CINCO

31. Los amigos siempre están ahí.

¡Despierta idiota! ¿A caso quieres perder al chico de tus sueños?

Mi subconsciente me saca del trance que ahora mismo vivo. ¿Me ha pedido ser su novia?

Sí, Charlie, venga, contéstale. Está sufriendo por tu culpa.

La voz de Robert comienza a sonar, parece decepcionado, pero aún no sabe que voy a decir.

Charlie si no quieres dilo, da igual, lo entiendo.

Sus palabras me abren los ojos y finalmente digo.

Sí, sí quiero.

Vaya, me ha quedado a lo pedida de matrimonio. En fin, eso es lo de menos, ahora el que no habla es él. ¿Le habrá dado un infarto o algo por la emoción?

Mira que te gusta hacer dramas tía.

¿De verdad?

No entiendo su pregunta, ¿por qué duda? Se supone que solo quería una respuesta y se la he dado.

Pues claro, te quiero Robert.

Hace mucho tiempo que no digo un "te quiero" tan sincero. Llevo varios meses sin novio y tener uno ahora me asusta, pero me hace feliz.

Robert es mío.

Y yo a ti pequeña. Se que no estamos juntos y que te voy a echar mucho de menos. Necesito ese desorden que pones en mi vida Charlie.

¿Me está llamando desordenada? No, creo que solo se refiere a que soy un trasto al lado de él, soy muy patosa, en cambio él sabe como mantener el equilibrio hasta durmiendo...

Nos veremos pronto, tranquilo.

Mi novio –oh que bien suena- suspira al otro lado del teléfono.

Sí, supongo. Prometo verte.

Su respuesta me hace sonreír. Se que nos veremos porque me lo ha prometido y como me ha ido demostrando, cumple sus promesas.

Me has alegrado la tarde, ¿sabes? Llevo una vida de locos. El instituto cada día es una odisea por culpa de esas chicas, que poco a poco las voy poniendo en su sitio pero, solo piensan en amargarme. Liam huye de mi sin haberle hecho nada, tampoco me voy a tirar a sus brazos, no le entiendo. Y para colmo estudiar, ¿por qué hay tanto temario en segundo? Me voy a volver loca.

Robert se ríe a carcajadas al oír mis palabras. Es muy gracioso y me contagia la risa.

Oh Charlie, no te agobies, eres lista aprobarás todo. Aunque te entiendo, te recuerdo que estudio lo mismo que tú. Y, me alegro de haberte echo feliz, solo quiero eso.

Ay jo, me lo como. ¿Puede ser más adorable? Intenta ser ese chico frio y sereno, pero es más sensible de lo que aparenta.

Y bueno, ¿qué me cuentas?

Desvío la conversación hacia otros temas, me encanta hablar con él. Estamos pegados al teléfono cerca de dos horas hasta que me pregunta algo que aún me hace mas ilusión que una llamada.

Charlie, te tengo que dejar, estoy subiendo a casa y no quiero que pregunten, si quieres nos vemos por Skype, ¿puedes?

No tardo nada en contestar, me muero por verle.

Sí, claro que puedo. Ahora nos vemos.

Colgamos a la vez y me dirijo a mi portátil sonriendo como una idiota. Lo enciendo para no perder tiempo y una vez todo listo, cojo mi teléfono y por el grupo que tengo con las chicas y Aaron lo digo.