mejor... Algún día veo tus fotos en las revistas del National Geographic. -Me sonrió a medias. -Y sí, a lo mejor algún día consigo exponer mis obras en una galería... -Vi como se le caía una lágrima por la mejilla izquierda, yo aparté la vista, no podía mirarla más a la cara. -Bueno... Ya nos veremos por ahí... -Dio media vuelta, dispuesta a irse.

-Lo dudo mucho, yo también me marcharé pronto de esta ciudad. -No se giró a mirarme, simplemente avanzó con paso decidido hacia la puerta de entrada y se marchó.

Reseguí con mi mirada cada cosa del comedor que pudiera recordarme que ella había existido alguna vez. Fui directamente hacia los álbumes de fotos y cogí el primero que encontré, lo abrí apresuradamente y arranqué la última foto que Eva y yo nos habíamos hecho unos tres meses atrás. Eva, sonriente, me daba un beso en la mejilla y yo ponía cara de circunstancia, me hizo reír, pero la risa se ahogó con mis llantos.

No volvería a verla en mucho tiempo.

***

Coloqué la caja en el maletero y entré en el coche sin ganas. Rafa me miró de reojo pero no me dijo nada, puso el coche en marcha.

Yo no paraba de llorar. Aquel día lloré durante horas, ni siquiera Rafa pudo hacerme parar.

No volvería a verle en mucho tiempo.

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No quiero que odiéis a Eva... ¿no creéis que todo es una coraza porque está cagadita de miedo? 🙄 intentad entenderla🙏
Ahora que se van a separar tanto tiempo, si se vuelven a encontrar, ¿cómo creéis que estarán sus vidas? ¿Trabajo? ¿Parejas? ¿Se habrán olvidado el uno del otro? Contadme vuestras teorías 👀

Al final habéis tenido mini-maratón🥰 es una forma de recompensaros por leer, votar y comentar♥️

más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora