Después de una cena muy entretenida y un tanto extraña, Robert y yo decidimos subir a la habitación para estar a solas.
Nuestra primera noche juntos.
Durante el rato que hemos estado en la mesa, mis padres no han parado de hacerle preguntas a mi novio, pero ninguno lo trataba como tal, lo cual me hace pensar que, o no tienen ni idea de lo que somos o van a ser unos padres modernos que no me van a preguntar.
Ayudamos a recoger los platos, a ordenar y demás, y justo cuando me decido a subir el primer escalón, todas mis suposiciones e ilusiones sobre la modernidad paternal que tenia en mi cabeza, se esfuman.
- Charlie, ¿puedes venir un momento a la cocina?- ante la pregunta de mi madre, no puedo decir que no, así que miro a Robert y le digo que vaya subiendo a la habitación sin mi.
- Sí mamá, ya voy.
Al llegar, mi madre está apoyada en la encimera sonriéndome de oreja a oreja.
Ay Dios, ¿qué estará pensando?
- ¿Querías decirme algo mamá?- digo intentando acabar cuanto antes con el asunto.
- ¿Cuándo nos ibas a decir que tienes novio?- pregunta sonriendo.
Genial, es más lista de lo que parece.
Para todos aquellos que no lo sepáis, las madres son mucho más inteligentes de lo que creemos y si no os preguntan lo que piensan, tranquilos, lo saben y lo guardan en silencio hasta que se lo contéis. No se les pasa una, pero es normal, fueron jóvenes alguna vez, se saben todos los trucos.
Respiro hondo ante la pregunta y pienso en que decir, aunque como mentir no me va a servir de nada, simplemente le relato lo que pienso al respecto.
- ¿Cómo lo sabes?- digo finalmente.
Fantástico Charlotte, contesta con una pregunta, claro que sí, para que aún te pregunte más.
- Ya en San Francisco había algo, quedábais e incluso cuando servía la mesa, parecía que solo estabas tú. El nerviosismo de Robert nada mas entrar hoy nosotros en casa, vuestras miradas en la cena y...- me mira y se ríe.- Cielo, te has puesto colorada muchas veces. ¡Con lo difícil que es sacarte a ti los colores y has estado roja toda la cena!- tras decir esto noto como me empiezo a ruborizar, me estoy poniendo tan roja como dice.
- ¿Algo que se te haya olvidado?- le corto tajante.
- No te enfades, es muy buen chico y muy guapo. Es normal. Pero sabes que puedes confiar en nosotros, ¿verdad?- pregunta mi madre preocupada.
- Sí, pero, no sabía si saldría bien. ¿Para que iba a decir nada?- pregunto confundida.
- En esta vida no nos dan un manual de instrucciones mostrándonos que es lo correcto Charlotte, simplemente uno debe hacer lo que le dicta el corazón y ya se verá el resultado.- mi madre finaliza así o eso quiero creer, sin más me despido sin dejar que opine nada al respecto.
- Vale, pues yo ya lo estoy intentando, así que sí, estoy saliendo con él. ¿Me puedo ir ya?- pregunto desesperada por subir a mi cuarto.
- Sí, vete anda que te está esperando.- y con una sonrisa que no se como tomarme, salgo corriendo directa a mi habitación.
No quería decirlo así, pero me gusta tener un apoyo en casa. Además, si lo saben quizá pueda verle más a menudo.
Bien hecho.
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CINCO
Teen FictionSer la nueva nunca fue fácil, cambiar de ciudad, de instituto, de amigos... son muchos factores que condicionan todo. ¿Algo bueno habrá en todo este asunto no? Eso es lo que creía cuando decidí encontrar el lado bueno a todo esto. El problema aparec...