vi: for the girl

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Semana de las nacionales de voleibol. Mirai.

Mirai entró a clases suspirando, no le gustaba nada la idea de tener que estar una semana sin ver a sus mejores amigos.

Hoy era un día extraño, en primer lugar Akari le había pedido que se levantara pronto por una vez para despedirse de ella, ya que junto con el club de voley, el club de música iba a ir como apoyo. Y en segundo lugar había llegado muy pronto, al punto que mientras subía las escaleras hacia su clase, la puerta estaba abierta dejando ver los asientos vacíos. Entró a clase sin inmutarse de que había alguien más aparte de ella.

-Buenos días Nishishima-saludó una voz femenina. Mirai, que no se había dado cuenta de que había alguien más le echó un vistazo a toda el salón hasta encontrarse con una rubia con el pelo recogido en dos coletas y ojos cafés. La delegada.

-Hola Mahiru-la delegada al escuchar su nombre en vez de su apellido sonrió levemente sin que casi se notara. Pero aún así la regañó.

-Sabes que debes usar mi apellido, no soy ni Hanakuro ni los gemelos Miya.

-Pero sonreíste cuando dije tu nombre-le respondió la peliblanca. Las mejillas de Mahiru se enrojecieron rápidamente y ella en un intento desastroso de esconder su rostro le dio la espalda a su compañera. La de ojos rubís que estaba sentada sobre su mesa avanzó un par de filas hasta alcanzar a la otra chica que se sentía tan avergonzada que no se dio cuenta de que Mirai estaba detrás de ella.

Mirai se agachó un poco hasta que su rostro llegó a la altura de sus oídos y dijo:

-Eres linda, Onoe-y le dio un pequeño beso en las mejillas. La rubia ante el tacto de los labios de la más alta con su mejilla sintió un escalofrío justo antes de que su cuerpo entero se erizara de la suave sensación del aliento acariciar su oreja y parte de su mejilla. Cuando la delegada tuvo el valor de girarse vio a Mirai apoyada en el asiento de enfrente.-¿Qué?

-Nada.

-¿Por qué no te has ido con el club de música?

-Tengo cosas que hacer.

-Ya veo.

Se miraban a los ojos, Mahiru ya totalmente seria y con los brazos cruzados bajo su pecho y Mirai con una sonrisa de medio lado mientras seguía apoyada en el mismo sitio.

En cuanto empezó a entrar más gente la peliblanca volvió a su asiento, al otro lado de la clase. Mientras, poco a poco llegaban los demás alumnos y comenzaba la clase de inglés como todos los lunes a primera hora.

A Mahiru se le pasó bastante rápido el día, ¡y vaya que si! Había estado pensando todo el día en la ojirubí, y era extraño. Muy extraño. Ella debía ser la alumna ejemplar que todos esperaban que fuera como delegada de la clase y la mejor en cuanto a notas. No fue hasta la hora de la comida que alguien se atrevió a hablarle.

Y ese alguien era Mirai.

-¿Me puedo sentar?-preguntó colocando su silla en la mesa de la rubia y sentándose.

-Ya te has sentado.

-Bueno, te quería preguntar algo.

-Adelante-en sus ojos café intenso se podía ver la inseguridad que le había causado aquel anuncio.

-Yo... Emm... Pues como...-Mirai comenzó a temblar y a mirar a todos menos a Mahiru. La otra chica al ver su nerviosismo le agarró la mano con la que no sostenía los palillos en un amago de tranquilizarla. La peliblanca suspiró.-Que si quieres ser mi... mi pareja para la clase de arte.

-Vale.

Mirai apartó su mano de la de Mahiru avergonzada y mirando al suelo. Mientras que la chica frente a ella la miraba sorprendida por ver esa nueva faceta suya, aunque debía admitir que se veía muy linda. Sacudió su cabeza como si quisiera expulsar esos pensamientos de ella y siguió comiendo de su bento. Mirai recobró su compostura y se dispuso a comer.

lovegame [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora