𝘕𝘰𝘴𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴

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- me gustaría decir que tuve una linda infancia, pero no fue así... ya no me lamento tampoco, fui huérfana la gran parte de mi vida, la gente que me iba adoptando se aprovechaba de mi. Lo único que tenía era un medio hermano que pasaba las mismas penurias que yo. - miro al suelo y me cae una lagrima, me la seco y vuelvo a ver hacia delante. - bueno, básicamente cuando me deshice del sistema, no tenía dinero y me fui como enfermera a la guerra, pense haberlo visto todo pero no era asi... las cosas que se ven, no se comparan con nada. Luego me echaron por no tener oficio y me di cuenta que quería seguir a la única familia que tenia, mi medio hermano que no le importaba mi insistencia... pero es que era lo único que tenía. - me rompo en lágrimas y Gwen toma mi mano, tomo un sorbo de café y sigo. - él habia cometido un delito muy grave y lo iban a encerrar en el hospital estatal de Lucia para confirmar si había algún grado de locura en él. Así que ese fue mi siguiente destino, falsifiqué una carta y me hice pasar por enfermera de nuevo, pero esta vez ya tenía mayores conocimientos. Allí conoci a Gwendolyn, me costó aceptarme a mi misma en ese sentido. Luego me di cuenta que efectivamente, Edmund no quería saber nada conmigo más que usarme para salir... su historia terminó con él en la silla eléctrica y yo con Gwen en México. Vivimos unos tiempos muy felices hasta que en un bar; la gente se dió cuenta lo nuestro y casi nos matan, huimos... y acá estamos... - miro a Gwen, era su turno.
- desde pequeña supe que me gustaban las mujeres, nunca me fijaba en los hombres y tuve la suerte de tener una novia, a los 16, que me enseñó sobre los bares clandestinos y como sobrevivir en este mundo siendo yo misma. Mis padres no tardaron en enterarse y en mi cumpleaños de 17 me besé con Sally, no quería ocultarlo, mi padre empezó a tratarme horrible y mi madre no hacía nada contra eso, un día me rompió la nariz y esa noche hice mis maletas y con mucha pena me marché, me fui a la casa de mi novia la cuál me mantuvo en pie hasta que yo me pude mantener sola, un día en unos de esos bares encontre a un hombre gay, con el cual me casé... cada uno salía triunfante. Conseguí un trabajo como secretaria del alcalde recibia buena paga, pero él era un asco de hombre...aunque eso no duró mucho, me enamoré de Mildred, me detectaron cáncer y comprendí que quería dejarme ser parte de la vida de alguien, así que sí nos fuimos a México y luego, acá estoy.
Al terminar esas últimas palabras, todos estaban callados dentro de sus pensamientos, Emily se levantó y me dió un cálido abrazo y luego otro a Gwendolyn.
Robert se hecho una mirada corta con Zac y ambos asintieron.
- lo que sea que necesiten, cuenten con nosotros. - nos dice Zac y nos estrecha las manos.
Con Gwen nos miramos y nos sonreimos.

Al terminar el desayuno, ayudo a Zac a levantar las cosas. Gwendolyn se dirigía arriba por sus pastillas cuando Emily me llamó;
- Mildred, hoy voy a ir de comprar, ¿me querés acompañar?.
- si, claro... le voy a avisar a Gwen.
- bien, ¿después del almuerzo esta bien?
- si claro.
Sigo ayudando a Zac a secar los trastos.
- ¿me podes hacer un favor?. - le pregunto de repente.
- si, por supuesto.
- se que resulto algo tediosa, pero necesito que Gwen permanezca en la cama mientras no estoy.
- tranquila, no le va a pasar nada... que lindo amor que se tienen.
- si, gracias.
El asiente con una sonrisa.

Nuestro Propósito (Mildolyn)✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora