Honey, it's no secret that with matters of the heart
I'm reserved, I'm irrational and rarely ever start
Since the world's dark and often inhumane
We relish our condition, come drinking in the rainLet Me Down Easy, Gang of Youths
Desde que comenzó todo ese desastre sobre las almas, a Eijiro le gusta oír a Izuku hablar sobre Katsuki. Hay algo mágico —quizá— en compartir sus diferentes visiones sobre algo que aman.
Aunque amar es un verbo muy grande y Eijiro no está seguro de ser capaz de verbalizarlo de verdad. Se requiere valentía para ello.
—Siempre pensé que era... que era maravilloso. Y era algo maravilloso que estaba al alcance de mis manos —dice Izuku—. Algo así.
Está viendo a Katsuki entrenar a lo lejos con Tsuyu, que intenta atraparlo con su lengua. Katsuki se defiende bastante bien contra alguien con esa clase de ataques de un rango mucho más largo que el que pueden proveer Izuku y Eijiro.
—Es buen estratega, también. Aquella vez en la USJ...
Eijiro deja morir sus palabras. Tsuyu logra, a lo lejos, agarrar una pierna de Katsuki, quien se libera rápidamente.
—Lo es. —Izuku se queda viéndolo un momento más—. También le hablo de ti, ¿sabes?
—... ¿Qué?
—De ti, le hablo de ti. Kacchan no habla demasiado. —Izuku se encoge de hombros—. Así que le hablo de ti cuando estamos... así. Somos tres. Es imposible pensar a veces que si no estamos los tres hay una sombra entre nosotros, una ausencia que se siente. Apenas estoy entendiéndolo. Lo de funcionar de a tres.
Tsuyu golpea a Katsuki en la espalda. Pueden sentirlo. Están acostumbrados a lidiar con el dolor cuando no es más del que están acostumbrados a sufrir. Después de eso la pelea no dura demasiado. Tsuyu acaba derrotada después de una detonación especialmente fuerte de Katsuki. Con todo lo que tiraron en el gimnasio que están usando, Eijiro e Izuku se acercan para que no recojan solos. Katsuki le pregunta a Tsuyu si no quiere ir con Recovery Girl (lo hace, por supuesto, con su falta de amabilidad habitual); ella responde que no, pero Izuku le sugiere que descanse y que ellos terminarán de recoger. Sonríe cuando dice que él y Eijiro pueden hacerlo perfectamente.
Al final ella acepta y se quedan los tres solos.
—Nunca habías entrenado con ella —comenta Izuku.
—Al parecer Uraraka le dijo que la tomaría en serio. —Katsuki se encoge de hombros—. Lo cual es, sinceramente, un estándar de mierda. Fue... interesante. No puedo acercarme demasiado a ella cuando usa su lengua.
—¿Cómo están tus manos, Katsuki? —pregunta Eijiro.
—Ya lo sabes.
Duelen, un poco. Sólo levemente. Sin guantes y sin las granadas y sin ninguna clase de protección es más común que le duelan tras varias explosiones seguidas.
Eijiro busca las manos de Katsuki, abrazándolo por detrás.
—Estuviste bien —le dice, atrapándolas entre las suyas.
—¡¿Sólo bien, imbécil?!
—Espectacular. —Deposita un beso en la curva de su cuello y siente a Katsuki tensarse—. ¿No es cierto, Izuku?
—Claro —replica el otro.
—Aunque si no nos crees, Katsuki, podemos decírtelo a besos.
Katsuki Bakugo traga saliva.
Izuku termina de recoger los últimos destrozos y se acerca hasta ellos. Eijiro no suelta las manos de Katsuki, presas en un abrazo desde atrás.
—¿Quieres que te lo digamos a besos, Kacchan? —pregunta. Izuku tiene una manera de hablar que quita la respiración a veces. La inocencia de sus preguntas y de sus ojos deja a Eijiro paralizado.
Izuku se pone de puntitas para alcanzar los labios de Katsuki y al mismo tiempo Eijiro vuelve a posar los suyos en su cuello. A Katsuki no le queda más remedio que rendirse a quedar allí, en medio de ambos. Atrapado.
Cuando Izuku libera sus labios, Katsuki recupera la voz.
—Podrías soltar mis brazos —dice, dirigiéndose a Kirishima.
—¿Quieres que suelte te brazos? —Aprieta el abrazo.
—Idiota —espeta Katsuki.
—¿O quieres que dejemos de besarte?
—N-no.
Oh. Eso es nuevo. Katsuki no es dado a los titubeos. Nunca antes, cuando lo habían tomado por sorpresa y habían intentado comérselo a besos, su voz se había roto de aquella manera. Quizá ahora porque está cansado de la pelea y tiene todavía la adrenalina a flor de piel.
Lo oye bufar, frustrado ante aquel flaqueo de su voz.
—Tengo que llegar a tiempo al ensayo, idiotas —dice, pero no se mueve, no hace ningún intento por soltarse. En cambio, busca los labios de Deku y aprieta sus manos, presas en las de Eijiro—. Es el último ensayo —y sin embargo no tiene prisa.
Es difícil encontrar el punto exacto dónde dejarle chupetones a Katsuki. Suele usar camisetas sin mangas y su traje tampoco las tiene, así que Eijiro tiene cuidado de dejarlos allí por donde pasan los tirantes. Las marcas de sus dientes. Cuando lo muerde, Katsuki hecha la cabeza hasta atrás.
En realidad no tienen prisa por llegar al ensayo.
Están enterrado toda la confusión de ser almas gemelas en aquellos momentos. Allí encajan como las piezas de un rompecabezas perfecto y tiene sentido que sean tres. No cuesta sentirse parte cuando tiene a Katsuki entre sus brazos, perdido ante él. Cuando la sonrisa de Izuku se dirige hasta él.
El mundo es dorado en esos momentos.
Katsuki triunfante lo es.
La sonrisa de Izuku lo es.
Y Eijiro disfruta tan sólo de estar. Ojalá pudiera siempre ser sólo así. Estar.
No hay dolor físico, pero aun así sienten algo dentro de ellos. Ese pequeño vínculo que los une y les avisa cuando el otro está en peligro se siente incluso en el bienestar; eso brilla dentro de ellos.
—Los quiero —dice Katsuki—. Los quiero.
—No lo habías dicho, Kacchan.
—Los quiero.
Lo dice con trabajos, pero Eijiro ya no necesita agregar nada, se derrite en sus palabras.
***
actualización en los próximos días
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They're Soulmates, Your Honor [Kiribakudeku/Kirikatsudeku]
FanficEijiro Kirishima descubre que no tiene un alma gemela, sino dos la noche en que dichas almas gemelas deciden pelearse y acabar castigados. Genial. Supone. O algo. Nadie dijo que tener a Katsuki Bakugo y a Izuku Midoriya de almas gemelas iba a ser fá...