9. Mirar adelante

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I've been having a hard time adjusting
I had the shiniest wheels, now they're rusting
I didn't know if you'd care if I came back
I have a lot of regrets about that
Pulled the car off the road to the lookout
Could've followed my fears all the way down
And maybe I don't quite know what to say
But I'm here in your doorway

this is me trying, Taylor Swift

Regresan en silencio.

Eijiro no puede pretender que entiende lo que está pasando, pero le gusta mirar a Midoriya como mira a Bakugo. Ese es un descubrimiento más reciente, pero no puede negárselo, no a sí mismo.

Bakugo está esperándolos en la puerta. Ya tiene el uniforme puesto.

—Sólo se ha levantado Uraraka. —No mira a ninguno de los dos en particular cuando dice eso. Midoriya lo mira con cautela y con cuidado hasta que Bakugo alza la vista y lo mira de una manera que duele físicamente—. ¿Podemos hablar? —Luego mira a Eijiro—. Y tú también puedes quedarte. Si quieres.

El ambiente es tenso.

Pero Midoriya asiente y acaban hablando afuera.

Se oyen las primeras veces en el comedor y en la cocina. Hablar afuera del edificio es mucho más rápido. De todos modos, acaban cerca de los depósitos de basura. A Eijiro le parece que hay peores lugares que ese.

—Kirishima dijo que debía hablar contigo.

—¿Y lo estás haciendo porque él...?

—Sí. ¡No! ¡Sí! No sé, carajo, Deku. Déjame hablar. Primero. —Bakugo aprieta los puños. Eijiro siente que es sólo concurrencia a una obra de teatro que se estrenó años atrás y acaba de terminar su enésimo intermedio—. No sé qué hacer y él sugirió que debería hablar contigo. Así que. Quizá. Sea mejor. —Carraspea—. Que pelear.

Midoriya asiente.

—No odio... —Bakugo mira al suelo—. No odió la idea de que seas tú. Una de mis almas gemelas, quiero decir. No habíamos hablado de eso. ¿No? Quizá debimos hacerlo. Antes de lanzar a Kirishima en medio de todos nuestros problemas. Pero no lo odio. ¿Queda claro?

Midoriya asiente. El alivio de su rostro es palpable. Algo se rompe y vuelvea unirse dentro de él.

—Sólo no entiendo algo —dice Bakugo.

—¿Qué, Kacchan?

—¿Por qué no lo días tú?

La pregunta sale mal, es demasiado brusca. Es un desvío. Eijiro lo nota en el momento, tan pronto el ceño fruncido en Bakugo se acentúa.

—Kacchan, yo no podría... —dice Midoriya—. No podría... No lo odio, simplemente.

—Fui horrible —sigue Bakugo—. No puedo buscar excusas. Siempre creí que... Todo ese tiempo. Odié que me persiguieras.

—Lo sé.

Midoriya lo dice como un hecho. Algo que pasó. Eijiro sólo mira. No puede hacer otra cosa. Ese pedazo de la historia no es suyo, aun cuando está al alcance de sus manos.

—Odié... Tú lo tenías todo para ser un héroe. La maldita actitud. Joder. —Bakugo hace una pausa allí. Ambos pueden notar como intenta ordenar sus pensamientos—. Todo ese tiempo creí que me estabas viendo...

—Te lo dije ¿no? Eras lo más genial que tenía cerca. Lo más... Eras la victoria, Kacchan.

Esas palabras le duelen a Eijiro.

They're Soulmates, Your Honor [Kiribakudeku/Kirikatsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora