Let me be your superhero, your dynamite
Let me be the one to hold you to do you right
Let me be your superhero, your dynamite
Let me be everything you need to feel alrightLet Me Be Your Superhero, Smash Into Pieces
Con todo el mundo concentrado en el festival cultural es difícil pasar tiempo juntos. Izuku gasta horas y horas aprendiendo a bailar con Mina hasta que demuestra no tener dos pies izquierdos y no ser un desastre de cordinación. Eijiro pasa mucho más tiempo con Todoroki de esperado, mientras practican como demonios hacer el efecto que quieren sin que los pedazos de hielo raspados por Kirishima dejen ciego a alguien. Y Katsuki, por supuesto, se divierte dándole de golpes a una batería. Después de oír varias demostraciones de lo bien que toca, Eijiro necesita preguntarle a sus padres si es que su patio trasero no es un cementerio de baterías porque no duda que Katsuki haya explotado varias de pura furia.
Pero bueno. Todoroki. Tiene que aprender a cortar hielo de manera uniforme. Al principio practicaron con el resto del grupo dedicado a efectos especiales, pero cuando un pedazo de hielo demasiado grande golpeó a Aoyama todos decidieron que lo mejor era tener ese asunto bajo control. Así que ahora practican en soledad en una zona apartada del área común.
Pueden oír a la banda practicar hasta allí, eso sí.
A Eijiro lo distrae el sonido de la batería especialmente. Acompaña muy bien la voz de Jirou. A veces se fija también en el bajo y las guitarras y el teclado de Momo. Pero sobre todo en la batería.
—¿... Kirishima?
Se da cuenta de que se quedó, como idiota, escuchando de nuevo.
—¡Oh, lo siento! —Su atención vuelve hasta el pedazo de hielo de Todoroki frente a él. Endurece sus manos y, al golpearlo, lo rompe en dos. Ugh, se supone que tiene que hacer brillos inofensivos, no armas mortales—. Creo que tendrás que hacer otro pedazo.
—No hay problema.
Aprovecha para relajar las manos un poco. Katsuki ya le dijo mil y un veces que tenga cuidado con sus manos. También a Izuku —aunque a ambos siempre acaban doliéndoles los nudillos, especialmente en las mañanas frías, siempre que le duelen a Izuku; eso no pueden evitarlo—. Eijiro le aseguró que tendría cuidado una y mil veces.
—¿Te duelen? —pregunta Todoroki.
—¡No, no es eso!
—Es comprensible, ¿no? —pregunta él—. Leí que suele ocurrir cuando alguien toca la batería.
Eijiro enrojece.
—Algo. Nada que no pueda soportar.
—Podemos descansar un momento, si quieres —ofrece Todoroki.
—Gracias. —Acepta porque es cierto que necesita un descanso. No está usando demasiado su singularidad, no es eso. Simplemente necesita concentrarse de nuevo y no pensar ni en Izuku ni en Katsuki.
Pero los dos idiotas no se han besado y siguen dando vueltas uno alrededor del otro, así que Eijiro es testigo de un cortejo infinito que le quita la concentración y lo distrae. Le gusta, por supuesto, porque quiere a Izuku y a Katsuki y quiere que ambos se quieran. Sabe que no tiene caso apresurar nada; las relaciones entre almas gemelas deben tomarse con calma. Eventualmente quedará claro por qué el destino decidió que lo serían. Eso dicen todos los manuales. A Eijiro sólo le queda confiar.
—¿Tú lo sientes? —pregunta abruptamente. No es hasta que las palabras ya están en el aire, fuera de su boca, que nota lo íntimo de la pregunta. Vuelve a enrojecer—. ¡Puedes no contestar, si no quieres...! No pretendía...
—No importa. —Le parece que el rostro inexpresivo de Todoroki sonríe un poco—. Creo que... No lo sé. No estoy seguro. —Su ceño se frunce un poco. Eijiro sonríe. Cierto. No todo el mundo tiene dos almas gemelas que escapan por la noche y deciden pelear en vez de enfrentarse antes que hablar—. Creo que he sentido algo —agrega Todoroki en voz más baja—. No lo sé.
—Oh. —Eijiro no sabe que más decir—. Ya lo sabrás, creo... No sé cómo funciona lo de averiguarlo. Para mí fue muy obvio. —Vuelve a ruborizarse.
—Bakugo sólo me lo dijo porque lo adiviné —agrega Todoroki, con prisa—. Yo estaba allí. Y... era obvio.
—No hay problema.
Todoroki se queda mirándolo, un momento. A veces es perceptivo, cuando quiere.
—Podemos seguir intentando con el hielo. Supongo que es mejor si no estás nervioso.
Eijiro asiente. Siguen en ello hasta que le agarra el truco —mucho más delicado que en batalla, por supuesto, o en medio de una pelea—. Ya están listos para intentarlo en algún ensayo general, pero Mina insiste que el equipo de baile todavía necesita practicar. Y quizá haya cambios.
Pero mientras raspa el hielo de manera mecánica es fácil concentrarse en otras cosas. Perder la noción del tiempo hasta que escucha un fuerte y claro.
—¡Kirishima! —Se da la vuelta para buscar la fuente de la voz y se encuentra con Izuku. Cuando hay otras personas siempre lo llama por el apellido—. Oh, lo siento, no había visto que todavía no habían terminado.
—No importa —interviene Todoroki—. Creo que descubrimos como hacerlo.
—Oh, es que todo el mundo está terminando de ensayar sus partes. —Izuku sonríe—. Algunos se van a juntar para preparar algo de cenar y el resto quiere ver alguna película.
Eijiro no está muy seguro de que la vean completa. La mitad del tiempo están tan cansados que alguien siempre termina durmiéndose a la mitad.
—¿Vienen? —pregunta Izuku.
—Voy en un momento —responde Todoroki y le dirige una mirada demasiado obvia a Eijiro. «Ve tú». No tiene que sugerirlo dos veces, porque se pone en pie demasiado rápido y va tras Izuku.
A veces le gustaría que la clase A supiera que son almas gemelas. Entonces podría pasar su brazo por los hombros de Izuku, buscar su mano. Al menos ese contacto. Los besos son algo mucho más privado, especialmente para una relación que va comenzando. Pero al menos eso: sus dedos entrelazados.
La banda está terminando de ensayar en la zona común. Suenan los últimos acordes de la canción de Jirou. Izuku se detiene a verlos antes de seguir caminando y Eijiro lo hace justo al lado de él.
Sus ojos intentan seguir la trayectoria de las manos de Bakugo. Es casi imposible, pero lo intenta, de todos modos.
—Brilla todo, ¿no? —pregunta Izuku.
Eijiro sabe exactamente a qué se refiere.
—Sí. Todo.
Sólo tiene ojos para Katsuki.
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They're Soulmates, Your Honor [Kiribakudeku/Kirikatsudeku]
FanficEijiro Kirishima descubre que no tiene un alma gemela, sino dos la noche en que dichas almas gemelas deciden pelearse y acabar castigados. Genial. Supone. O algo. Nadie dijo que tener a Katsuki Bakugo y a Izuku Midoriya de almas gemelas iba a ser fá...