Cuando me quise dar cuenta, nuestros días de vacaciones habían llegado a su fin y la maleta medio vacía me miraba esperando ser llenada de nuevo. Todas estábamos de bajón por tener que irnos, pero yo estaba todavía más hundida. Desde aquel día en la azotea no volví a tener una conversación a solas con Jungkook, de hecho él no hacía más que evitarme. Sabía que no le daba igual, pues era incapaz de esconder sus celos cada vez que me veía con Jimin, pero al mismo tiempo se comportaba con una frialdad infranqueable. En mi mente seguía teniendo la esperanza de poder hablar con él, pero los días pasaron y sin darme cuenta ya estábamos abandonando aquel hotel que nos había reunido.
De vuelta en Seúl me olvidé de la burbuja en la había estado durante las vacaciones y volví al mundo real, uno de residencias de estudiantes sin servicio de habitación, locas fiestas por Itaewon y mucho trabajo en unos pequeños cines de los suburbios.
—Deberíamos volver a salir algún día todos. —Dijo Woo mientras metía la ropa en la lavadora. Eran poco más de las once de la mañana de un día cualquiera de verano y nos encontrábamos en los sótanos de la residencia haciendo la colada. En la sala había unas cuantas personas más esperando a que su ropa terminara de dar vueltas dentro de los electrodomésticos.
—¿Tanto les echas de menos? Hace poco más de una semana que volvimos. —Carcajeé para provocarla. Su enamoramiento con Hoseok no había ni mucho menos disminuido, y es por ello que se moría de ganas por inventarse una excusa para verle. Seguía diciendo una y otra vez que esperaría a que él la invitara a salir pero eso no estaba pasando.
—Yo he quedado esta tarde con Namjoon. —Habló Suni con desinterés mientras chateaba por el móvil. Woo y yo la miramos perplejas y ella se limitó a soltar una risita nerviosa. — ¿Qué? Me dijo que hoy salía pronto de trabajar y que le apetecía ver una película de la que llevábamos tiempo hablando, así que seguramente vayamos a los cines donde trabaja Hana.
—¿¡Me estás diciendo que Namjoon te ha pedido salir?! ¿Y nos lo dices ahora? —Exclamó Woo fuera de sí. Suni la rechistó para que hablara más bajo y se guardó el móvil en el bolsillo de los pantalones.
—No es una cita. — Se excusó. — Solo dos amigos frikis con tiempo libre.
—Oh. — Woo rodó los ojos. — Eso es exactamente una cita. Ya podría Hoseok aplicarse el cuento.
Sabía que hoy los chicos tenían el día más libre porque Jimin me había propuesto vernos, pero desgraciadamente le tuve que rechazar por mi extenso horario de trabajo. No había pasado un día desde que volvimos de Malta en el que no habláramos, pero la verdad es que no era lo mismo, echaba de menos pasar tiempo con él.
—Oye, ¿por qué no les decimos de quedar esta noche? — Pensé en voz alta. — Yo tengo que trabajar pero después podríamos salir a tomar algo y vosotros podríais ir a ver una película. ¿No es buena idea?
—¡Sí! Me parece genial. — Dijo animada Woo. Por otro lado, Suni se limitó a asentir tímidamente. ¿Le acababa de destrozar la cita? Probablemente, pero eso le pasaba por no admitir que realmente era una cita.
—Bien. Se lo diré a Jimin para que avise al resto. — Dije sonriente mientras cogía el teléfono y le mandaba un mensaje. Normalmente solía tardar en contestar, pero esta vez no me hizo esperar.
~Sé que te dije que no podía, ¿pero qué te parece si quedamos todos esta noche en los cines donde trabajo? Estaré trabajando pero después de la peli seré toda tuya ☺️
Chimmy~Suena bien, no puedo esperar!
Chimmy~Sabía que no podías rechazarme ;)
—¿Salís esta noche? —Levanté la vista del móvil cuando escuché la voz de Hye, nuestra otra compañera de habitación.
No había hablado mucho de ella porque no es que fuéramos exactamente amigas inseparables, aunque sí nos llevábamos muy bien. Habíamos conocido a Hye este mismo año cuando se transfirió a nuestra habitación a finales del primer cuatrimestre, ocupando una cama vacía que ni siquiera sabíamos que estaba ahí. Al principio fue difícil acostumbrarse a la presencia de una extraña, especialmente porque era tan independiente y callada que prácticamente no nos hablaba. Pero poco a poco fuimos conociéndonos y compartiendo muchas noches de fiesta juntas, hasta que finalmente se hubo convertido en una más del grupo.
Hye tenía los ojos bastante rasgados, el rostro redondeado y el cabello corto acompañado de flequillo. A pesar de su aspecto inocente, sus atuendos oscuros y rockeros le aportaban un aura bastante rompedora. Le gustaba la música por encima de todo –de hecho creo que nunca le había visto sin unos cascos colando por algún lado–, era una rompecorazones de manual y se convertía en la persona más divertida del mundo cuando bebía de más.
—Sí, iremos al cine con los chicos de los que te hablamos. —Le explicó Woo. — ¿Te apetece venir? Podríamos presentártelos.
—Vente, por una persona más que no sea. —Dijo Suni, bajando el tono de voz progresivamente. No me cabía dudas de que estaba resentida por haberle chafado su cita con Namjoon.
—Está bien. De todos modos no tengo nada que hacer esta noche. ¿A qué hora entonces?
Di un saltito de alegría, emocionada porque fuésemos a salir las cuatro. También tenía muchas ganas de volver a ver a Jimin y de pasar un tiempo con él, porque el tiempo que llevábamos separados ya se me antojaba demasiado. No obstante, no podía mentir, estaba nerviosa por la posibilidad de volver a encontrarme con Jungkook. No daba por seguro que fuese a venir, pero desde luego una parte de mí deseaba verle.
