24. La despedida.

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Aparece Robert en la puerta con una camisa blanca, pitillos y zapatos a juego. Está realmente elegante, guapo y atractivo.

Como hasta ahora, la lleva remangada y puedo apreciar su tatuaje un poco, pero no del todo.

Luego le preguntaré, no pienso quedarme con la duda de saber que pone.

Se acerca a mi con el rostro feliz pero a la vez preocupado. Sabe que este es el adiós.

Me abraza con fuerza y yo, hundo mi cabeza en su pecho. Está realmente fuerte, se nota que va al gimnasio.

¡Qué bien huele! Adoro el perfume que se echa.

Al separarnos, agacha su cabeza para alcanzar mis ojos y los mira.

Me sonríe y yo sonrío algo sonrojada. Causa ese efecto en mi, el de hacer y decir chorradas todo el tiempo. Y como de por si ya soy patosa, no me termino de controlar.

Mi mirada se posa en sus labios. Le agarro de las manos, me pongo de puntillas y le beso. Él, me lo devuelve.

Tras unos segundos comenzamos a caminar cogidos de la mano.

- ¿Qué tal la comida? Por lo que veo te ha gustado el sitio, dos días seguidos comiendo allí.- sonríe mientras habla.

- Sí, la comida es deliciosa, el trato magnífico y sin duda les ha encantado el lugar. Tienes muy buen gusto.- añado alagándole.

- Lo sé.- dice con aire se superioridad y prepotencia entre risas.

- Eres demasiado creído a veces, ¿lo sabes no?- digo haciendo que me mire sobresaltado.

- Y tu muy borde cuando quieres, ¿lo sabes no?- contraataca.

- Está bien, empate.- sonrío.- ¿De verdad piensas que soy borde?

- Oh Charlie, lo decía en broma. Aunque bueno, ambos somos algo bordes, sarcásticos y un poco especiales. Pero, me caes bien aun así.

- Bueno es saberlo.- tras decirme esto, no dudo en preguntarle aquello que tanto ronda por mi cabeza.- Eh.. Robert, ¿puedo preguntarte algo?

- Sí, dime, sorpréndeme.

- No es nada raro, solo quiero saber qué pone exactamente en tu tatuaje. Desde que te conocí, solo aprecio parte de él, tengo mucha curiosidad.- digo sin más y él, sin decir palabra, se remanga más la camisa.

Desde la punta del codo hasta la muñeca, tal vez algo mas pequeño, pero más o menos por esa zona tiene escrita en letra totalmente preciosa una frase.

"After the hurricane comes a rainbow"

Lo que sería comúnmente conocido como, "después de la tormenta viene la calma".

La frase es de una canción, se llama Fireworks.

- ¿Te gusta Katy Perry?- pregunto interesada. A mi me gusta mucho y sería algo más a tener en común.

- Sí, tuve una mala etapa en mi vida y gracias a sus canciones, entre las de muchos otros artistas pop, logré ver la luz a mis problemas.

Mi curiosidad es muy peligrosa, porque empiezo con una pregunta sin importancia y acabo interrogando a cualquiera. Pero no obligo a contestar, solo si quieren, estoy dispuesta a escuchar.

A veces los amigos nos influyen mucho, nos cambian o nos manipulan. Eso mismo le ha pasado a Robert durante su infancia. Una amiga suya, su ex mejor amiga, empezó a tener problemas con la comida que acabaron en trastornos mentales.

CINCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora