28. Juego sucio.

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Hay papeles por todas partes impresos, en blanco y negro, a color. Todo el mundo los mira.

Oh Dios, ¿por qué me tienen que pasar estas cosas a mi?

La imagen de Liam agachado delante de mis bragas, se repite miles de veces en mi cabeza. La gente ríe, especula, me mira mal. Solo llevo dos días y ya tengo enemigas, fama de guarra y de lianta.

Me dirijo a mi taquilla con la vista puesta en el suelo.

Si no los miro no están, si no los miro no están, si no los miro...

Veo unos pies entaconados, piernas delgadas y una cara de pura satisfacción frente a mi. Esta vez, la notita dichosa de bienvenida al segundo día de instituto, me la entrega Nicole sonriéndome con la boca cerrada.

- Tu pesadilla continua princesa.- estampa el trozo de papel contra mi pecho. Esa zorra me ha hecho daño en las tetas, lo añadiré a mi lista "DESTRUCCION DE ZORRAS". A continuación, entre risas se une a sus amigas que le esperan en la esquina de un pasillo.

La esquina, muy buena elección.

Segundo día de tortura. ¿Preparada para que te odien todas las chicas del instituto?

Se supone que es una amenaza, sí, lo es. Me está amenazando con mi mayor miedo, quedarme sola. Pero eso no va a pasar. No me conocen, no se debe de juzgar a un libro por su portada, ¿no? Pues a las personas tampoco.

No se si se refieren a la foto o a que, pero me da igual. Tengo a mis amigas. Ellas estarán conmigo, lo dijeron ayer. Son de fiar.

Camino entre miradas de odio, asco y algún que otro insulto por parte del colectivo femenino. Los chicos solo me señalan y hablan más de mi que el otro día. Esta vez es diferente, lo que eran halagos, ahora son gestos obscenos sobre hacer cosas que ni he hecho, ni pienso hacer.

Entro en clase, me toca una asignatura que al parecer, también ha elegido Liam. Pobre chico, se le ve un buenazo y le estoy arruinando su último año de instituto.

De repente entran las cinco payasas de turno y una de ellas, Nicole, –al parecer hoy es su momento- se mofa de mi compañero de pitillos.

- Hola maricón, ¿ya tienes novio? Ah no, que aún no has salido del armario.- dice con toda la maldad que su pequeño cuerpo esconde. Oficialmente la odio.

- Vaya, te noto preocupada. Es una pena, estaba planteándome pedirte salir pero, creo que no. Me gustan las personas, no las zorras. Lo siento mucho Nicole.- responde con picardía Liam.

- ¿Perdona?- pregunta ofendida.

- ¡PU-TA!- chillo desde el otro pupitre ayudando a Liam, al fin y al cabo le debo una y aquí empieza el juego. Todos se me quedan mirando, incluidas las reinas.- ¿Te lo deletreo o te lo explico? Se que esa cabecita tan bonita, esta hueca, pero se refiere a eso. Zorra, puta, guarra, ¿es necesario algún adjetivo más para que lo entiendas?- La cara de la chica, de sus secuaces, de Liam, mis amigas y el resto de la clase es un poema.

¿Quieren guerra? La van a tener.

Ante las miradas de pánico me río sin parar como una loca poseída. Las cinco se acercan a mi o al menos, eso intentan hasta que son interrumpidas por la profesora de Química.

Aun no entiendo como estas pavas pueden llegar a ser inteligentes, pero quien sabe como conseguirán los aprobados.

Charlie, no deberías ser tan cruel, ¿no recuerdas que el karma existe?

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