ii: some kind of drug

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Los tres salieron de la casa de las Hanakuro para ir caminando hasta la parada del bus. Una vez allí comenzaron a hablar de trivialidades sin sentido hasta que al poco rato llegó el bus que les dejaba cerca de la casa de los Miya. Ya en el autobús pagaron por su billete y se sentaron en algunos de los asientos libres que había.

—Invité a todos los de segundo y otros amigos así que espero que Kita y Aran no se queden mucho tiempo—suspiró Atsumu. Todos sabían que Kita era muy estricto con las rutinas y sobretodo con la salud, lo que implicaba dormirse pronto y no tomar alcohol, justo lo contrario a lo que en realidad pensaban hacer los gemelos.

—Oye que malo eres, Kita solo se preocupa por vosotros—habló Nishishima.

—Que mentirosa eres, si lo único en lo que piensas es en emborracharte hasta que no puedas ni andar—rió Akari a lo que Atsumu también se unió a la risa.

—Habló la más indicada precisamente—le contestó la peliblanca

—Dios mío ¿os acordais cuando nos dimos un beso de tres y luego hicisteis otro beso de tres con Osamu?—rememoró Atsumu. Ambas comenzaron a reír hasta caersele las lágrimas.

—Cómo olvidarlo—dijeron entre risas a la vez. 

—Eso si, espero que hayais preparado una buena playlist porque la última vez terminamos escuchando la picadura de la cobra gay.—advirtió Akari.

—Es cierto que fue divertido pero ni si quiera llevaba más 3 copas encima así que algo raro—apoyó su amiga.

—No os preocupeis porque esta vez la playlist la creó Suna y me la pasó, mirad—Atsumu buscó el chat de su compañero de equipo y de las últimas cosas que se habían enviado era un link de una playlist de Spotify. Mirai le quitó el teléfono de las manos y comenzó a verlo junto con Hanakuro.—¡Hey!

Atsumu simplemente las dejó mirar la playlist, sabía que ellas tenían más idea de música que él. Las dos casi ni hablaban mientras observaban la las 92 canciones que ni Atsumu se molestó en mirar confiando por completo en el gusto de Suna, su amigo y compañero de equipo. Mientras tanto las chicas parecían estar opinando de todas y cada una de las canciones. Cuando ya faltaban solo dos paradas para bajarse le devolvieron el móvil.

—Yo creo que es una buena playlist  y tiene buen gusto musical, aunque creo que debería poner más canciones latinas, son muy bailables y además las conoce todo el mundo.—opinó Akari. Mirai agitó la cabeza de acuerdo con la morena.

—Pero yo creo que aún así está muy bien y también son bailables solo que de una manera más... sensual.

—Bueno si vosotras lo decís, yo se lo pedí a Suna porque siempre está con sus auriculares y ni me presta atención—Atsumu se encogió de hombros mientras se levantaba de su asiento del bus porque ya casi estaban llegando a su casa.

—No conozco a ese tal Suna pero seguro que es igual que mi amiga aquí presente—Mirai señaló a su mejor amiga que le sacó la lengua.

—Sois vosotros que estáis necesitados de atención—se defendió Akari mientras rodaba los ojos. El bus paró en la parada y los tres amigos se bajaron y siguieron caminando hacia la casa mientras seguían peleando por pequeñeces como aquella. Los gemelos vivían en una casa bastante grande y algo más apartada de las demás por lo que normalmente celebraban en su casa, obviamente no eran fiestas muy escandalosas pero tenían un buen recuerdo de cada una de ellas. 

Después de caminar un rato llegaron a la puerta de la casa de los gemelos. Al entrar Atsumu dijo en alto:

—¡Ya llegó por quién lloraban!—alzó los brazos para llamar la atención de todos los que estaban allí. El único que habló cuando apareció fue Kita regañandole por llegar tarde. Detrás entraron Akari y Mirai que recibieron vítores y aplausos y con razón una era toda una rompecorazones y otra venía de familia de clase alta. Eran el dúo que todos admiraban pero que ninguno se acercaba.

lovegame [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora