48. Adiós querida amiga.

16 0 0
                                    

Ambos estamos en silencio. Yo miro al techo dándole miles de vueltas a mis pensamientos.

¿Qué se le pasará por la cabeza?

Sea lo que sea estoy algo preocupada, me da miedo lo que piense de mi. Por primera vez creo que me preocupa lo que alguien piense.

Volviendo a la realidad más absoluta escucho a Robert pronunciar mi nombre y, de repente, vuelvo.

- ¡CHARLIE!- escucho como me grita lo más fuerte que puede debido a la hora que es.

-¿Qué?- pregunto como si nada hubiese pasado.

- ¿Como que qué? Estábamos hablando de algo bastante interesante.- dice mientras se gira hacia mi y posa su mano sobre mi barriga desnuda.

Mientras permanezco callada él pasea su mano por mi cuerpo, acelerando mis latidos y descubriendo como cada uno de mis escalofríos se vuelve más intenso.

- Bueno, entonces...- sin terminar la frase va subiendo su mano hacia mi sujetador. Yo me muerdo el labio inferior y no se que decir pero no puedo impedirle nada, estoy bien.

Charlie, sabes de sobra que no te importa intentarlo, díselo.

Mi cabeza da vueltas, mis pensamientos retumban en ella y yo giro mi cabeza hacia la de él con la intención de decirle algo.

- Entonces...- y de repente su boca estaba en la mía.

***

Besarla era la única forma de tranquilizarla, sí, estoy seguro de que he hecho bien.

De repente noto como ella me intenta frenar sin que se note y paro, me preocupa, no quiero que este incomoda.

- ¿Ocurre algo?- pregunto mirándole a los ojos, buscándolos en la oscuridad.

- Rob,- dice agarrándome por la nuca.- tú... ¿quieres?- la pregunta me pilla por sorpresa.

- Charlie, la cuestión no es si yo quiero, es si tú estás lista. Es obvio que yo quiero, pero no haré nada si no te apetece.- noto como me agarra fuerte y me acerca hacia ella, me abraza y me da un beso en la mejilla.

- Solo quiero que sea especial, ir despacio, pero creo que estoy lista.

- ¿De verdad?- pregunto atónito y ansioso.

***

No sé si estoy loca o que, pero siento curiosidad por probar cosas nuevas y esta es una buena ocasión. Así que dejándole atónito mi respuesta fue un si rotundo.

Es evidente que el tiene ganas y sobretodo, que me quiere de verdad. Comienza dándome besos en la boca, castos, cortos hasta que se van intensificando. Nuestras lenguas se encuentran y yo le agarro por la nuca mientras juego con su pelo. Poco a poco nuestra respiración se va agitando, un calor inunda la habitación y sus besos pasan a mi cuello haciendo que sienta cosas totalmente diferentes a las habituales.

Una de sus manos acaricia mi pelo y la otra mi cuerpo. Va buscando cada rincón hasta parar en mi ropa interior, digamos que la que se encuentra de cintura para abajo.

Sí, se que se llaman bragas pero es mejor dejarlo bonito, ¿no?

Poco a poco va provocando en mi sensaciones muy dispares, hasta el punto de sentir descontrol, deseo y ganas pero sin saber muy bien que hacer.

***

El hecho de que no haya hecho nunca nada me echaba para atrás, era como volver a empezar de cero y en cierto modo es un momento que a la par de bonito, es muy incomodo porque evidentemente la chica nunca lo pasa bien. Lo bueno de ya haber pasado por esto es que ya no cometes los mismos errores y solo tienes que hacer las cosas calmado y sobretodo, con cuidado, y más si esa persona que esta ahí, la quieres de verdad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 01, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CINCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora