CINCO

1. Noticia alarmante

No me puedo creer que me esté pasando esto a mí. Ya hace una semana desde la movida y no paro de darle vueltas, pero es normal. Tengo todo, bueno... tenía todo aquí y me lo han arrebatado sin preguntarme tan si quiera si me quiero ir. Se creen que es fácil, pero no, no lo es. Primero Brooklyn, luego Manhattan... ¿Y ahora quieren que me vaya de Nueva York? De verdad, entiendo que es su trabajo, él nos mantiene a mí y a mi madre, pero ¿es necesario que me vaya yo también?

UNA SEMANA ANTES

-Sí - sentencian los dos al unísono. Al parecer, que sea mayor de edad no les importa ni lo más mínimo. Mientras viva bajo su techo, estoy obligada a cumplir todo lo que ellos decidan, incluyendo dejar atrás mi vida.

Ellos lo ven fácil, son adultos, bueno, yo también, ¡PERO NO ES LO MISMO! Toda mi vida está aquí, mis estudios, mis amigas, mi novio... todo. Y de repente tengo que irme y todo empieza a desmoronarse. Ellos lo llaman mudanza, yo lo llamo desastre. Y encima a California... Vale, pensemos algo positivo: hay playa, sí, hay playa pero no están ni ellas ni él. Hablando de él, empieza a preocuparme cómo me habla, aún no me he ido y es como si me evitase. Pero es normal, no le hizo gracia que le avisara de que me voy a la otra punta del continente.

HACE 6 DIAS

-Peter, ¿podemos hablar? -digo con voz temblorosa sentándome en su cama. Le miro a los ojos como si fuese a ser la última vez que lo veo y, por el gesto que hace, él también parece estar asustado, o al menos le preocupa lo que le acabo de decir.

-Sí, dime ¿de qué quieres hablar?

Treinta segundos. Tarda treinta segundos en decir que sí. Tengo miedo. ¿He hecho algo mal? Mi ceño fruncido muestra preocupación, tristeza.

- A ver... no sé cómo decirlo. No es mi culpa, ni la tuya, realmente no es la de nadie, pero... en dos semanas me voy a California..- vale, ya está todo dicho, su cara no parece de enfado y no ha sido tan difícil. Me sonríe, eso es que todo sigue bien. ¡GENIAL!

- ¿Lo dices en serio? Cielo, es perfecto, unas vacaciones en California son geniales. ¿Sabes ya dónde te vas a alojar? Hablaré con mis padres, a ver si voy y estamos juntos. Un verano diferente, pero ya sabes cuanto adoro el mar. ¡Es fantástico!- hace una pausa y veo cómo la maquinaria de su cabeza empieza a cavilar-, ¿no?

- ¿No qué? Peter, estás muy raro y empiezas a asustarme.

- ¿Yo raro? ¡Eres tú la que pone cara de angustia por irse de vacaciones ¿y soy yo el raro?!

-¡Peter, no me voy de vacaciones, me voy allí a vivir para siempre!- o al menos hasta que vuelvan a destinar a mi padre...- Lo siento, no lo he elegido yo. No lo veo justo, pero tengo que irme a la fuerza.

Su cara de "no pasa nada, disfruta" pasa a "¿es una broma no?"

- ¿Te vas..?- tartamudea.

- Sí..., ya te he pedido perdón, pero no puedo hacer nada, no es mi culpa.- empiezo a ponerme nerviosa, a repetirme. ¿Qué está pensando? Sea lo que sea, solo quiero que todo salga bien. Podríamos vernos, llevar una relación a distancia. Poniendo un poco de interés entre ambos no habrá problema.

- Entonces, supongo que este es el adiós- se me acaba de caer el mundo a los pies. Llevamos un año y cinco meses saliendo, ya es serio y nos va bien, nunca me ha obligado a nada y cree que lo estoy dejando. Noto cómo su rostro se contrae. Quiere llorar, pero se contiene porque no quiere parecer débil ante mí. Sé que me tiene confianza, pero seguro que no puede evitar pensar que me voy a olvidar de él.

- ¿Adiós? Peter, no. Me voy lejos, pero no quiero dejarlo aquí.- oh, oh... estoy en problemas. Él cree que le estoy dejando. Espero que se dé cuenta de que seguir juntos no es tan difícil. Esta conversación debe acabarse cuanto antes porque empiezo a notar que me hormiguean los ojos y no quiero que piense que voy de víctima. No, no y no.- No creerás que te voy a dejar, ¿no?- su mirada lo dice todo.- ¡Oh! Venga, Peter. ¿Cómo puedes pensar eso? Llevamos casi año y medio saliendo. No quiero dejarlo, está todo bien.