xx: lovegame

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5 años más tarde. Madrid, España.

—¡Podéis tomaros un descanso!—cortó Marina en cuanto el guitarrista dejó de tocar. Miró el reloj, ya era la una del mediodia. Había bastante gente en el local tomando una cerveza o refresco mientras los bailaores bailaban sobre la tarima al son de la guitarra de Adrián.

Los que estaban sobre la tarima, Mario y Vanesa fueron a cambiarse, al igual que el guitarrista, que dejó la guitarra junto a la silla en la que estuvo sentado y se dirigió a la barra a beber algo.

Triana seguía atendiendo a los clientes al igual que su hermana Marina.

Mucha gente se sorprendía de que fueran hermanas y era normal, ya que no se parecían físicamente en nada. Triana era de piel algo morena, pelo ondulado castaño a la altura de los hombros y ojos marrones. Marina, en cambio, tenía la piel ligeramente más oscura, pelo rizado afro color negro y ojos verdes, además era ligeramente más alta que su hermana Triana.

La verdad detrás de por qué son tan diferentes es que Marina fue adoptada. El padre de ambas, Joaquín era marinero y un día encontró una pequeña cesta cerca de la playa, en donde se encontraba Marina, de ahí su nombre. No se supo con exactitud de dónde era pero se sospechaba que tenía raíces marroquís. Aunque Marina, al haberse criado junto a Triana en Cádiz, se sentía andaluza.

De todas maneras, en el tablao marchaba todo bien y normal para un viernes al medio día. Seguramente por la noche vendrían más personas como era costumbre. Mucha gente iba a la capital a salir de fiesta, ir de compras o simplemente a pasear.

—¡Triana!—exclamó una voz masculina.

—Dime, Jorge—respondió la nombrada.

—Nosotros vamos al patio de atrás a fumar un cigarro.

—Vale, no tardeis mucho.

Jorge salió al patio de atrás del local junto a su compañera de baile a fumarse un cigarro.

Jorge sacó dos cigarros de la cajetilla, uno se lo llevó a sus labios y el otro se lo entregó a la pelinegra, que repitió la misma acción. Ella sacó un mechero de su bolsillo y encendió primero el cigarro del castaño claro y después el suyo.

—¿Dejás el alcohol y empezás a fumar?—cuestionó burlonamente el chico.

—Comparado con lo que solía beber, esto no es nada. Ni si quiera compro tabaco casi.

—¿Lo saben en rehabilitación?—ella asintió.

—Sí, aunque me advierten sobre que me controle.

—Me alegro. ¿Recordás cuando nos conocimos?—rió el castaño.

—¡No hablemos de eso!—rió igualmente su compañera.

—Después de eso vine a España y comencé a trabajar con las hermanas, fue muy loco todo.

Estuvieron charlando mientras seguían fumando hasta que Marina interrumpió.

—Entrad un momento, necesitamos ayuda con unos clientes.

—Y ahora que habrán hecho—se quejó la menor de los tres mientras apagaba su cigarro.

—Yo voy al baño, en un momento estaré allá.

Fue hacia la entrada a paso lento pero seguro, encontrandose con una rubia y un pelinegro en la puerta. La rubia, llevaba unos tacones negros increíblemente altos, un vestido naranja fosforescente pegado al cuerpo y una chaqueta de cuero negra también. Se quitó las gafas de sol que llevaba puestas y rápidamente la reconoció.

lovegame [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora