•12•

188 13 80
                                    


«—Te diste cuenta tarde.

Para mí nunca lo es—»

Mamá ¿Es realmente necesario que vayamos a este evento? Tengo cosas que hacer—Y tengo demasiadas. Desde que me gradué, las llamadas no cesan en mi celular, en todos lados me quieren contratar. Ya tengo mi propia clínica de psicología, una empresa con papá donde soy la diseñadora de interiores, la ONU trabaja conmigo y varios inversionistas han apoyado cada tesis que hice. Lo que era un sueño, ahora es una realidad.

Tengo la vida que siempre quise y fue porque me esmeré. Fue porque me centré en lo que realmente deseaba y ahora gozo de eso, pero estoy ocupada siempre.

—Si.

—Me estoy quedando en Londres por un mes, no me veías desde hace semanas. ¿Y me obligas a ir a un tonto evento? Ya no soy una niña, tengo veintidós—Que pesada es Cleo Relish cuando se lo propone.

Quizá si Pax pudiera acompañarme sería divertido pero si mis agendas son apretadas, las de él también. Trabaja en una empresa internacional y debe viajar por semanas a países diferentes lo cual es divertido porque siempre lo visito en destinos diferentes pero le trae problemas con su pareja.

—Vas a asistir al evento porque es de tu hermano.

—¿Qué?

—¿No leíste la invitación?—Bufa—Ah...si, no tenías tiempo. Pero ahí dice muy claro que es la inauguración de Milan Daniel Culpepper Relish, entonces ve a cambiarte—Cuelgo la llamada y me quedo estática.

De Milan no sé nada desde hace meses. Recuerdo que después de nuestro fatídico encuentro en Nueva York, llegó a la F.E.A y me hizo una escena, Pax lo mandó a sacar.

Tuvimos una cena de navidad donde le repetí que estábamos comprometidos pero que él todavía no hacía nada para merecer mi mano y eso fue todo.

Cuando fui a buscarlo de nuevo, Truth Mayers me detuvo informándome de que ya no vivían ahí porque Black empezó a producir bien y se mudó a la casa de un tal Rox, como no me habló de Milan, lo ignoré.

No puedo decir que pasé todos estos meses sin pensarlo cuando estuve diecinueve años atada a él, pero pude aprender a distinguir la costumbre al amor y es por eso que me siento lista ahora de tener una relación sana, siempre y cuando él haya hecho algo con su vida, aunque por lo del evento, lo supongo. Que, por cierto, empezó hace una hora.

No me apresuro, simplemente me meto a bañar y me inundo de mis aceites y cremas de olores dulces. En mi cuerpo aplico un polvo que hace que brille.

Como es un evento de día, decido ir formal normal, como lo pide la invitación, aunque yo ni siquiera rozo lo neutro. Me pongo un short alto, color azul rey, suelto y que llega a la mitad de mis muslos. Arriba, un top corto pegado blanco que solamente se sostiene por dos finas tiras y que parece más un sostén que una camisa, pero mi abdomen ha sido fuertemente trabajado y marcado, no pretendo ocultarlo, a sabiendas de que eso hace que mis tetas se vean más redondas y perfectas en mí. Un blazer largo y del color del short, cubre mis hombros y tacones abiertos plateados.

Hay que ver que eres hermosa con un outfit tan básico, me digo en el espejo, mientras termino de escoger los accesorios que terminarán de dar el look.

En los ojos me hago un delineado fino y paso un lápiz blanco por debajo, abriéndolos y haciéndolos lucir más brillantes. Un gloss decora mis labios y una cartera pequeña blanca.

Me veo en el espejo de la habitación y mi ego crece, cuando prenso una cola alta en la cima de mi cabeza y mis rasgos faciales relucen más de lo normal. Me hago ondas abajo y le mando una foto a mi mejor amigo.

SIMPLE...Siempre seré yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora